Tan solo nos quedaba por probar el AMD Ryzen 7 3800X y por fin llegó a nosotros. La versión más potente de la gama Ryzen 7 con 8 núcleos y 16 hilos a 4,5 GHz promete ser una opción ideal para sustituir el 9900K de Intel en equipos gaming nivel entusiasta y sobre todo multitarea y renderizado.
Tras el estreno de estos Zen 2 muchos análisis, noticias y actualizaciones para mejorar esas frecuencias de reloj, veamos como está este 3800X a día de hoy, con la BIOS AGESA 1.0.0.3 ABBA en la Crosshair Hero de Asus.
Y antes de continuar, agradecemos a AMD su confianza en nosotros al cedernos esta CPU para su análisis.
Finalmente ha llegado este AMD Ryzen 7 3800X, la versión potenciada del Ryzen 7 3700X que nos ha llegado con una presentación similar a la del resto de sus hermanos de gama excepto el 3900X. En resumen, una caja de cartón flexible finita, toda ella impresa en los colores de la marca, con el distintivo Ryzen 7 y una foto del disipador Wraith Prism en su exterior. Creo que en esta ocasión una caja en cartón rígido como la del 3900X hubiera estado más acorde al coste de esta CPU.
En cualquier caso, tenemos como siempre el lateral descubierto dejando ver la CPU metida en un consistente molde de plástico cerrado junto al disipador, también dentro de su propia caja de cartón. No es lo que aporta mayor seguridad frente al trasporte, pero no es que sea peligroso para la integridad de la CPU.
De esta forma el bundle incluye lo siguiente:
Justamente lo mismo que trae la versión superior con el disipador RGB como el de máximas prestaciones de AMD, lo cual son muy buenas noticias.
Ya solamente queda por ver el poderoso 3950X de 16 núcleos, el cual todavía se está resistiendo a ver la luz. Salvando las distancias, tenemos este AMD Ryzen 7 3800X que viene a ser el sustituto del Ryzen 7 2700X de la anterior generación, mientras que el 3700X sería como el 2700. Una CPU con un rendimiento sobresaliente como luego veremos, aunque aún lejos del 3900X y muy muy cerca del 3700X. Estas nuevas CPU han demostrado tener un excelente IPC con sus transistores de 7 nm FinFET y unos excelentes consumos.
Respecto al diseño exterior, pues no tenemos absolutamente nada novedoso en el respecto a sus hermanos. Luego veremos que en el interior también contaremos con los 3 CCX, así que el IHS de aluminio y cobre está directamente soldado a los DIE (STIM) para que el transporte de calor se haga de la forma más eficiente posible. Algo que se mantiene en toda la serie, y ya incluso se ha optado por esta solución fija para las APU 3200X y 3400X, en lugar de utilizar pasta térmica.
Por el otro lado, tenemos una densa matriz de contactos PGA bañados en oro y que irán conectados al socket AM4 de AMD, el cual parece que se va a mantener por más tiempo entre nosotros. Esto es una excelente noticia de cara a la compatibilidad con generaciones anteriores, ya que en el mismo socket podemos instalar Zen+ y Zen 2. También Zen, aunque en las nuevas palcas X570 no es posible hacerlo, mientras que en las de X470 sí. Esperamos que esto siga así al menos hasta Zen 3.
Algo que también destaca positivamente en estos procesadores incluido, el AMD Ryzen 7 3800X es el disipador. Una CPU tan potente necesita un disipador con rendimiento notable/sobresaliente, y así es este Wraith Prism, la versión de más altas prestaciones de la marca para sus Ryzen.
Este disipador cuenta con una configuración de una sola torre, aunque compuesta por dos niveles si se puede decir. En el primero, tenemos instalado el bloque frio, el cual es íntegramente de cobre de buena calidad con cuatro heatpipes que harán contacto directo con el IHS de la CPU. El bloque tiene una extensión más que de sobra para todo el encapsulado, aunque es cierto que la superficie no está totalmente plana, habiendo pequeñas hendiduras entre los tubos de calor que deberán ser rellenados con la pasta térmica que incluye el mismo.
Como vemos, AMD no ha escatimado en pasta térmica, notando en la imagen un considerable grosor de la misma que a buen seguro, sobrará gran cantidad de ella. Es un compuesto cuya conductividad térmica no conocemos, pero al basarse en metales deberá de rondar los 6-10 Wm/K
El siguiente bloque está justo encima y es de mayor tamaño, también con un denso aleteado que será bañado por un ventilador de 92 mm de diámetro que incluye iluminación RGB y control PWM. Además del ventilador, el anillo exterior que sirve de protección también incluye un anillo de LEDs que podrán ser sincronizados con la tecnología de iluminación de una placa base compatible. Para ello se incluyen cabeceras RGB de 4 pines en el bundle.
Ahora continuamos con las especificaciones detalladas de este procesador, que nos servirá para diferenciarlo mejor con el AMD Ryzen 7 3700X. no daremos un informe tan detallado como en el caso del Ryzen 9 3900X, en el que ya contamos casi todas las novedades que trae esta nueva arquitectura Zen 2, así que pasaos por su review.
