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¿Cuándo tengo que cambiar mi PC por uno nuevo?

¿Cuándo tengo que cambiar mi PC? ¿Es necesario? ¿Sí o no? Esta pregunta nos la hemos hecho todos alguna vez, así que os la respondemos dentro con todo detalle ¿Preparados?

La obsolescencia hace mella, especialmente cuando hay dinero de por medio y está en juego nuestro disfrute o utilidad. Fastidia mucho gastarte «un pico» en un ordenador para que luego se quede obsoleto en poco tiempo. Sin embargo, no tiene por qué darse este escenario en vuestro caso. Hay síntomas que advierten de que hay que cambiar el PC, por lo que os lo vamos a enseñar a continuación.

Primer paso: ¿Qué PC tienes?

Antes de comprar nada, lo mejor que podéis hacer es comprobar qué componentes tenéis. Lo suyo es verificar lo siguiente:

Generación y modelo de procesador

Tenéis que verificar de qué generación es vuestro procesador y cuál es. Con estos datos sabremos sus especificaciones y podremos saber si es necesario cambiar o podemos seguir manteniéndolo.

Sabiendo el modelo, podemos saber cuántos núcleos e hilos tiene, la frecuencia base o la caché. Por no hablar del año en el que fue lanzado.

Placa base

Después, le toca el turno a la placa base. Hay que saber qué chipset es, qué socket o zócalo tiene y, en definitiva, qué modelo es.

  • Chipset: dependiendo del que tengamos, puede tener más o menos funciones. Por ejemplo, la más típica es comprobar si el chipset admite overclock.
  • Socket: fundamental para saber qué procesadores son compatibles con esa placa base.
  • Modelo: esencial para comprobar qué velocidades de RAM soporta, como para descargarnos la última versión BIOS o algún que otro driver. En definitiva, para saber qué ofrece.

Memoria RAM

Tenemos que saber qué modelo de memoria RAM tenemos, cuánta memoria, a qué velocidad funcionan y qué latencia tienen.

  • Modelo: si queremos ampliar la RAM que tenemos, lo suyo es comprar el mismo modelo de las ya instaladas para no tener problemas.
  • Memoria: expresada en gigabytes, es muy útil conocer la cantidad de memoria RAM que tiene nuestro ordenador.
  • Velocidad: expresada en MHz, supone la velocidad a la que funcionan. Es importante que todas las memorias que tengamos instaladas funcionen a la misma.
  • Latencia: el tiempo que transcurre desde que se hacemos doble click para abrir un programa hasta que éste se abre. Lo que nos importa aquí es que todas tengan la misma latencia.

Tarjeta gráfica

GTX 1650

Revisaremos qué tarjeta gráfica tenemos, cuánta memoria tiene y los drivers instalados. Obviamente, esto no es suficiente para determinar si poseemos una gráfica buena.

A lo mejor es de necios lo que voy a decir, pero me fijo en los benchmark de los videojuegos para saber si mi gráfica funcionará bien. Podemos ir a su ficha técnica y orientarnos por la velocidad del reloj, etc., pero mi experiencia dice que la optimización juega un papel esencial en este apartado. Así que, verificad lo siguiente:

  • Modelo. Esto nos servirá para situarnos en el año en el que la gráfica fue lanzada y la tecnología que había entonces.
  • Memoria. Para qué liarnos: cuanto más, mejor. Lo mínimo que recomendamos son 4 GB de memoria, pero puede que no los necesitéis si vuestro uso es liviano.
  • Drivers. Lo mejor es tener actualizada la tarjeta gráfica con los últimos drivers instalados. Si el fabricante ya no proporciona más actualizaciones… id cambiando de gráfica.

Disco duro

Aquí vamos a fijarnos en el espacio que ofrece y en su tecnología: mecánico, SSD o M.2. Si estáis aquí porque vuestro PC va lento, quizás tengáis un mecánico instalado. La instalación de un SSD acelera muchísimo el rendimiento del ordenador porque las velocidades de escritura y lectura son muchísimo más rápidas.

