Sin duda, tener una unidad de estado sólido en nuestro ordenador es una de las mejoras más importantes para tener una fluidez y una comodidad de trabajo que pocos usuarios conocen. Una dificultad a la hora de elegir el SSD adecuado para nosotros, es la cantidad de modelos que existen. No te preocupes, hoy te traemos esta guía para ayudarte en la elección y hacer una buena compra.
Índice de contenidos
¿Qué es un SSD y en qué se diferencia de un disco duro?
Un SSD (en inglés, Solid State Drive) es un dispositivo de almacenamiento de datos que utiliza un tipo de memoria no volátil (flash) para almacenar los datos, en lugar de los discos magnéticos de las unidades de discos duros (HDD) habituales hasta ahora. ¿Ventajas? Son menos sensibles a los golpes, no suenan y su tiempo de acceso y de latencia es mucho menor.
Al contrario que las unidades de estado sólido, los HDD tradicionales almacenan los datos en discos (platos) empleando un cabezal móvil que se va desplazando cada vez que queramos acceder a nuestros datos. Esto es un proceso muy lento debido al movimiento mecánico de estos componentes. Es cierto que permiten más GB siendo más baratos, pero, una vez que pruebes un SSD no querrás volver atrás
Formatos de SSD, ¿Mi portátil es compatible?
El formato que más se utiliza es el estándar de 2,5 pulgadas (igual que los discos duros de 5400rpm). También hay un factor de forma más reciente que está ganando popularidad: el estándar M.2. Tienes que comprobar qué tipo de unidad utiliza tu portátil u ordenador de escritorio, normalmente el formato más común es el M.2 2280. Por lo general, si se trata de un portátil es muy probable que tengas como mínimo capacidad para instalar un SSD de 2.5 pulgadas.
Precio de los SSD ¿Cuánto puedo gastar?
El presupuesto es clave, es el que define totalmente nuestra decisión. Normalmente las unidades de menor capacidad suelen ser las más asequibles en las gamas de 120GB (20-30€), 250GB (30-50€), incluso 500GB (40-70€). No obstante, las unidades de gran capacidad son muy caras, especialmente si se miden según el precio por gigabyte (GB).
Rendimiento del SSD ¿Qué uso le voy a dar?
Los SSD son tan rápidos que la interfaz SATA III se queda pequeña para el potencial que tienen. Es entonces cuando aparece el protocolo NVMe o Non-Volatile Memory express o PCIe. Existen unidades con formato M.2 que utilizan la interfaz SATA, y otras que usan la interfaz NVMe o PCIe. Las unidades SSD M.2 SATA y M.2 NVMe solo se diferencian externamente por un pequeño detalle: las muescas en el conector. Mientras que las M.2 NVMe solo tienen una muesca en su conector, las unidades M.2 SATA tienen dos muescas.
Los discos con formato SATA III estándar sólo admiten una velocidad máxima de transferencia de 600MB/sg. En cambio, las M.2 que utilizan PCIe son las unidades más rápidas que vas a encontrar en almacenamiento sólido de consumo. Utilizan la interfaz nativa PCI-e para disparar su rendimiento hasta un máximo teórico que llega a multiplicar por cinco el de las unidades de estado sólido conectadas a SATA. Aunque en sus inicios su precio era muy caro para el gran consumo, las distancias frente a SATA se están reduciendo y por ellas pasan el futuro del almacenamiento en PC.
Capacidad, ¿Cuántos GB necesito?
La mayoría de las unidades SSD con un precio razonable se encuentran entre los 120GB y los 500GB, aunque esto cambia rápidamente según va pasando el tiempo. Cada vez podemos comprar más capacidad por menos dinero, ahora un 1TB de Samsung te puede costar unos 135 a 140 euros. Al final y al cabo depende mucho de cada usuario y el presupuesto como comentábamos antes, pero como mínimo recomendamos un SSD de 250 GB
Resistencia, ¿Cuánto me durará mi unidad?
La vida útil del disco, el parámetro más importante para muchos usuarios, se indica con los terabytes totales escritos (TBW) y en años. Esto va ligado al tipo de memoria NAND flash utilizada. En la actualidad, las más utilizadas en los SSD son las de tecnología TLC (Triple-Level-Cell) y MLC (Multi-Level-Cell) y QLC (Quad-Level Cell).
Las memorias TLC ofrecen el rendimiento y la fiabilidad que necesita cualquier usuario medio. Los usuarios más exigentes, que requieren más estabilidad y rendimiento de trabajo de su SSD, deberían fijarse en discos con memorias MLC, la cual supera a su competidora a nivel de rendimiento y fiabilidad.Obviamente como hemos comentado anteriormente, una unidad con memoria QLC tendrá menos durabilidad que una con MLC, eso sumado a su gran caída de las lecturas secuenciales, llegando a ser peor que un HDD.
En general, a menos que quieras tú SSD para montar un servidor o en algún otro escenario en el que se esté escribiendo casi constantemente, todas las unidades de hoy en día están clasificadas con suficiente resistencia para funcionar durante al menos 3-5 años.
Conclusiones acerca de que SSD elegir
No nos queremos enrollar mucho con tecnicismos, pero si podemos ayudarte dependiendo del uso al que le vayas a dar al PC.
¿Eres un usuario “normal” el cual busca un SSD para agilizar su sistema operativo y sus juegos preferidos?
Entonces, lo más acertado para tu uso sería elegir un disco con formato 2.5 pulgadas SATA III de 250 o 500 GB, no tendrás ningún problema en cuanto a rendimiento y reducirás los tiempos de carga de tus programas y juegos favoritos.
¿Eres un usuario “más exigente” el cual busca una unidad para edición o tareas muy pesadas?
En ese caso, lo mejor sería un SSD formato M.2 NVMe sobre los 500GB como mínimo, el cual te va a permitir la máxima velocidad posible y tus proyectos no se verán ralentizados
Te recomendamos la lectura de los mejores SSD del mercado que es la guía más completa que existe en la red, al menos en habla-hispana y en castellano.
Hasta aquí nuestro articulo de como elegir un SSD. Nosotros siempre recomendamos modelos como el Samsung 860 EVO por su calidad / precio. Si tienes alguna duda o cualquier aportación interesante, puedes dejarla en los comentarios.