En esta ocasión tenemos un procesador con una configuración de 8 núcleos y 16 hilos de procesamiento. En su construcción se han utilizado transistores de 7 nm FinFET fabricados por TSMC que son los que conforman la arquitectura Zen 2. Y al igual que todas las demás CPU, esta también cuenta con tecnología multihilo AMD SMT y el multiplicador desbloqueado y con capacidad de overclocking. Aunque claro, esto sería posible si al menos llegara a la frecuencia máxima prometida, lo cual aún a día de hoy no parece ser posible pese a las constantes actualizaciones de la BIOS.
Centrándonos más en la potencia de estos 8 núcleos, son capaces de alcanzar una velocidad de 3,9 GHz en su frecuencia base, y 4,5 GHz en su frecuencia máxima teórica. Recordemos que el 3700X tiene una frecuencia un poco inferior, de 3,6 y 4,4 GHz respectivamente, Todo esto se hará gracias a la tecnología AMD Precision Boost Overdrive que gestionará el voltaje de la CPU para subir la frecuencia sólo cuando sea necesario. Será importante saber que estos procesadores se basan en chiplets, que básicamente son módulos de 8 núcleos con memoria caché (CCX) en los que el fabricante desactiva o activa los núcleos operativos de cada modelo. En este 3800X contamos con 8 núcleos, de los cuales 4 pertenecen al CCX1 y otros 4 al CCX2 repartiendo así la actividad entre ambos silicios.
En cada uno de estos CCX también tenemos memoria caché, de hecho, en este modelo tenemos un total de 32 MB de caché L3 y de 4 MB de caché L2, siendo 512 KB por cada uno de los núcleos físicos. Finalmente, otro dato de importancia será el TDP del AMD Ryzen 7 3800X que se sitúa en unos 105W, frente a los 65W del 3700X, lo cual es un fuerte aumento de cara a tener en cuenta un futuro overclocking y adquirir un disipador o refrigeración líquida a la altura. Por ahora, ya decimos que no hace ninguna falta.
El tercer chiplet que encontramos en el interior del procesador, pertenece al controlador de memoria, el cual está construido en transistores de 12 nm por Global Foundries. Ahora admite 128 GB DDR4 a 3200 MHz en configuración Dual Channel de forma nativa, aunque por supuesto el perfil JEDEC máximo lo determinará la placa base en cuestión, pudiendo ser de hasta 4800 MHz. Esta CPU es compatible tanto con las placas de anterior generación, con los chipsets AMD B450 y X470, y con las de nueva generación con el chipset X570. De hecho, el procesador tiene soporte nativo para el bus PCIe 4.0, algo que ya hemos probado de sobra y con nuevos SSD NVMe con idéntica compatibilidad.
Pasamos a ver ahora el batería de pruebas correspondientes para este AMD Ryzen 7 3800X, viendo así su comportamiento frente a sus hermanos, y cual ha sido nuestra “lotería del silicio”.
| BANCO DE PRUEBAS | |
| Procesador: | AMD Ryzen 7 3800X |
| Placa Base: | Asus ROG Crosshair VIII Hero |
| Memoria RAM: | 16GB G.Skill Trident Z NEO RGB DDR4 3600MHz |
| Disipador | Wraith Prism |
| Disco Duro | ADATA SU750 |
| Tarjeta Gráfica | Nvidia RTX 2060 Founders Edition |
| Fuente de Alimentación | Cooler Master V850 Gold |
Hemos elegido la misma placa que utilizamos con el 3900X, aunque hemos modificado ligeramente las memorias por otro modelo, y la fuente de alimentación. De igual forma, la BIOS que hemos utilizado es la última versión disponible, la AGESA 1.0.0.3 ABBA que se supone mejora el límite de frecuencia de la CPU.
Para comprobar la estabilidad del procesador AMD Ryzen 7 3800X en valores de stock. La placa base la hemos estresado con Prime 95 Large y refrigeración por aire con su disipador de serie. La gráfica que hemos utilizado es una Nvidia RTX 2060 en su versión referencia, sin más dilación, veamos los resultados obtenidos en nuestras pruebas.
La unidad que nos ha tocado del AMD Ryzen 7 3800X ha alcanzado un máximo de 4,254 GHz, mientras que su límite estaba en los 4,5 GHz, motivo de sobre para entender que estos registros debería ser algo más altos. En cualquier caso, teníamos una limitación similar en el 3700X y el resto de los procesadores Ryzen, por lo que claramente no estamos viendo su potencial al máximo.
Evidentemente no podemos hablar de overclocking hasta que no alcancemos las velocidades máximas admisibles, siendo una asignatura aún pendiente de esta plataforma. No tiene tampoco sentido subirlas de forma manual en la BIOS, ya que obtenemos preciosos pantallazos azules o reinicios en Windows.
