AMD tiene más información para los próximos usuarios de su plataforma portátil Zen 2. Ahora ha mostrado un análisis de consumo y batería de un portátil AMD Ryzen 4000. En ella se muestra que la eficiencia energética aumenta en un 100% respecto a la generación anterior, impresionante cuanto menos, así que veamos e interpretemos las siguientes capturas.
Esto es lo que el fabricante pretender conseguir, y parece que lo ha conseguido a juzgar por los resultados obtenidos en sus capturas. Pensemos que por encima del rendimiento puro en la CPU de un portátil, lo que todo usuario busca es una autonomía que le permita moverse sin preocupación por tener un enchufe cerca.
AMD demuestra haber creado los procesadores para portátil más potentes, pero no se la limitado solamente a darle potencia a su nuevo silicio de 7 nm de arquitectura Zen 2, sino también a controlar temperaturas, consumo de energía y duración de la batería. Lo ideal es crear un equilibro entre estos elementos.
Para ponernos en situación, los procesadores AMD Ryzen 4000 portátiles cuentan con un aumento del rendimiento en IPC (instrucciones por ciclos) del 15% y a una mayor frecuencia de reloj. El proceso de 7 nm basado en chiplets hace que la densidad de transistores a priori se duplique frente al proceso anterior de 14 nm, que no podía competir con los Intel al menos en rendimiento.
A esto se le une los últimos resultados de consumo de energía, que sitúan a este SoC en un 20% por debajo de la anterior generación. Con todo esto, el rendimiento por vatio consumido se ha incrementado en un 100%, es decir, el doble que la anterior generación.
Se aprecia en la captura como la ganancia de rendimiento es del 75% con el nodo de 7 nm con las mejoras de arquitectura del 4º trimestre del año anterior. De esta forma un portátil, con un diseño Max-Q alcanzó en las pruebas una autonomía cercana a 12 horas con una CPU el doble de potente, si esto es cierto estaría barriendo a la generación anterior y a su competencia.
En este escenario una correcta administración de energía marcará las diferencias, sobre todo en el modo en espera cuando la actividad del portátil es mínima para así entregar la mínima energía posible a los componentes. Se ha necesitado una mejora en la detección de actividades y así generar una escalera de estados de energía ajustada a las necesidades en cada momento. No es lo mimos trabajar con editor de texto que ver un vídeo, o jugar a un juego.
AMD ha estructurado este sistema de administración desde el nivel de hardware hasta la interfaz y opciones para el usuario desde el sistema operativo. Para ello se necesita una correcta comunicación entre el sistema operativo y la BIOS, la que en definitiva se encarga del reparto de energía en los componentes a través del VRM.
Esto se debe reflejar en la interfaz con las opciones propias integradas en el sistema operativo Windows, mediante los perfiles de rendimiento y las preferencias de usuario.
A diferencia de la generación anterior, para los AMD Ryzen 4000 se han aumentado los estados de potencia a tres situaciones llamadas LP1, LP2 y LP3, imaginamos que desde un estado en reposo hasta máximo rendimiento. Para ello se gestionan los CCX de la CPU y su nivel de voltaje.
De esta forma el fabricante cifra el ahorro de energía en un 59% con respecto a los Ryzen 3000 cuando está llevando a cabo procesos de ejecución, siendo esta una mejora brutal en la eficiencia.
[irp]Se trata sin duda de una comparativa bastante coherente entre dos procesadores con las últimas tecnologías actuales y de bajo consumo. Para ello los equipos han estado un 33% en espera, un 33% en trabajo + navegación web y un 33% jugando, con vídeos y pantalla con brillo al 100%.
En el caso de la CPU Intel, se ha utilizado un portátil Dell XPS 13 2-en-1 con un procesador de 10 nm, contando con 4C/8T a 3,9 GHz, 8 MB de caché y gráficos Iris Plus. La capacidad de la batería de este portátil es de 60,7 Wh.
Mientras tanto, el portátil AMD elegido ha sido un Lenovo Yoga Slim 7 equipado con un AMD Ryzen 4800U provisto de 8C/16T a 4,2 GHz, 8 MB de caché y gráficos Radeon Vega 8. La batería de este equipo es de 60,7 Wh.
En vista a las capturas, el portátil de AMD se queda un poco atrás en los modos reposo (idle) y espera, en donde la plataforma de Intel sí le saca alguna ventaja con algunas horas extras, seguramente debido a la menor cantidad de núcleos de la CPU.
En donde sí mejora bastante el equipo de AMD es cuando se utiliza para rendimiento gráfico y estrés, con PCMark 10 y 3DMark, sacando aproximadamente una hora al portátil de 60,7 Wh. Veamos también que los resultados de consumo son bastante similares entre ambas CPU aún teniendo el doble de núcleos el AMD Ryzen, lo cual es impresionante.
Haciendo balance general y una media, el portátil con Ryzen 4000 alcanza un total de 11,5 horas, que serían 2 horas más que el Dell de 49,9 Wh y media hora más que la versión de 60,7, recordemos con una CPU con el doble de núcleos y mejores gráficos.
Claro que por el camino se ha quedado información sobre las condiciones de temperatura de las pruebas, la pantalla y las temperaturas de cada equipo, muy importante a la hora de valorar el consumo.
En todo caso, como mínimo AMD está igualando el consumo de un portátil Intel con una CPU el doble de potente. No es cuestión de ser o no fan de AMD o Intel, los resultados simplemente están ahí bien claros. Solo nos queda contrastar esta información cuando tengamos acceso a esta nueva generación para su análisis.
SK Hynix anuncia la producción de sus memorias flash NAND más avanzadas hasta ahora, que…
Drift DRAIR200 es la silla ergonómica que estabas esperando si tu presupuesto es ajustado, pero…
Una nueva información sobre la RTX 5090 vuelve a encender las alarmas con respecto a…