La compatibilidad de la placa base y procesador son esenciales para el montaje de un PC. Os enseñamos todos los detalles a tener en cuenta.
Cuando vamos a montar un PC, hay que empezar por los pilares de la casa: la placa base y procesador. Ambos tienen que ir en consonancia, lo que significa que deben ser compatibles el uno con el otro. No podemos montar un procesador AMD en placa base Intel y viceversa. Como seguimos viendo ciertas dudas, nos hemos lanzado a elaborar esta pequeña guía para disipar éstas.
Índice de contenidos
Empezamos explicando las compatibilidades de placa base y procesador por el segundo porque sabemos que es lo primero que miráis cuando vais a montar o configurar un PC.
En este sentido, hay que prestar atención a varios detalles. Si queréis ver una guía más completa sobre procesadores.
La familia o generación de procesadores es muy importante porque podemos estar comprando un procesador antiguo de entrada. Lógicamente, un procesador anterior será más barato que su equivalente de nueva generación. Así que, os tenéis que informar acerca de qué procesador cubre vuestras exigencias.
Existen sockets o zócalos que son retrocompatibles con generaciones anteriores, como es el caso del AM4 de AMD, por ejemplo. La generación suele ir acompañada de la compatibilidad de su socket coetáneo.
Me gustaría hacer una división entre Intel y AMD porque es dónde va a estar la guerra:
Dentro de los procesadores, encontramos el aspecto de overclocking y el turbo. En la ficha técnica del procesador, encontramos su Clock Speed y su Clock Speed Turbo o Maximum Boost Speed. La primera hace referencia a su velocidad normal, mientras que las otras dos se refieren a un turbo que hace el procesador automáticamente.
Empezando por el turbo, es una tecnología que aumenta la velocidad de la frecuencia del procesador en varios MHz o, incluso, en más de 1 GHz. Lo hace de forma automática, pero muchos usuarios optan por hacer un overclock manual, al elevar así todos los núcleos.
En cuanto al overclock, aquí hay que prestar mucha atención. En la gama Ryzen no hay problema, pero en Intel sólo los modelos «K» se pueden overclockear. Tendremos que hacerlo manualmente, lo que exige unos conocimientos avanzados de informática; en ocasiones, el procesador lo hará automáticamente. En la web tenemos diferentes guías que os pueden servir.
Por último, queremos hacer referencia al TDP, es decir a la electricidad que va a consumir nuestro procesador aproximadamente, porque hay que recalcar que son estimaciones que siempre sube y baja. Este apartado es importante porque, cuanto más TDP, más luz va a consumir nuestro procesador. Es cierto que los procesadores más potentes suelen consumir más, pero nuestro consejo es que busquéis el equilibrio entre eficiencia y rendimiento.
Como valor medio, unos 80 W ó 90 W está muy bien para usuarios de consumo. Sin embargo, si queréis mucho rendimiento y usáis la línea de gama alta: HDEC, tendréis procesador con un TDP de 125 W o más.
La placa base o motherboard es un componente que integra un circuito cuya función es conectar todos los componentes del ordenador. Se le dice placa base porque realiza el papel de centro operativo del ordenador, ya que sin ella no podríamos conectar nada.
En ella, conectamos la memoria RAM, los discos duros, el procesador, memorias RAM, ventiladores, tarjeta gráfica, etc. Además, la fuente de alimentación es quien administra corriente a todo este circuito para que la placa base administre esa electricidad entre los componentes. A fin de cuentas, es un elemento esencial a la hora de realizar un montaje PC.
A la hora de comprar una placa base y procesador, tenemos que revisar todas las partes que tiene una placa base. Para hacerlo más sencillo, lo hemos dividido en varias secciones
Lo vamos a exponer de forma resumida, pero si queréis la guía más completa sobre placas base, la podéis encontrar en este enlace.
El zócalo es el que determina la compatibilidad con el procesador. En él encontramos la misma denominación que el socket, que nos sirve para conocer qué procesadores son compatibles con esta placa base.
Si os fijáis en las especificaciones de la motherboard (placa base), determinará qué generación de procesadores soporta, incluyendo las familias de la marca.
Echa un vistazo a cómo elegir placa base y procesador como un profesional
Conocer el chipset que tiene la placa base es super importante porque, dependiendo del chipset que tenga, podremos gozar de unas funciones u otras. Normalmente, encontramos chipset de gama baja hasta chipset de gama alta o entusiasta en un mismo zócalo.
