Aunque la plataforma AM4 lleva un buen tiempo en el mercado, todavía hay muchos usuarios que usan su longeva placa base AM3+ y muchos se preguntarán: ¿Merece la pena cambiarla? Por este motivo os traemos la comparativa de placa base AM3+ vs. AM4. ¡Allá vamos!
El zócalo (socket en inglés) es una parte crucial de las placas base en los equipos sobremesa, al ser la principal línea de conexión entre el procesador y una de estas placas. Gracias a su existencia, podemos cambiar con libertad procesadores compatibles con una misma placa base, una de las claves a la hora de poder actualizar un ordenador.
Sin embargo, este soporte suele ser limitado, e históricamente estos sockets han tenido una vida relativamente corta, conforme han ido cambiando (y aumentando) las necesidades de los procesadores tanto para alimentarse, como para transmitir y recibir información.
A pesar de estas declaraciones, hay una compañía que se ha jactado de alargar la vida de estas conexiones tanto como le ha sido posible. Hablamos de AMD y su política de mantener estos zócalos durante el ciclo de vida completo de sus arquitecturas.
A raíz de esta costumbre, los zócalos de la compañía suelen ver el paso de diferentes chipsets sobre ellas hasta el siguiente salto generacional, que suele implicar un buen número de actualizaciones y compatibilidades que antes no existían. Hoy queremos ver qué supuso el salto del zócalo AM3+ y su chipset 990FX, a AM4 junto a sus tope de gama: el chipset X370 (primera generación) y el X570 actual.
El zócalo AM3+ fue el resultado de una revisión de su iteración original, el AM3, lanzado en 2011 con motivo de la salida de los procesadores FX de la arquitectura Bulldozer, que perduraría hasta que fuera sustituida por los actuales Ryzen. Como actualización del AM3 original no presentó muchas novedades en cuanto a especificaciones, siendo la más destacable la aparición de Hyper Transport 3.1 en el chipset de mayor gama.
Otras de sus características fueron:
Aunque hoy día sus números no resulten muy impresionantes, la capacidad de soportar hasta cuatro tarjetas gráficas en CrossFireX, o el uso de SATA 3.1 eran características llamativas en ese momento.
En el otro punto del espectro, con muchos menos años a sus espaldas, encontramos el zócalo AM4, el habitual de los procesadores Ryzen y que, según la propia AMD, debería acompañar a dichos procesadores hasta el próximo año como poco.
En este caso, el chipset de más alta gama en los primeros momentos del zócalo fue el X370. Este presentaba novedades tan agradecidas como el uso de USB 3.1 o el soporte a NVMe. Actualmente se ha visto desplazado por los chipset X470 (2018) y X570 (2019), este último siendo el primero de su clase en dar soporte a PCIe 4.0 en la gama doméstica.
La comparativa deja en una clara posición de ventaja a los chipsets pertenecientes al zócalo AM4, más moderno y preparado para los estándares de hoy día, pero esta obvia comparación resulta interesante para ver cómo han cambiado las necesidades a nivel de conectividad y tecnología en la gama doméstica.
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En cualquier caso, la decisión sobre cuál zócalo debes utilizar para tu procesador no corresponde, la mayoría de las veces, tanto al usuario como al propio procesador. Si tienes dudas acerca de cuál es el tuyo, o qué es un zócalo en sí mismo dentro del mundo de la computación, puedes echarle un vistazo a nuestro artículo sobre conceptos básicos sobre procesadores.
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