Intel vuelve a tener problemas de seguridad en sus procesadores. Un fallo detectado en 2019, que parecía inofensivo, ha resultado ser todo un problema para la firma. Se trata de un fallo en la ROM del motor de gestión y seguridad convergente (CSME) que es lo que está poniendo en peligro a los procesadores de la marca. Para hacerlo peor, la única solución es actualizar a un procesador de décima generación.
Un fallo de seguridad pone en peligro a procesadores Intel
Al parecer, resulta además imposible de corregir los errores de firmware causados por la amenaza. Según se ha informado, este fallo compromete el hardware del equipo.
Fallo de seguridad
El CSME es uno de los primeros sistemas en ejecutarse en el ordenador, además de ser el responsable de cargar y verificar todo el firmware en el ordenador. Por eso, que haya un fallo o vulnerabilidad en el mismo tiene unas consecuencias nefastas para los usuarios. Además, pone de manifiesto que Intel no ha actuado de forma correcta, al haber considerado que este fallo era inofensivo.
Debido al fallo, alguien podría falsificar el código de cualquier módulo de firmware de una forma que podría llegar a extraer la clave del chipset. Por ahora se considera que no es demasiado grave, aunque los que han descubierto el fallo creen que irá a peor.
[irp]A excepción de la última generación de procesadores, todos los chips de Intel son vulnerables a este fallo. Por lo que millones de personas en todo el mundo se pueden ver afectadas por el mismo. La empresa no ha reaccionado hasta el momento sobre este error.