En cuanto a lo que es el chipset en sí, se trata de un conjunto de circuitos que se diseñan en relación a la arquitectura que tenga el procesador. A modo de ejemplo, podemos encontrar estos:
Nombre | Chipsets AMD AM4 |
A300 | Para formatos pequeños. |
A320 (gama baja) | Para ordenadores de escritorio básicos. |
B350 (gama media) | Para ordenadores gaming que quieran hacer overclock, pero no necesitan un gran ancho de banda para varias tarjetas gráficas. |
B450 (gama alta) | Para ordenadores gaming que no necesiten la tecnología AMD StoreMi. |
X370, X470 y X570 (gama entusiasta) | Para entusiastas que quieran disfrutar de toda compatibilidad, gráficos dobles y las últimas tecnologías. |
Nombre | Chipsets Intel 1151 |
H310 | Gama económica y simple que ofrece 6 lanes PCIe 3.0. |
B360 y B365 (gama baja) | Para ordenadores de escritorio básicos. No es compatible con RAID. |
H370 (gama media) | Gama para gaming, pero no permite overclock, así que no es recomendable para procesadores “K”. |
Z370 y Z390 (gama entusiasta) | Para ordenadores gaming exigentes con las últimas tecnologías Intel. |
A modo resumido, serían esos los principales chipsets, como sus principales diferencias.
Las ranuras de memoria RAM deben ser un aspecto importante que debéis revisar antes de comprar ninguna placa base.
Dependiendo de vuestras exigencias, requeriréis más o menos slots, como más o menos compatibilidad de velocidad. Solemos encontrar placas bases que parten de 2 ranuras RAM, pero recomendamos que, como mínimo, partan de 4 ranuras RAM para posibles actualizaciones futuras.
Por otro lado, hay que prestar atención a las velocidades RAM que soporta la placa base. Consejo: nos interesa que soporte la velocidad más alta posible y que contenga tecnologías como XMP, non-ECC o Dual Channel.
Se trata de las que conocemos como PCI-Express, las cuales albergan componentes como tarjetas gráficas, tarjetas de sonido, adaptadores Wi-FI o, incluso, discos duros M.2. Es importante saber cuántas ranuras PCIe disponemos para pensar cómo usarlas.
Estas ranuras se van a quedar supeditadas al factor de forma de la placa base, el cual veremos más adelante. Dicho esto, siempre va a tener más ranuras PCIe una placa ATX que una Mini-ATX.
En toda la placa base encontramos diversos conectores que tienen una función determinada. Sin embargo, hay conectores con tecnologías más novedosas que pueden interesarnos, como es el M.2 SSD para estos discos duros.
Estos conectores proporcionan electricidad a los componentes conectados a la placa base. Como recomendación, prestad atención al cuántos conectores para ventiladores tenemos.
Es importante tener claro qué velocidades de transferencia de datos soporta nuestra placa base, como las tecnologías compatibles. Hacemos referencia a los puertos SATA que encontramos, como conexiones M.2 integradas para una fácil instalación.
Así que, observad la cantidad de puertos SATA que hay, como las tecnologías que tenemos disponibles.
La BIOS es un programa de arranque que tiene cada placa base. Cada marca tiene su propia interfaz, pero solemos encontrar casi las mismas opciones. Es importante que nuestra BIOS esté lo más actualizada posible porque una BIOS más antigua da más problemas.
Si sabéis actualizar una BIOS correctamente, no hay problema en este caso. Eso sí, siempre y cuando el fabricante disponga de nuevas versiones.
Todas las placas base tienen puertos de salida y entrada. Como experiencia propia, donde más hay que prestar atención es en:
¿Queréis encontrar la mejor compatibilidad entre placa base y procesador? Más abajo, hemos dividido los ejemplos entre Intel y AMD para ilustraros de las mejores compatibilidades.
Como la mayoría consumís Intel i5 e Intel i7, nos hemos centrado en estos dos modelos.
Nombre | Socket | Chipset | Modelo | Precio |
Intel Core i5-9500 3 GHz | LGA 1151 | B365 | MSI MAG B365M Mortar | 90€ aprox |
Intel Core i5-9600K | LGA 1151 | Z390 | Gigabyte Z390 Gaming X | 140€ aprox |
Intel Core i7-9700 | LGA 1151 | Z390 | Asrock Z390 Phantom Gaming SLI | 160€ aprox |
Intel Core i7-9700K | LGA 1151 | Z390 | Asus ROG STRIX Z390-F | 230€ aprox |
En el caso de AMD, lo tenemos mucho más sencillo porque existen menos chipsets a elegir. Hemos puesto ejemplos con Ryzen 5 y Ryzen 7.
Nombre | Socket | Chipset | Modelo | Precio |
Ryzen 5 3600 | AM4 | B450 | ASUS Prime B450M-A | 80€ aprox |
Ryzen 5 3600X | AM4 | B450 | ASUS ROG STRIX B450-F GAMING | 135€ aprox |
Ryzen 7 3700X | AM4 | X470 | MSI X470 Gaming Pro | 155€ aprox |
Ryzen 7 3700X | AM4 | X570 | Gigabyte X570 Aorus Elite | 215€ aprox |
Hasta aquí nuestra guía sobre cómo conseguir la mayor compatibilidad entre placa base y procesador. Espero que os haya servido. ¿Sois de Intel o de AMD?
CHIEFTEC acaba de presentar dos nuevas cajas para PC, Visio y Visio Air con un…
Asus ZenWiFi BT8 es un sistema Mesh Wi-Fi 7 el cual se sitúa por debajo…
Qualcomm anuncia nuevos SoC Snapdragon X, pero no se trata de una nueva generación, sino…