El LGA 775 es un socket que marcó historia a principios del siglo XXI. Hemos hecho un repaso y os contamos toda su historia, modelos y usos.
Conocido como Socket T, Intel formó una leyenda alrededor de un socket que daría momentos únicos para muchos: el socket LGA 775. Gracias a la existencia de éste pudimos ver procesadores antológicos, que veréis más abajo. Con este socket se iniciaba una era fabulosa que se llamaría PC Master Race porque, lo que un día se llamaba computadora, terminaría siendo una plataforma de entretenimiento y rendimiento bestial.
Por ello, hemos recopilado toda la información necesaria para hacer un repaso a su historia, sus modelos, como los usos que encontramos hoy día.
¡Arrancamos!
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Para empezar a contar su historia, vamos a dar algo de contexto para situarnos en aquella época con precisión. Nos encontramos en unos 2000 marcados por el socket 478, un socket que daría vida a los Pentium 4 y a los Celeron. Este socket reemplazaba al 423, cuyo rendimiento no era del todo bueno. Por ello, duró poco en el mercado.
Estaríamos en el 2000 cuando vimos el primer Willamette, pero el bueno fue el Northwood, es decir, el Pentium 4 del socket 478.
El Northwood (nombre del proyecto Pentium 4s) salió en enero de 2002 con unas velocidades de 1.6 GHz, 1.8 GHz, 2 GHz y 2.2 GHz. Era un buen salto, pero lo mejor estaba por llegar. Eso sí, habría que esperar al 2004.
Aunque no hemos podido encontrar una fecha concreta en la que Intel sacara este socket, sí hemos podido observar la salida de ciertos procesadores compatibles con LGA 775. La primera vez que vimos el Socket T fue a comienzos de los 2000, concretamente el verano de 2004.
En ese mismo verano, vimos salir dos procesadores compatibles con este socket: Intel Celeron y Pentium 4 Gallatin o Extreme Edition. Sé que algunos diréis «¡Ese salió en 2003!» Cosa que es cierta, pero en el verano de 2004 sacaron una versión que usaría el 775.
Estábamos ante uno de los avances en rendimiento más sonados, ya que se trataba de un procesador que funcionaba a 3.4 GHz, frente a los 2.2 GHz del Northwood. Recordar que estos procesadores tenían dos núcleos; se había pasado de 800 MT/s a 1066 MT/s en la velocidad de bus.
Aunque Xeon existía desde 1998 (Drake), el protagonismo se lo llevaba el Pentium 4. Por otro lado, también sabemos que muchos conocéis el LGA 775 por los Intel Xeon, pero eso lo explicaremos más adelante.
Más tarde, veríamos que esta versión del Pentium 4 se migraría al núcleo Prescott 2M, debido a que Prescott existía desde febrero de este año. Esto se resumía en 3.73 GHz y compatibilidad con aplicaciones 64-bit.
Este sería el año en el que veríamos los primeros avances informáticos más sonados de este siglo. Gracias a los rendimientos ofrecidos por los dos núcleos y la memoria RAM DDR2, se conseguía un rendimiento bárbaro. Así que, a partir de aquí el LGA 775 empezaba a cobrar protagonismo.
Un año después,Intel sacaba un nuevo núcleo denominado «Prescott 2M», muy relacionado con Irwindale, una derivación del nombre de Xeon. Se caracterizaba por Intel 64 bit, EIST, Tm2 y los 2 mb de caché L2. Sin embargo, los procesadores Prescott 2M incorporarían Hyper-Threading, una tecnología que incorporaban los Xeon de 2002.
Con el Hyper-Threading se buscaba acelerar la velocidad de los procesos multi-hilo que usaban ciertos programas, como era la renderización de vídeos. Lamentablemente, esta familia duraría sólo 1 año porque vendría Cedar Mill en 2006 para sustituirle y reducir el TDP tan alto de la antigua serie.
Antes de meternos de lleno en 2006, decir que Intel tenía 3 tecnologías por bandera: Intel 64, Hyper-Treading y Virtualization Technology. Hay que decir que tanto Prescott como Cedar usaban LGA 775 como socket.
Tendríamos que esperar hasta el 27 de julio de 2006 para ver la serie de procesadores que cambiarían las reglas del juego: Intel Core 2 Duo, una gama tasada en $183 y $224. Estaban fabricados en 65 nm, enfocados para ordenadores de escritorios y reemplazaban los Pentium 4. Sólo 2 días después, sacaron la gama Core 2 Extreme.
La familia Conroe ofrecía un 40% más de rendimiento en comparación a Pentium 4 y venía con 4 mb de caché L2, aunque las versiones E6300 y E6400 se quedaron en 2 mb de caché L2 por culpa de problemas en el proceso de fabricación. Intel también sacó Allendale, una familia de procesadores de bajo coste, cuyo rendimiento y tamaño era más pequeño.
