Hoy queremos ayudarte con estos consejos sobre cómo limpiar el teclado de tu portátil. Y es que es inevitable que se ensucie los productos. No importa cuanto cuides tu equipos y tu periféricos, al final terminarán por ensuciarse. La mayoría de las ocasiones lidiaremos con polvo, o algún residuo menor; pero, en otras ocasiones, tocara remangarse para ponerse manos a la obra.
En un ordenador tradicional, la limpieza es clave. Hace poco publicamos un artículo guiándote sobre cada cuanto deberías realizar este ritual; pero, si usas un portátil, estás más limitado a la hora de realizar la limpieza reglamentaria.
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¿Por qué limpiar el teclado de mi portátil?
Para un portátil, el teclado es una parte integral de su estructura, así como una de las piezas que le dan identidad a este dispositivo. La mayor cualidad de un equipo portátil es poder usarse de forma autónoma, sin periféricos ni parafernalias; ahí radica la importancia del teclado. Al estar unido al propio dispositivo, y este verse en situaciones tan diversas, es normal que esta pieza vaya arrastrando residuos pasado un tiempo.
Si estas se acumulan, pueden entorpecer el uso del dispositivo e incluso llegar a estropearlo. Un caso “reciente” lo encontramos en los portátiles de Apple y sus problemas de teclado derivados del polvo; pero ese es tan sólo uno de los posibles casos que podemos encontrarnos si no tenemos cuidado.
De esta manera, y siguiendo la recomendación de nuestro especial sobre el mantenimiento de nuestros equipos, deberíamos echarle un vistazo a esta parte integral del portátil cada pocos meses; estos aparatos tienden a acumular suciedad más rápido debido a su uso. Vamos a procurar daros algunos procedimientos que podáis usar siempre; independientemente del origen y el estado del teclado en cuestión. Te invitamos a continuar.
Antes de ponernos manos a la obra
Antes de comenzar a trabajar sobre el teclado de nuestro portátil, es indispensable que apaguemos el equipo y sustraíamos la batería (de ser posible). De este modo, no dañaremos el equipo de forma accidental y operaremos sobre el con la mayor seguridad y ligereza posible. El cómo continuaremos este proceso depende íntegramente de nuestra disposición y tiempo; así como del estado del propio teclado. La mayoría de las ocasiones una pasada rápida de un dispersor de aire servirá para mantener nuestro teclado; pero, en otras ocasiones, tal vez sea una mejor opción sustraerlo por completo de la carcasa. Esa elección es plenamente tuya.
Limpiar nuestro teclado sin desmontar el equipo
El procedimiento que seguiremos para la mayoría de las ocasiones. Para casos en los que sólo haya un poco de suciedad acumulada, una pistola de aire (o spray de usar y tirar) y un poco de maña son suficientes para eliminar los restos. Usando este método no sólo no tenemos que sustraer el teclado para limpiarlo, sino que además podemos hacerlo de forma rápida y sencilla en pocos minutos; bien es cierto que su efectividad radica en la eliminación de polvo y restos expuestos, no nos servirá de mucho si el teclado no se encuentra en buenas condiciones.
Nuestra recomendación es que, tras apagar tu portátil, lo coloques abierto boca abajo, con una ligera inclinación. En ese estado da, a unos centímetros de distancia, pasadas gentiles de la pistola de aire ida y vuelta, de forma que todos los restos incrustados en los laterales caigan por su propio peso tras moverlos a través del aire. Repite el proceso desde varios ángulos hasta que estés satisfecho, y no olvides hacerlo en una zona en la que sea fácil limpiar los posibles restos que caigan desde el equipo.
Alternativamente, existen bandas de gel que nos permiten eliminar residuos de una forma cómoda. Estas bandas gelatinosas duran unos pocos usos y tienen un precio asequible; pero, si no queremos usarlas, también podemos usar un poco de cinta adhesiva. El procedimiento es sencillo: colocar el portátil boca arriba y aplicar la banda de gel poco a poco sobre su superficie sin presionar excesivamente.
Limpiar nuestro teclado sustrayéndolo
Si has tomado la determinación de desmontar el teclado, tus armas serán unas pinzas finas; los clásicos destornilladores; gasas que no dejen fibras y el alcohol isotrópico de más del 96% (O productos similares). Antes de ponerte con ello, sería recomendable comprobar si tu teclado permite sustraer las teclas, o el propio teclado de la carcasa. Casos como el ya mencionado MacBook de Apple, así como la mayoría de los notebooks de mercado, no lo permiten por su construcción; llevar a cabo esta tarea sobre ellos puede ser peligroso para la integridad del propio teclado. Te recomendamos consultar en sitios como iFixit o similares cómo hacerlo.
En cualquier caso, si sí que es posible realizar este procedimiento, comprueba si es posible levantarlas teclas de tu teclado con las pinzas antes de sustraerlas con cuidado, una a una, y eliminar residuos a través de las gasas ligeramente humedecidas con el producto (se alcohol o similar). Para cuando termines este tedioso proceso, deja secar el producto, así como las teclas, antes de proceder a su acomodamiento en su posición natural.
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Gracias a este procedimiento puedes eliminar residuos mayores, como líquidos, o restos de comida; así como aquellos que hayan impedido el correcto uso de una tecla en concreto. Si tu teclado lo permite, podrías sustraerlo completamente sin ir tecla a tecla para una mejor limpieza; el modelo que usamos en nuestro artículo sobre los SSD en portátiles, por poner un ejemplo, lo permite.