Seguramente haya leído por activa y por pasiva que comprarte un procesador AMD gaming, es, a día de hoy, la mejor opción posible con los nuevos AMD Ryzen 3000 lanzados a mediados de año. ¿Es realmente una opción mucho mejor que la anterior generación? ¿Ha superado AMD a Intel en este tipo de procesadores?
Todo esto lo veremos en este artículo, así que estate atento para ver todos los detalles acerca de la nueva arquitectura de AMD, ya que avisamos, todo no es perfecto, pero su poder ha sido puesto de manifiesto.
Seguramente las palabras que más aparecen en los medios de comunicación de hardware en estos meses sea “AMD Ryzen 3000”. Y es que no solamente se trata de una generación más recién salida del horno, también ha significado un enorme paso delante de Advanced Micro Devices en la pugna que mantiene desde hace más de 30 años con su eterno rival Intel Corporation.
Hasta no hace demasiado, todo usuario que se planteaba actualizar su equipo gaming fijaba su vista en los procesadores Intel. Sobre todo, si tenía un presupuesto sólido, los Intel Core i5, i7 e i9 era de largo la mejor opción. No solo en potencia de procesamiento, sino también en compatibilidad con tarjetas gráficas, periféricos, programas y en general, juegos 3D. Pero ahora las tornas han cambiado, y con la llegada de esta nueva generación de procesadores el rendimiento puro para multitarea y renderizado es bastante superior a las mejores CPU de Intel para equipos de escritorio.
En primer lugar, veremos las principales novedades que tenemos en esta nueva arquitectura de AMD con proceso de fabricación de 7nm firmados por TSMC. AMD no solo ha disminuido el tamaño de los transistores que conforman el procesador, sino que ha mejorado prácticamente en todos los aspectos el manejo de instrucciones y operaciones.
La reducción de tamaño hace que en un solo silicio quepan muchos más transistores, además, AMD no ha usado 7 nm para todos los componentes, lo que ha llevado al fabricante a optar por un sistema de montaje basado en chiplets. Los chiplets o complejos CCX como ahora se llaman, son módulos con un número fijo de núcleos instalados en su interior, de hecho, contamos con 8 núcleos y 16 hilos por cada unidad CCX. Estando divididos en bloques de 4 físicos y 8 lógicos, ya que en todos los casos se utiliza la tecnología multicore AMD SMT. Dentro de estos CCX tenemos también incluida la memoria caché L1, L2 y L3. Contamos con una configuración de 32 MB de caché L3 por cada CCX, 16 MB por cada 4 núcleos. La L2 se ha mantenido igual, con 512 KB por cada núcleo, mientras que la caché L1 consta de 32 KB en L1I y L1D.
Pero aún existen elementos construidos en 12 nm como es el PCH (Platform Controller Hub). Aunque este controlador de memoria se ha rediseñado completamente bajo la denominación de Infinity Fabric, capaz de trabajar a 5100 MHz. Estos admiten velocidades DDR4-3200 MHz y una capacidad de hasta 128 GB.
Algo que nos interesa mucho de esta generación es que AMD ha dotado de mucho más poder sus núcleos, con un aumento de entre el 13 y 15% del IPC (instrucciones por ciclo). El rendimiento en los cálculos de enteros también ha mejorado significativamente, ya que ahora el ancho de banda de carga es de 256 bits en lugar de 128 bits soportando instrucciones AVX-25, y se ha añadido un predictor TAGE y una tercera AGU para mejorar la búsqueda de instrucciones y e intercambio de información entre los núcleos.
Finalmente, AMD ha mejorado también su capa de seguridad por hardware, dotando sus Ryzen de inmunidad frente a Meltdown, Spectre V3a, Foreshadow, Lazy FPU, MDWS y Spoiler. Algo que no puede decir Intel incluso con sus CPU de 9ª generación, que necesitan tapar estos agujeros con parches de software y BIOS.
Todo no puede ser bueno, y lo cierto es que estas CPU también tienen algunos problemas que a veces se convierten en verdaderos quebraderos de cabeza. AMD no puede negar que es una arquitectura algo verde, y que ha salido a marchas forzadas para dar un mazazo a Intel.
Se han detectado numerosos y recurrentes problemas con la gestión del voltaje y las frecuencias de reloj para todos los procesadores de esta generación. De hecho, uno de los problemas más extendidos es la imposibilidad que tienen estas CPU de llegar a su máxima frecuencia de trabajo.
Las BIOS nacieron bastante verdes, y las actualizaciones no se han hecho esperar. Una de estas actualizaciones de BIOS fue AGESA 1.0.0.3ABB, la cual no fue una solución demasiado efectiva. El día 10 de septiembre se liberó el microcódigo AGESA 1.0.0.3ABBA que en algunos casos sí que se han visto mejoras en esta frecuencia máxima, pero se aumenta de forma casi aleatoria en núcleos libres, dejando los ocupados a una frecuencia más baja.
También ha habido problemas recurrentes con algunas placas base la hora de instalar sobre todo el Ryzen 3900X, que nosotros mismos hemos sufrido, especialmente con la MSI X570 Godlike. Otro de los problemas conocidos y parece que ya subsanado ha sido con el juego Destiny 2, no permitiendo entrar en el juego, y su software Ryzen Master, el cual no detectaba correctamente la actividad de la CPU.
Poco a poco estos problemas se irán solucionando, y esperamos que algún día podamos incluso hacer overclocking en esta CPU, ya que su multiplicador está desbloqueado.
Junto a estas nuevas CPU, también ha aparecido toda una gama de placas base con el nuevo chipset AMD X570 que pretende ofrecer el máximo rendimiento a esta nueva plataforma.