Allendale y Conroe (excepto Conroe-CL, que equipaban LGA 771) tenían como socket el LGA 775, fuese un Intel Xeon, Core 2 Duo/Extreme, Pentium Dual-Core o Celeron. Aparecía la mítica palanca de bloqueo del procesador que vemos hoy, la cual accionamos para abrir el socket, colocar el procesador y bloquearlo.
Respecto a Intel Xeon, saldría su versión dual-core a finales de septiembre de 2006: las series 3000. Curiosamente, no soportaban Hyper-Threading, pero era capaz de funcionar a 1066 MHz, tener un TDP de 65W y oscilar entre 1.86 GHz y 3.00 GHz de frecuencia. Siguiendo con Xeon, su serie 3100 también usaría el Socket T, pero, a partir de Woodcrest, cambiarían a LGA 771.
Este año estuvo protagonizado por los nombres de Wolfdale y Yorkfield, dos familias que albergarían al LGA 775 hasta 2011. Llegamos al final de la vida de este magnífico socket que recordamos con mucha nostalgia.
Nehalem nacía para terminar una década de procesadores antológicos, como para dar paso a otra década en la que Intel dominaría sin compasión en el sector de los procesadores.
Wolfdale sería quien alargaría la senda de LGA 775. Se trata de una variación de los Core 2 Duo, Celeron, Pentium y Xeon. Aunque Pentium y Celeron incorporaban 2 mb y 1 mb de caché L2, los Core 2 Duo llegaban a los 6 mb y 3 mb de caché L2.
La familia Wolfdale original se refiere a la serie E8000 de los Core 2 Duo y a los Xeon 3100. Nos metíamos en un proceso de fabricación de 45 nm en procesadores que llegaban a los 3.33 GHz de forma oficial. Decimos esto porque el Core 2 Duo E8700 llegaba a los 3.5 GHz, pero nunca fue lanzado.
Este mes se dio paso a una familia que destacaría por su potencia bruta, dando un salto de rendimiento brutal respecto al dado por los Core 2 Duo. A Intel le iba de perlas con sus dos núcleos, pero AMD pisaba los talones con Athlon II y Phenom II y su gama de procesadores Quad Core X4 y Six Core X6 (denominados coloquialmente «estufas» con TDP de hasta 140W).
Así que Yorkfield trajo la marca y Core 2 Extreme, procesadores que equipaban 4 núcleos y hasta 8 mb de caché L2. Veíamos frecuencias que iban desde los 2.3 GHz hasta los 3.2 GHz, como TDP desde 65W hasta 136W, de la gama Core 2 Extreme.
A Intel se les acumulaba las ideas, teniendo la familia Yorkfield y Kentsfield al mismo tiempo. En cuanto a la gama Xeon, eran los últimos coletazos del socket LGA 775, ya que se empezaba a equipar el LGA 711. «Lamentablemente», no veríamos más Xeon con este socket.
A finales de 2008, Intel sacó una familia de procesadores llamada Nehalem, la cual sería una primera generación plagada de novedades. La compañía ofrecería 3 gamas: Core i3, Core i5 y Core i7 ¿Os suenan de algo?
Era el comienzo del DDR3, los 12 MB de caché L3 y un sinfín de nuevas tecnologías que darían que hablar. Por otro lado, estos procesadores no se lanzarían hasta 2009.
Como no hemos encontrado una información veraz que afirmara que el fin de LGA 775 se dio con la salida de los nuevos procesadores Intel, suponemos que terminaría en 2011.
Aunque en 2009 saliesen los nuevos procesadores Intel, la familia Core 2 Quad se seguía vendiendo, lo que significaba que el socket LGA 775 seguía en funcionamiento. De hecho, en 2009, se lanzó el último Core 2 Quad, que tendría como nombre Q9505, un procesador que funcionaba a una frecuencia de 2.83 GHz, una velocidad de bus de 1333 MHz, un TDP de 95W y era compatible con el LGA 775.
En julio de 2011 se produjo la retirada de los procesadores Core 2, quedando relegados a la arquitectura Nehalem. Tendríamos que esperar hasta 2012 para ver suspendida la fabricación de estos procesadores.
Siguiendo las leyes de la obsolescencia, diríamos que este socket está obsoleto y no tiene funcionalidad práctica a día de hoy. Por el contrario, en sus últimos años, sacaron placas base que soportaban Memoria RAM DDR3, por lo que no parece una locura reciclar un equipo con esta tecnología.
Una gran comunidad de usuarios ha resucitado al legendario Socket T como opción gaming low-cost. De esta manera, con la compra de componentes de segunda mano, conseguían armar un PC capaz de correr el Witcher 3 a unos 30 FPS en gráficos medio ¡Todo esto con un PC que no llega a los 200€!
En juegos menos exigentes, como el GTA V, se pueden llegar a los 60 fps sin problemas, con una simple GTX 760 de Nvidia.
Además, existe un MOD con el que convertir una placa 775 a una 771 con el objetivo de hacer un upgrade de Intel Xeon y aprovechar las series L45XX, E54XX y X54XX.
Como veis, es el único socket que se ha rescatado casi 10 años después para darle un nuevo uso. No todas las historias tienen que tener un final triste.
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