Los discos SSHD son unos componentes muy interesantes, pero que carecen de sentido en el día de hoy. Dentro, os decimos por qué.
Este tipo de discos se hicieron muy famosos años atrás, cuando la tecnología SSD empezaba asentarse. Surgieron como una solución híbrida entre un HDD convencional y un SSD nuevo. Entonces, tenían su sentido, pero con el paso del tiempo han dejado de tener protagonismo en el panorama. Os contamos por qué ya no tiene sentido comprar un disco SSHD.
Índice de contenidos
¿Qué son los discos duros SSHD?
En primer lugar, se tratan de discos duros híbridos que combinan la tecnología NAND de los SSD en los HDD de toda la vida. De este modo, el objetivo se basa en conseguir las velocidades de un SSD y la capacidad de un HDD. Para ello, equipan memoria NAND y un controlador que permite acceder de manera más rápida a los archivos que usamos frecuentemente, almacenándolos en la memoria NAND.
Gracias a todo ello, los discos SSHD arrancan el sistema operativo a una velocidad muy buena, como nos permite acceder que usamos frecuentemente de forma rápida. Sin embargo, esto tiene una «pega» o desventaja: por todo lo demás, siguen siendo un HDD normal y corriente.
¿Esto qué significa? Pues que, para todo lo demás, las velocidades seguirán siendo igual de lentas que un HDD. Entonces, tendremos un SSD para cosas específicas, como es iniciar el SO rápido y, por ejemplo, arrancar los videojuegos a los que siempre jugamos más rápido que un HDD normal. Para todo lo demás, tendremos un HDD de toda la vida.
¿Por qué no tiene sentido comprar discos SSHD?
Para empezar, en pleno 2020, instalar un sistema operativo en un SSHD no tiene ningún sentido, teniendo SSD y M.2 a un precio realmente bueno. Soy «anti» instalar Windows en un disco duro mecánico o cualquier derivado de éste. Antes, estos discos duros tenían su sentido porque los SSD costaban mucho dinero y tenían una capacidad de 120 GB o 256 GB a un precio alto.
Ahora, podemos acceder a SSD normales de 500 GB por 65€, cosa que nos parece un gran precio, incluso tenemos algunos M.2 de la misma capacidad por esos precios.
Por otro lado, el único motivo por el que compramos un HDD es por su capacidad. Hasta 1 TB, la gente suele preferir comprar un SSD porque están por debajo de los 120€. Sin embargo, si nos vamos a las 2 TB o más, merece la pena comprar un HDD. Podemos encontrar unidades por 58 o 65€ con esas capacidades. Un disco SSHD de 2 TB cuesta alrededor de 100€.
Si queremos más de 4 TB, deberemos descartar los SSHD porque no existen en estos tamaños, cosa que los HDD sí dan respuestas a esas capacidades.
También destacar el deseo de ampliar nuestro almacenamiento en nuestros portátiles. Encontramos unidades SSHD de 2.5 pulgadas, pero, desafortunadamente, son muy pocas y estaremos renunciando a un SSD en todo su esplendor. A mi parecer, la idea de discos SSHD era buena cuando los SSD estaban por las nubes y eran casi inaccesibles. En la actualidad, carece de sentido comprar un disco duro de este tipo.
Conclusiones
En definitiva, está claro que no tiene sentido comprar un disco SSHD, habiendo otras opciones en el mercado, como son los SSD de gran capacidad o M.2. Antes era una gran alternativa para aprovechar las velocidades de un SSD en tareas comunes, pero ahora carece de sentido.
De hecho, las velocidades de lectura y escritura de los HDD han pasado a la historia en la gran mayoría de equipos. Sólo se utilizan para algún juego determinado y para guardar información como fotos o vídeos.
Esperamos que os haya servido esta información, si tenéis alguna duda, comentadla más abajo para que os podamos responder.
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