Qué tarjeta de sonido tengo – ¿Cuál será mejor?

En la mayoría de ocasiones centramos nuestras esfuerzos en dar información sobre procesadores, CPU, tarjetas gráficas o placas base. Pero ¿qué tarjeta de sonido tengo? Esta será la pregunta que un usuario puede hacerse tras leer por ejemplo un artículo sobre placas base. Y es que muchas veces obviamos este importante elemento de nuestro equipo, que no lo echamos de menos hasta que nos damos cuenta de que el ordenador del vecino suena mejor.

Afortunadamente las placas base actuales cuentan absolutamente todas ellas con tarjeta de sonido integrada, y además de muy buenas prestaciones si nos situamos en una gama media-alta. ¿Realmente una tarjeta de sonido externa marca la diferencia? Pues solo si pensamos dedicarnos profesionalmente al mundo de la música o de vídeo, ya que para un uso normal las integradas van de sobra.

Tipos de tarjeta de sonido y su función

Entendemos por tarjeta de sonido el hardware que es capaz de convertir las señales digitales con las que trabaja el ordenador, en señales analógicas para que puedan ser reproducidas por unos altavoces. Un ordenador trabaja solamente con señales digitales, ya sean datos, tareas, y también las señales de sonido. Todo ello pasará por la CPU o el hardware asociado a él, y siempre lo harán en cadenas de 0 y 1 (corriente no corriente).

A diferencia del resto de señales con las que interacciona el usuario, el sonido siempre debe capturarse o reproducirse de forma analógica. El sonido viaja a través de ondas, así que su captura mediante micrófonos se hace con una membrana que vibra y genera la señal que luego será convertida en digital, a esto le llamamos codificación. Cuando pensamos reproducirlo, la señal debe volver a ser analógica para que la membrana de un altavoz vibre y produzca las ondas sonoras, a esto le llamados decodificación.

Uno de los elementos fundamentales de una tarjeta de sonido es su convertidor digital – analógico o DAC como siempre lo llamamos. Este DAC está dentro del dispositivo que gestiona el sonido, que llamamos códec (codificador – decodificador). Esto será lo que debo identificar para saber qué tarjeta de sonido tengo. Tenemos dos tipos, que son las tarjetas de sonido integradas y dedicadas:

• Tarjetas de sonido dedicadas: estas fueron las primeras en aparecer en el mercado. Los ordenadores de primera generación no estaban diseñados para reproducir sonido. De esta forma apareció la prestigiosa marca Sound Blaster, una tarjeta de expansión conectada a una ranura PCI que dotaba a un ordenador personal de la capacidad de captura y reproducción de sonido.
• Tarjetas de sonido integradas: en la actualidad, muy pocas personas usan una tarjeta dedicada, ya que las placas base tienen un codec integrado en su PCB, normalmente en la zona inferior derecha.

Conceptos importantes que debemos conocer

Es importante tener muy presente que solamente merecerá la pena una tarjeta de sonido dedicada si nos estamos dedicando profesionalmente a la edición de sonido, si tenemos un súper sistema de sonido, o somos unos hardcore del gaming. Una de las características diferenciales de estas tarjetas frente a las integradas en placa, es que sus amplificadores admiten mayores frecuencias de muestreo y soportan mayor cantidad de canales de audio.

Y decimos que solo merecerá la pena para este uso por el siempre hecho que la diferencia de rendimiento la notaremos con equipos de sonido muy buenos, y altavoces de calidad profesional. Veamos algunos conceptos que aparecerán en las prestaciones de una tarjeta de sonido:

• Precisión o ancho de señal: se mide en bits, y refleja la calidad del sonido que es capaz de muestrear la tarjeta. Por ejemplo, una tarjeta de 16 bits es capaz de muestrear hasta 32.000 matices de sonido, siendo más o menos la capacidad humana. Esta es la forma de convertir una señal analógica en una señal digital en código binario.

• Frecuencia de muestreo: se mide en kHz, y determina la calidad en la definición de la señal sonora. Mientras mas frecuencia admita, más limpia seña la onda sonora. Va directamente relacionado con el ancho de señal. 24 bits a 192 kHz reflejarían unas prestaciones excelentes, ya que el oído humano solo llega hasta un cierto límite en su frecuencia.

