Para cualquier aficionado al mundo del PC, el ensamblaje de su ordenador es un momento muy especial, el último obstáculo antes de la catarsis que supone encenderlo por primera vez y ver qué todo está en su sitio.
Pero, a pesar de la estandarización de los componentes y los procesos de montaje, es un tarea laboriosa que hay que afrontar con el entusiasmo y mimo adecuados para completarla correctamente.
Hoy queremos compartir con nuestros lectores un poco de ese entusiasmo hablando sobre las que, para nosotros, son las cinco claves para enfrentarte al ensamblaje de tu equipo.
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Aunque este texto está lejos de ser una guía técnica para el montaje de un equipo, sí que daremos por supuesto que habéis montado antes, o que estáis algo familiarizados con los entresijos del ensamblaje del PC.
Pero, si en tu caso particular, el ensamblar tu propio equipo es una auténtica quimera, os instamos a que le echéis un vistazo a nuestro artículo paso a paso para montar un ordenador, donde se indaga de manera más cercana (y a la vez profunda) tanto en los pasos necesarios, como en las preguntas frecuentes que suelen surgir para los primerizos.
Es imprescindible contar con una zona cómoda donde te sea fácil tanto manejar las piezas con soltura como identificarlas fácilmente.
A lo largo del ensamblaje del ordenador tendrás que rotar, desplazar, volcar y mover en diversas ocasiones, tanto la propia torre, como los elementos que van en ella. Un espacio de trabajo despejado y cómodo te ayudará a hacer todo eso con soltura.
Aunque no instamos a que sea el primer paso para comenzar el proceso de ensamblaje o montaje, una de las cosas que pueden ayudarte a trabajar con más soltura sobre el que será tu futuro equipo es desmontar por completo la torre antes de comenzar a operar sobre ella.
Puede que parezca contraproducente, pero este paso nos ayudará a tener mas espacio para colocar la placa base (y los elementos unidos a ella) y organizar los cables antes de finalizar el proceso de montaje, así como visualizar con más libertad la distribución que haremos para nuestro ordenador y conocer mejor qué distribución queremos.
Actualmente muchas torres se promocionan como “tool-free” (sin herramientas) a la hora de operar con ellas, pero tarde o temprano nos hará falta apretar algún tornillo para colocarlo todo en su sitio. Para esas situaciones agradecerás tener un par de destornilladores Phillips de punta imantada y algún lugar para dejar/recoger de forma segura los tornillos que estés usando. Para la mayoría de situaciones no necesitarás más herramientas.
La imantación es especialmente útil cuando tenemos que usar las herramientas en vertical, o es espacios cerrados, y al tratarse de una capa de magnetismo débil no es posible que dañe nuestros componentes.
Puede que al terminar todo acabe dentro de la torre, pero el orden en el que introducimos los componentes va a determinar cómo de llevadero será el proceso de montaje.
Normalmente, suele comenzarse por montar el procesador sobre la placa fuera de la torre por comodidad, seguido de la memoria RAM, almacenamiento M.2 (en caso de usarlo) y del disipador, u otro sistema de refrigeración que usemos, junto a nuestra CPU.
Esto nos deja con un bloque compacto de componentes antes de colocarlos dentro de nuestra torre para evitar tener que lidiar con la falta de espacio. Generalmente, este será el procedimiento ideal: introducir los componentes por bloques. Además de ser un momento ideal para comprobar que la placa, el procesador y la RAM están en perfecto estado.
La interfaz térmica térmica es un elemento casi indispensable para nuestro disipador. Se encarga de facilitar el contacto y la transmisión de calor entre el IHS (la placa plateada de nuestro procesador) y el propio disipador, y su ausencia suele desencadenar problemas graves de temperatura para nuestro PC.
Generalmente, un disipador nuevo vendrá con algún tipo de pasta térmica per-aplicada para hacer más fácil la vida a sus usuarios, pero dada la calidad que tienen generalmente, si tienes una buena marca a tu disposición te instamos a cambiarla antes de colocar la refrigeración para el procesador.
Para hacer esto adecuadamente en el caso de que tengas alguna duda, te recomendamos que leas nuestro artículo sobre las interfaces térmicas para conocer todo sobre ellas, desde sus tipos, hasta como aplicarla.
Para muchos usuarios, la electricidad estática es un enemigo silencioso que acecha para atacar a las piezas más delicadas de nuestro equipo mientras lo ensamblamos.
La realidad es que la cantidad de energía estática que tendríamos que almacenar para verdaderamente dañar las piezas de nuestro ordenador es enorme, se trata de un escenario algo alarmista. Aún así, si te sigue preocupando, eliminarla es tan sencillo como acercarte a un objeto metálico con toma de tierra. Un grifo cerrado, o tu fuente de alimentación conectada a la corriente (y sin encender) son dos vías fáciles.
Es habitual dejar para el final la organización del cableado, una vez ya tenemos dentro todos los elementos de la torre, pero ese procedimiento suele terminar con un resultado peor del esperado.
Idealmente, deberías comenzar a planificar cómo vas a ordenar el cableado de tu ordenador antes de siquiera empezar a montar el equipo, comprobando qué espacios tiene tu caja dedicados a ellos y cómo puedes ubicarlos dentro de ella sin que dificulten el paso del aire al equipo, ni queden como una suerte de jungla de goma en la parte trasera de la torre.
Para conseguir esto, te instamos a que compruebes qué cables de tu fuente de alimentación (PSU) vas a necesitar en tu equipo y que trastees con ellos antes de montar la placa. Una fuente modular te ayudará a eliminar cables innecesarios, mientras que una tradicional requerirá que aproveches el hueco interior de la montura para la PSU de tu torre.
Otra herramienta útil son cintas, bridas, o sujeciones para agrupar cables que se dirijan hacia los mismos puntos del interior de la torre, un modo elegante de mantener todo en su sitio y al que suele ser bueno recurrir conforme vamos haciendo uso de los cables involucrados en el equipo.
Cada ordenador es único y cada placa un mundo. Por suerte, ese mundo suele estar explicado con detalle en su manual.
La mayoría de dudas que puedas tener sobre el montaje de tu equipo, como la ubicación de las conexiones de los USB frontales, el controlador de iluminación RGB, o los botones del panel frontal (por poner varios ejemplos), vas a encontrarlo en el manual de tu placa base.
Por otro lado, hay torres que son un auténtico desafío por sus dimensiones o peculiaridades, a las que agradecerás tener un manual que explique los entresijos de su estructura.
Te recomendamos la lectura de nuestras siguientes guías:
Seas un simple aficionado o un auténtico maestro a la hora de ensamblar un equipo, siempre debes tener presente la información que puedes encontrar en estos manuales, por lo que te recomendamos tenerlos a mano durante todo el proceso. Con esto terminamos los consejos sobre el ensamblaje del PC. ¿Qué os han parecido? ¿Queréis aportar alguno más?
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