Los nombres son una fuerza poderosa cuando vamos a adquirir un producto, la familiaridad y confianza que algunos de estos tienen para nuestro subconsciente puede llegar a ser un factor de peso en nuestra decisión final. En el mundo de los procesadores, pocos nombres hay con mas peso que Pentium o Celeron, y a pesar de ello hace mucho que no están en la primera linea del rendimiento en procesadores, sino en su gama baja. Hoy queremos hablar los problemas de los procesadores de gama baja en portátil a través de los modelos de Intel.
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Como ya hemos dejado caer, los nombres Pentium y Celeron, que eran la punta de lanza de las lineas de productos de Intel; hoy son poco mas que la forma de denominar a la gama baja del gigante azul. A pesar de ello, estos procesadores comparten muchas similitudes con sus hermanos mayores de cada generación, siendo en escritorio incluso una opción plausible para un equipo de gama baja. Una historia que ya adelantamos que no se repite en portátiles.
La última iteración de procesadores Pentium por parte de Intel saltó de los números a los metales preciosos con la denominación Gold y Silver, nombres que permearon también hacia la serie dedicada a portátiles. Sin embargo, los procesadores de este calibre más extendidos (aún hoy) entre portátiles son la Serie N4000 y N3000 de procesadores Pentium y Celeron, por lo que serán en los que nos centremos hoy.
Concretando más, el antiguo nombre en clave de estos procesadores era Apollo Lake, usado para los procesadores Pentium, Celeron y Atom. Todos ellos basados en la arquitectura Goldmont, que bebe de la arquitectura Skylake que encontramos en sobremesa en muchos aspectos; uno de ellos es su litografía, de 14nm. Apollo Lake fue desarrollado como una arquitectura de baja potencia y consumo, destinada a dispositivos que se beneficien de la eficiencia energética. Aún hoy sigue siendo de interés para Intel, que desarrolla nuevas iteraciones de esta.
A razón de lo expuesto en el apartado anterior, se trata tambien de procesadores con un rendimiento muy humilde, especialmente en los Atom. Los Pentium y Celeron, por otro lado, intentan sacar el máximo partido a las especificaciones de la arquitectura, por lo que tienen mejores resultados en la mayoría de escenarios, al menos cuando hablamos de rendimiento bruto.
Sin embargo, estos números se alejan mucho de lo que podemos encontrar en procesadores para portátil de gama baja pertenecientes a la nomenclatura Intel Core. Tanto los Core-Y (tambien destinados a la eficiencia energética), como los Core-U para portátil superan por mucho cualquier cosa que tenga que ofrecernos los Pentium y Celeron de Apollo Lake por un precio, según el MSRP de Intel, muy parejo en muchos casos.
Además, este rendimiento no está exento de costes, un impuesto que se paga a través de temperatura y tiempo de uso para los equipos portátiles, donde vemos normalmente las iteraciones más potentes de estos procesadores. Huelga recordar que los Intel Apollo Lake fueron desarrollados, en primera instancia, para equipos portátiles de perfil bajo, como por ejemplo notebooks o mini-PC.
Sabiendo lo expuesto en el apartado anterior, nos resulta mucho más fácil hablar de forma positiva de los procesadores Core-U y Core-M, ya que ambos afrontan mejor la necesidad de utilizar un procesador de bajo consumo sin comprometer de una forma tan acusada el rendimiento.
Los Core-U constituyen una opción más asequible y más eficiente que los Pentium y Celeron; mantienen un rendimiento superior en la mayoría de escenarios sin variar de forma muy acusada el precio de la gama más baja de estos procesadores. Los Core-Y son las versiones de bajo consumo de estos procesadores, por lo que, a cambio de una pequeña bajada en el rendimiento. En muchas ocasiones presentando modelos sin ventilación activa, como vemos en los procesadores Goldmont.
Si movemos el foco hacia la compañía de rojo nos encontramos con una situación muy similar. En el caso de AMD, los procesadores de gama baja para portátiles están constituidos por la serie AMD-E de APU de bajo rendimiento. Estos procesadores comparten objetivo con Apollo Lake: humildes en potencia, completos en funciones y muy eficientes energéticamente.
Sin embargo, el problema detrás de estos procesadores lo encontramos en su arquitectura y alternativas. Los AMD-E que podemos encontrar aún hoy día en el mercado están basados en Zacate, una litografía anterior a los actuales Ryzen-U para portátil (entre los que se incluye el Athlon 300U) y muy superados por estos en potencia y diseño térmico.
[irp]Tanto los procesadores Celeron y Pentium, como los AMD-E para portátiles están lejos de ser malos procesadores. Los procesadores de gama baja para potátil, y los problemas derivados de ellos en este texto, atienden más a sus circunstancias que a la calidad del propio producto. Son estas circunstancias las que manchan las posibilidades de todas estas CPU, dejándolas en una posición desmejorada con respecto a otras alternativas que podemos encontrar en el mercado.
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Por ello, ante una situación extraordinaria que elimine parte de las observaciones aquí expuestas, podrían llegar a ser una buena opción de compra. Por ejemplo, hace poco los HP Notebook con el Pentium N4200 se encontraban en diversas tiendas por poco mas de 190 euros, momentos como ese son los que pueden sacar a relucir las bondades de estos productos.
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