• Voces y canales: las voces o polifonía es la capacidad de emitir múltiples voces o instrumentos independientes simultáneamente. De la misma forma, una tarjeta cuenta con varios canales de sonido, reflejando la cantidad de salidas de audio que puede tener. De aquí sale el concepto de sonido 2.0 (dos altavoces en estéreo), 1 (2 altavoces + subwoofer). Tenemos los denominados sistemas de sonido en 3D con 5.1 (5 altavoces + subwoofer) o 7.1 (7 altavoces + subwoofer) que sitúan los altavoces alrededor de usuario para simular un entorno de sonido real.

• Sensibilidad: se mide en dB y es el nivel de presión sonora que una tarjeta es capaz de entregar o de capturar. Mientras más dB, más fuerte se escuchará el sonido, así que unos niveles altos serían 120-125 dB.
• Impedancia: está relacionado con los amplificadores de auriculares, ya que los altavoces de mayor tamaño tienen los suyos propios. Se mide en ohmios Ω, mientras que un amplificador tiene un valor de impedancia de salida, un altavoz la tiene de entrada, siendo básicamente la resistencia que ofrece al paso de corriente. Por regla general, un amplificador debería tener una resistencia 8 o 10 veces menor que la de un auricular, para que la fidelidad de sonido sea buena. Los amplificadores de placas o tarjetas, suelen tener una impedancia que soporta auriculares de entre 16 y 600 Ω

Salidas de sonido

Para saber que tarjeta de sonido tengo, también merece la pena saber qué tipos de conectores nos puede ofrecer éste y para qué se utilizan.

• Jack de 3,5 mm: serán los conectores que transmiten la señal analógica a los altavoces o auriculares. Estarán diferenciados por distintos colores. Rosa, para entrada de micrófono, Azul, entrada de línea analógica, Verde, salida de audio para señal estéreo, Naranja, salida para subwoofer, Negro, salida para altavoces envolventes o traseros.
• RCA: es la división del canal estéreo en dos conectores Jack de mayor tamaño por separado. Se usa para conectar equipos de sonido o etapas de potencia.
• S/PDIF: interfaz digital Sony/Philips para conectar equipos de sonido con Dolby Digital o sistemas de sonido envolvente.
• MIDI: es una entrada o salida digital que pocas veces la veremos en un PC. Sirve para pasar la señal digital de un instrumento al ordenador (entrada), o para reproducir una melodía en un instrumento (salida).

Cómo saber qué tarjeta de sonido tengo

Pues ya sabemos prácticamente todo lo básico acerca de una tarjeta de sonido, sea integrada o sea dedicada. Así que ahora vamos a ver el tema principal del artículo, que no es otro que saber qué tarjeta de sonido tenemos.

Para ello, existen varias formas de saberlo, y todo dependerá de si el sistema operativo de nuestro equipo ha identificado correctamente éste y ha instalado sus respectivos controladores.

Aprovechamos para informar que las dos mejores tarjetas de sonido integradas disponibles en las placas base actuales son la Realtek ALC 1220 y la ALC 1200.

A través del administrador de dispositivos (poca información)

La forma las sencilla y rápida de saber cuál es el hardware de nuestro equipo, es mediante el administrador de dispositivos de Windows. Eso sí, la información que nos dará será bastante escasa si lo que tenemos es una tarjeta de sonido integrada en placa. A éste podremos acceder pulsando con el botón derecho sobre el botón de inicio para abrir un menú desplegable gris como este:

Ahora nos aparecerá una extensa lista de dispositivos que tiene nuestro equipo. Nos iremos al apartado de “Controladoras de sonido y vídeo y dispositivos de juego”. Desplegamos el contenido de la pestaña y como ya adelantábamos, no disponemos prácticamente de ninguna información acerca de la misma. Al menos, sabemos que nuestro codec es de la marca Realtek. Así mismo aparecerán otros dispositivos como por ejemplo la tarjeta gráfica (Nvidia) al cual tienen sus conectores HDMI y DisplayPort que puede trasportar la señal de audio, y otros dispositivos como auriculares USB con su propia DAC interno.

