Los dispositivos USB Killer llevan bastante tiempo en el mercado y desde su creación han sido productos polémicos. Aún hoy día puedes comprarlos en la página web oficial, pero sus aplicaciones son algo complejas de explicar. Aquí te enseñaremos su trasfondo, sus cometido principal y algunas de sus consecuencias.
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Comencemos hablando de qué son los USB Killers y qué finalidad tienen, ¿no?
Los USB Killer son unos dispositivos con la apariencia de un pendrive común, pero que no sirven para almacenar datos. Por dentro llevan un circuito electrónico especializado en almacenar energía para después lanzarla toda de una descarga. El proceso es casi instantáneo y puede destruir portátiles, móviles, torres y casi cualquier otro sistema electrónico.
Ahora, quizás te estés preguntando: «¿Y qué utilidad tiene este dispositivo?». Pues lo cierto es que la funcionalidad principal por la que fue creado era para testear las defensas de la tecnología actual.
Los creadores concibieron el primer modelo de USB Killer para alertar de la baja seguridad (en cuanto a circuitos) que llevaban la mayoría de marcas. Con este dispositivo, buscaban que las empresas empezasen a usar su producto para testear y mejorar sus sistemas, aunque actualmente no muchas lo usa.
Según la propia página web, hasta un 95% de los dispositivos que usamos día a día son susceptibles a una sobrecarga letal de un USB Killer. Se han hecho numerosas pruebas controladas y apenas unos aparatos son resistentes a esta clase de ataques.
Este producto ya ha pasado por diferentes actualizaciones y hoy día nos encontramos ya en la tercera iteración. No obstante, la mayoría de dispositivos aún siguen siendo vulnerables incluso a la primera, menos potente y más primitiva versión.
Aquí te dejamos un ejemplo de cómo funciona el USB Killer v2 sobre un portátil de pruebas. Cabe destacar que antes de testear el pendrive usa un escudo anti-descargas que nos puede proteger de estos ataques.
Como podrás intuir, en un dispositivo de tales dimensiones y por un precio no muy alto no cabe tecnología muy puntera. Más aún si su finalidad es la de freír otros dispositivos, es decir, no es nada específico o delicado como un teléfono móvil o algo similar. Y lo cierto es que estarías bastante en lo correcto.
El USB Killer usa principalmente un set de condensadores para almacenar energía. Para simplificarlo, se trata de unas placas metálicas paralelas que al recibir electricidad generan un campo eléctrico. Cuanto mayor sea dicho campo eléctrico, mayor será la energía almacenada.
Normalmente, esta energía es expulsada de forma progresiva, como si de un cuentagotas se tratase. Sin embargo, el USB Killer usa un mecanismo para lanzar una descarga que concentra toda la electricidad acumulada.
Las descargas podían alcanzar los 110V en la primera versión, y en esta última alcanza con normalidad los 210 – 220V. Si tenemos en cuenta que un portátil (al cargarse) recibe un voltaje constante medio de 12 – 25V, ya te puedes imaginar las consecuencias fatales.
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Pese a que el uso recomendado por los creadores es el de testear la resistencia de dispositivos ante ataques eléctricos, no todos los usuarios lo usan para este fin.
Debido a su reducido precio y venta al público común, cualquier persona puede hacerse con un USB Killer por alrededor de 50€. Esto permite que personas corrientes testeen sus equipos, pero también que otras lo usen para fines maliciosos.
Como si de un cuchillo se tratase, hay quienes lo han usado para hacer actos maliciosos. Como te imaginarás, la empresa se exenta de cualquier mal que procuren sus productos y toda responsabilidad recae en el usuario.
Desde Profesional Review te recomendamos no hacer ninguna locura con estos dispositivos. Te recordamos que hacer vandalismo en cualquier dispositivo de terceros es delito y puedes ser llevado ante la ley. Recuerda siempre que ‘un gran poder conlleva una gran responsabilidad’.
Pero, ni corta ni perezosa, sabemos que la parte curiosa y despreocupada de algunas personas han tomado el control alguna que otra vez. Por eso no es raro ver noticias como esta salir en algunos periódicos.
Volviendo al uso responsable de estos dispositivos, puede que te interesen los productos relacionados. El grupo creador de USB Killer ha patentado otros aparatos para tareas complementarias.
Por ejemplo, el NFCKill es un dispositivo muy parecido, aunque en lugar de conectarse vía USB-A, utiliza la tecnología NFC (Near Field Connection). Sin embargo, este invento no sirve para destruir dispositivos, sino para deshabilitar el NFC de los aparatos a los que expongamos al NFCKill.
Otros aparatos que quizás te interesen más son los adaptadores de conexión del USB Killer para que pueda conectar vía USB-C, Micro-USB o Lightning. Su uso es más bien sencillo: permitir la conexión a diferentes dispositivos que carecen de USB-A.
Por último, te hablamos del Test Shield, una especie de adaptador que protege nuestro puerto USB de ataques eléctricos. Nos permitirá testear el funcionamiento de nuestro USB Killer y, además, también nos defenderá de robos de datos por conexiones desconocidas.
Por otro lado, para determinar si un dispositivo es un USB Killer camuflado, el Test Shield cuenta con dos cables que generarán una chispa al rozarse si está corriendo más energía de la debida.
La verdad es que los USB Killers nos recuerdan a la trama de una película de superhéroes. Están a la alcance de muchos y son dispositivos con los que se puede hacer el mal muy fácilmente. No en balde, estamos en la vida real, así que no te recomendamos pasarte de listillo/a.
El punto importante es que USB Killer es un aparato cuya finalidad real es noble. A menudo, las empresas recortan en seguridad, materiales o calidad solo por maximizar beneficios y eso es algo que los usuarios deben denunciar.
Ya algunas empresas usan USB Killer para mejorar algunos de sus productos, pero creemos que todas deberían hacerlo. Hay una cantidad inconcebible de tecnología que es vulnerable a esta clase de ataques y las medidas para contrarrestarla son más bien escuetas.
Por suerte, solamente destruye ciertas partes electrónicas de los dispositivos, así que en un caso importante se podría recuperar la información del equipo.
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Como ves, el mundo está en un punto interesante.
Cada vez tenemos tecnología más potente y, sobre todo, eficiente, pero no avanzamos igual en todos los campos. La seguridad tanto cibernética como física debería ser una cualidad primordial del avance y dispositivos como este permiten el desarrollo. No obstante, nunca sabemos cuándo la industria se centrará en estos temas, así que todo lo que nos queda es esperar.
Y a ti, ¿qué te parecen los USB Killer? ¿Pagarías sus 40-50€ para molestar a otra persona? Comparte tus ideas en la caja de comentarios.
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