Sabemos que el socket X299 de Intel puede parecer una estación de trabajo centrada por derecho propio, pero hay una diferencia entre lo que Intel considera una plataforma de grado de consumidor y lo que ellos consideran un entorno para estaciones de trabajo adecuado. Allí es donde entra la serie Xeon W-2200 en acción.
Intel presenta su nueva serie de procesadores Xeon W-2200
Mientras que 18 núcleos en X299 pueden ser para consumidores centrados en la productividad, los procesadores Cascade Lake-X de decima generación de Intel carecen de muchas de las características que exige el mundo de las grandes empresas. Aquí es donde Xeon-W interviene para llenar el vacío, ofreciendo soporte para memoria ECC, niveles extendidos de servicio, soporte para vPro y mejor soporte para Intel VROC RAID.
Xeon-W es el paso entre Cascade Lake-X y Xeons de nivel de servidor, siendo una variante para el socket X299 de Intel que ofrece los niveles de fiabilidad que exigen las estaciones de trabajo profesionales y la promesa de una disponibilidad y capacidad de servicio ampliadas.
Los últimos procesadores Xeon-W de Intel utilizan la misma arquitectura Cascade Lake que los nuevos procesadores X299 de decima generación de la compañía, y ofrecen la tecnología de aceleración de IA «Deep Learning Boost» de Intel. Con esto, Intel puede ofrecer un aumento de rendimiento de 2,2 veces más que su última generación de procesadores Xeon-W en el rendimiento de red neuronal, lo que ofrece a los clientes centrados en la IA una razón clara para actualizarse.
En comparación con una estación de trabajo de 3 años con el chip Xeon E5-1680 v4, Intel afirma que su nuevo procesador Xeon W-2295 puede ofrecer un aumento de 16,1 veces el rendimiento en IA.
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Intel nos muestra que sus últimos procesadores Xeon W ofrecen aumentos de rendimiento de hasta un 10-11% en una amplia gama de cargas de trabajo que van desde la edición de vídeo hasta el diseño en 3D y el desarrollo de juegos.
Si observamos la hoja de especificaciones que aparece a continuación, podemos ver que los precios de los procesadores Xeon-W de Intel han experimentado un descenso significativo con respecto a los de la última generación, al igual que los de los procesadores Cascade Lake-X de decima generación de Intel. Esto hace que la línea Xeon W-2200 de Intel sea extremadamente competitiva en el mercado actual de estaciones de trabajo.