Segundo paso ¿Por qué cambiar mi PC?

cambiar mi pc

Esta pregunta nos la hacemos porque experimentamos algo raro o porque nuestras necesidades cambian. Hay gente que se compra un nuevo PC porque tarda mucho en renderizar, deja de dar rendimiento suficiente para videojuegos, etc.

Antes de seguir, me gustaría deciros que los equipos deben ser mantenidos, con su correcta limpieza y su sustitución de pasta térmica. Podemos experimentar muchas irregularidades, que podemos destacar entre:

  • Reducción de rendimiento por altas temperaturas. No cambiamos pasta térmica, no limpiamos el ordenador… lo que obtenemos a cambio es una bajada de rendimiento por una mala disipación.
  • Mucho ruido. Como consecuencia de lo anterior, los sensores alertan de altas temperaturas y todos los ventiladores se ponen a máximo rendimiento para expulsar el calor.
  • Cuelgues repentinos. Puede darse por culpa de esa obstrucción de polvo que causan una temperatura demasiado alta, lo que termina bloqueando al procesador.

Si estás experimentando muchas irregularidades, al final lo mejor es cambiar de equipo para no perder el tiempo, ni complicarnos la vida. Esto lo recomendamos, especialmente, en portátiles.

Tercer paso ¿Para qué lo utilizas?

cambiar mi pc

Si usáis vuestro equipo para tareas de baja carga como es ofimática, navegación o multimedia, no vais a precisar la última tecnología del mercado. Por tanto, puede que no preciséis un cambio de equipo, sino sólo alguna sustitución o ampliación de componentes.

En el caso de tener un equipo viejo, puede que sólo tengáis que instalar un SSD y un poco de RAM. Este «upgrade»,que no pasa de los 100€, puede dar un empujón a vuestro PC bestial.

Sin embargo, vamos a hacer una especie de F.A.Q rápido que contemple ciertas situaciones:

  • Gaming. Si somos jugadores asiduos, la bajada de rendimiento la vamos a notar mucho. La tecnología avanza, así que nuestros componentes se quedan obsoletos. A no ser que nos compráramos un PC entusiasta en su momento, el declive no tardará en llegar. Llegado a este momento, hay que tener en cuenta 2 cosas:
      • La mayoría de veces basta con cambiar la tarjeta gráfica. La experiencia gaming mejora muchísimo.
      • El procesador lo cambiaremos cuando sea bastante antiguo, aunque todo esto es relativo.
        • Si en su momento os comprasteis un procesador de alto rendimiento, aguantará bastante.
        • Si comprasteis un chip de gama media, no tardará en quedarse obsoleto para este fin.
  • Profesionales.Cuelgues, ralentizaciones u otras irregularidades hacen que los equipos sean ineficientes. Normalmente, la necesidad de cambiar un equipo en el ámbito profesional se dé a largo plazo porque se compran muy buenos equipos de inicio.
  • Usuario miedo. Un buen equipo de gama media nos puede durar más de 5 años sin problemas, siempre que no le exijamos demasiado. En el caso de que lo usemos para cosas simples, podemos estar hasta 10 años usando el mismo equipo, simplemente cambiando dos cosas.

Como veis, todo depende del caso en el que nos encontremos y lo exigentes que seamos.

Conclusión acerca de cuándo tengo que cambiar mi PC por uno nuevo

Cambiar mi PC es una decisión que hay que tomar concienzudamente porque es una inversión importante de dinero. Podemos concluir que, si nuestro equipo nos da muchos problemas, lo mejor es cambiarlo. Por otro lado, si sólo va lento, existen otras opciones que no suponen cambiar de PC.

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Ese sería el resumen de todos los detalles que os hemos dado. Es muy difícil aseverar que cada X tiempo hay que cambiar de equipo, ya que hay que atender al caso concreto y al usuario. ¿Vosotros cada cuanto cambiáis el PC? ¿Sois más de sustituir o de comprar un PC entero?

Ángel Aller

Graduado en Derecho y exabogado con Máster de Comercio internacional. Amante de la tecnología y geek inconformista. Leal a Alt+F4 como estilo de vida.
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