Hemos probado el rendimiento con la plataforma entusiasta y los test típicos de benchmark que siempre elegimos. Veamos si supera al 3700X pese a tener todavía una limitación palpable en su frecuencia.
En casi todos los resultados vemos unas diferencias mínimas con el 3700X, lo cual invita a pensar que es fruto de esa limitación en la frecuencia que tenemos en la actualidad.
Y quizás lo que más nos llama la atención son los bajos registros obtenidos en el test de velocidad de las memorias RAM, especialmente a su velocidad de stock de 2133 MHz, muy inferiores al resto de CPU. En busca de respuestas, hemos probado las Royal de 3600 en stock y ocurre exactamente lo mismo. En cualquier caso los valores a 3600 MHz son los esperados.
De igual forma, hemos probado este AMD Ryzen 7 3800X con los 6 juegos que venimos utilizado desde hace algún tiempo, para así tener una referencia con el resto de modelos analizados. Existe una enorme lista de IP, y eso imposible probarlas ni comprarlas todas. Extrapolad estos resultados y los escalones de rendimiento entre CPU para ver más o menos como se comportaría con un determinado juego. Esta es la configuración gráfica utilizada
Como era previsible, este procesador de 8 núcleos nos aporta unos registros espectaculares en la mayoría de los títulos que hemos probado, situándose en la cima de la lista. Especialmente en 1080p sus núcleos e IPC marca las diferencias, ya que a menores resoluciones más importante tiene el rendimiento de una CPU.
El proceso de estrés al que hemos sometido el AMD Ryzen 7 3800X ha sido de 12 horas ininterrumpidas, cuyas temperaturas han sido monitorizadas por HWiNFO. De igual forma, el consumo obtenido ha sido con el conjunto completo tanto en reposo como con GPU + CPU sometidas a estrés con Prime95 y Furmark.
Las temperaturas que hemos obtenido son bastante buenas si tenemos en cuando que el proceso de estrés ha durado unas 12 horas con Prime95 en modo Large. Los 8 núcleos trabajando constantemente a 4,2 GHz aproximadamente, con una temperatura ambiente de 24⁰C nos han dado una media de 64⁰C y algunos picos eventuales a unos 78⁰C. En reposo se mantiene la constante de otros Ryzen, con temperaturas algo elevadas rondado los 40-45⁰C en todo momento.
Respecto al consumo, pues los 7 nm hacen gala de su eficiencia energética con consumos bastante bajos tanto en reposo como en proceso de carga. A esto le sumamos un RTX 2060 que también esta muy optimizada en este aspecto. Con esto no decimos que con una fuente de alimentación de 400W sea suficiente, mejor nos vamos a cifras superiores a los 600-650W para mayor seguridad.
Concluimos con este análisis del AMD Ryzen 7 3800X, una CPU cuanto menos sobresaliente en casi todos sus registros de rendimiento. Un procesador de 8 núcleos y 16 hilos con 32 MB de caché L3 que básicamente es el sustituto del 2700X que en la anterior generación era el mejor de su clase.
Vemos por los resultados de los benchmarks que está compitiendo de tú a tú con su hermano menor, el 3700X que incluso en algunos casos arroja unos resultados casi idénticos. Especialmente en la simulación de PCMark 8 hemos visto una puntuación altísima, y muy buenos registros en el apartado gaming y con valores que no lo sitúan en una posición clara frente al resto de CPU Ryzen 3000.
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Aún con la actualización AGESA 1.0.0.3 no hemos llegado a las frecuencias máximas de 4,5 GHz que promete el fabricante. Por supuesto, será imposible hacer overclocking todavía, y tendremos que confiar en Precision Boost Overdrive para que gestione de la mejor forma posible la frecuencia. Esperamos ver pronto su capacidad máxima, ya que para eso vamos a gastarnos el dinero.
Otro aspecto positivo y obvio es el usar el disipador Wraith Prism, que aunque no haya cambiado de diseño, sigue siendo tan bueno como siempre. Lo abalan esas buenísimas temperaturas bajo estrés prolongado de 64⁰C
Actualmente se encuentra en venta que la mayoría de las tiendas de informática, estando a un precio de 410 euros aproximadamente. Sin duda una de las series alternativas tanto para gaming como para renderizado e incluso virtualización. Aunque es cierto que para juegos un 6C/12T será la adquisición más inteligente. Una CPU sumamente polivalente para todas las tareas y a un precio bastante bueno para lo que ofrece.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| – ARQUITECTURA CON EXCELENTE IPC Y 7 NM | – AÚN NO LLEGA A LAS FRECUENCIAS MÁXIMAS EN SUS NÚCLEOS |
| – GRAN RENDIMIENTO Y 8C/16T | – RENDIMIENTO SIMILAR AL 3700X |
| – CONSUMO Y TEMPERATURAS | |
| – POLIVALENTE Y APTO PARA TODOS LOS ÁMBITOS | |
| – DISIPADOR EFICAZ EN BAJAS RPM |
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