En este punto, la tarjeta de sonido aparecerá con su información completa de marca y modelo si es una externa con sus respectivos drivers instalados. Windows automáticamente instalada unos controladores y un software genéricos para las tarjetas de sonido integradas en placa, especialmente las Realtek.

De hecho, si escribimos en Windows “Realtek”, posiblemente nos aparezca la coincidencia de “Realtek Audio Console”. Por desgracia este software tampoco nos soluciona la vida demasiado, aunque al menos nos da información acerca de los conectores traseros en uso.

Mediante un software externo (largo, pero infalible)

En vistas a que no hemos obtenido apenas información con el método anterior, vamos a utilizar un software externo para conocer esta información. Pero ojo, porque no vamos a descubrir la tarjeta de sonido de forma directa, sino que primero debemos conocer qué placa base tenemos.

Podemos utilizar dos programas para conocer esta información acerca de nuestra placa base. El primero será CPU-Z, un programa gratuito que nos da muchísima información en solo unas cuantas pestañas. El segundo, es Speccy, un software gratuito de Piriform similar al antiguo Everest que también aporta mucha información perfectamente clasificada en apartados. Curiosamente, no da información acerca de la tarjeta de sonido.

Con el primero o con el segundo en los apartados que se muestran, sabremos marca y modelo de la placa base. En nuestro caso “ASRock X570 Extreme4”

Ahora ¿Qué haremos? Pues irnos a Internet y buscar esta placa en la página oficial de la marca o directamente en nuestro buscador. Rápidamente accedernos a su página de información, e incluso sabremos el nombre exacto de nuestra tarjeta de sonido por esta en la información principal. (Por cierto, ASRock, a ver si enlazas bien nuestras medallas)

El caso es, si nos vamos al apartado de “especificaciones” pues obtendremos esta información bastante más completa según el caso.

Vaya, parece ser que tenemos una tarjeta de sonido integrada bastante buena, siendo la Realtek ALC 1220 junto al DAC NE5532 Premium dedicado para altavoces. Ahora es buen momento para hacer referencia a los conceptos antes vistos, por ejemplo, aparece la cantidad de canales de audio que soporta, la impedancia de auriculares soportada, o sus puertos.

Lo más gracioso será que si nos vamos a la página oficial de Realtek, no veremos absolutamente nada acerca de este codec. Ni siquiera un PDF con el Datasheet hemos encontrado. (Si lo encontráis vosotros describid en los comentarios)

Instalar drivers oficiales

Que ya sé que tarjeta de sonido tengo, lo menos que podría hacer es instalar sus drivers oficiales. Para ello, nos iremos al apartado de soporte de la placa base y descargaremos éstos.

Conclusión y enlaces de interés

Hasta aquí llega nuestro pequeño artículo de cómo saber que tarjeta de sonido tengo. Lo cierto es que, en las tarjetas de sonido integradas, no se nos aporta demasiad información de las mismas, salvo la que quieran compartir los propios fabricantes de placas. Respecto a las placas Asus, debemos tener en cuenta que los codec Realtek están personalizados por la marca, y en lugar de llamadas por su nombre genérico, suele agregar el distintivo S, por ejemplo, Asus S1220.

En cambio, para las tarjetas de sonido dedicadas será bastante más sencillo, ya que fabricantes como Sound Blaster o EVGA tiene una completa página de especificaciones para su hardware en donde podremos conocer todo acerca de ésta. El procedimiento será exactamente el mismo con el Administrador de Dispositivos.

En todo caso no debemos agobiarnos, ya que la calidad de sonido de una tarjeta integrada actual va a ser muy buena para usarla casi en cualquier dispositivo de sonido. Solo merecerá la pena una dedicada para equipos de alto coste o para edición profesional.

Ahora os dejaremos con otros tutoriales sobre las placas base interesantes:

¿Qué tarjeta de sonido tienes tú? Cuéntanos que experiencia de sonido te ofrece o sobre alguna duda o problema que te haya surgido.