Será una actualización importante si queremos comprar las nuevas unidades de almacenamiento M.2 NVMe Gen4, ya que la velocidad que obtenemos es de unos 5000 MB/s en lectura frente a los 3200 MB/s de la anterior generación. Si solo vamos a instalar una tarjeta gráfica dedicada, entonces no será de utilidad al menos día de hoy, ya que con el ancho de banda en PCIe 3.0 tenemos más que de sobra para la actual generación y las resoluciones que se manejan.
En definitiva, casi no vamos a necesitar este estándar, ya que al final los SSD de Gen4 tienen precios bastante elevados, aunque claro, la carga de juegos y programas será más rápida.
Pues esta es la mejor noticia, y sí, los sistemas hardware son perfectamente compatibles unos con otros. La mayoría de BIOS de placas con chipset X470 ha sido actualizadas para soportar estos procesadores, aunque no todas son capaces de lidiar con los Ryzen 9 3900X y 3950X debido a su potencia. La suerte que tenemos con AMD es que sigue usando el socket PGA AM4 en todos sus procesadores Ryzen y Athlon.
Recomendamos encarecidamente mirar antes el apartado de soporte de la placa en cuestión, para conocer su compatibilidad y la versión de BIOS que tiene. Actualmente hay problemas con el microcódigo AGESA 1.0.0.3ABA para placas X400, apareciendo numerosos bugs y pantallas en negro, por lo que ha sido retirado temporalmente.
En el lado contrario también tenemos buenas noticias, ya que el chipset X570 es perfectamente compatible con los Ryzen 2000 y las APU de 1ª y 2ª generación. Debemos tener en cuenta que son placas más caras, y quizás no merezca mucho la pena actualiza ésta y mantener la CPU, además, los Ryzen 2000 limitarán el bus a PCIe 3.0.
En este punto merece mucho la pena ver cómo es el rendimiento de los procesadores en distintas generaciones. Así podremos ver si un procesador AMD gaming supera o no al resto de competencia.
Si echamos manos de los últimos resultados que hemos obtenido durante las Review de estos procesadores, vemos que en rendimiento puro existe una notable mejora respecto a la generación anterior. Por ejemplo, comparando el Ryzen 3600X con el 2600X, 3700X con 2700X y así sucesivamente, todos ellos están muy por encima.
Tomemos ahora como referencia el Intel Core i9-9900K, que es el procesador con socket LGA 1151 más potentes del fabricante. Veremos que en casi todos los casos esta CPU es superada por los Ryzen 3700X y 3900X, obviando el 3950X al que aún no hemos tenido acceso. Es cierto que todavía en rendimiento a un núcleo el Intel se mantiene con estadísticas altas, pero el multinúcleo, velocidad de renderizado, y puntuaciones en benchmarks es superado con relativa facilidad.
¿Y qué ocurrirá en los juegos? Pues aquí tenemos bastantes oscilaciones en las gráficas. En todos los casos que vemos se ha utilizado el mismo banco de pruebas, misma placa, discos duro, y por supuesto mista tarjeta gráfica, con una Nvidia RTX 2060 de referencia.
En general vemos unos resultados muy igualados en todas las resoluciones, tanto con procesadores de 6 núcleos como con 8 y hasta 12 núcleos. El 9900K se mantiene muy en forma, igualando o superando a los Ryzen en algunos títulos en concreto. Pero la tónica general es que los AMD barren su competencia en casi todos los casos.
Lo más importante que aprendemos con estas gráficas, es que en gaming un Ryzen va a dar casi los mismos resultados que un Ryzen 9 o un 9900K, y la diferencia de precio de la serie 3000 no es muy grande. Esto se confirma viendo el gran éxito de ventas que está siendo el procesador AMD Ryzen 3600 y el 3600X.
Mientras que la mayoría de procesadores Intel tienen gráficos integrados a excepción de las variantes F, los AMD Ryzen no tienen IGP en sus versiones normales. Al menos no la línea principal de escritorio, y tan solo las denominadas APU AMD Ryzen 3000G y 2000G son las que cuentan con ellos. Son dos las variantes que encontramos en la actualidad, el Ryzen 5 3400G/2400G y el Ryzen 3 3200G/2200G.
Si tomamos en cuenta por ejemplo una Radeon RX 5700 XT como tarjeta gráfica dedicada, sus cifras se elevan a 2560 núcleos de sombreado, 160 TMUs y 64 ROPs. Cifras muy superiores y que, en resumidas cuentas, hacen que estas APUs no den la talla para ser un procesador AMD Gaming. Veamos las pruebas del Ryzen 5 3400G a resoluciones 1280x720p y 1920x1080p con los gráficos a nivel bajo:
Vemos que los registros se quedan lejos de los mostrados en una GPU dedicada, y jugar a nivel bajo en 720p actualmente no es una opción deseada. Eso sí, estas APU serán una genial opción para equipos multimedia y para juegos tipo puzle o de anteriores generaciones, en donde no tendremos problema alguno de rendimiento.
El siguiente aspecto que merece la pena tocar de un procesador AMD gaming es su capacidad de refrigeración. Y lejos de los disipadores de Intel, AMD sí que nos ofrece bloques de suficiente calidad como para darnos temperaturas bastante buenas incluso bajo procesos de estrés continuado. Los disipadores que montan estas CPU son:
Estas son las temperaturas registras en nuestras review con los disipadores de stock en cada caso:
CPU | Media en reposo | Media en estrés |
AMD Ryzen 5 3400G | 34 | 62 |
AMD Ryzen 5 3600 | 45 | 78 |
AMD Ryzen 5 3600X | 49 | 70 |
AMD Ryzen 5 3700X | 37 | 45 |
AMD Ryzen 5 3900X | 41 | 58 |
Como vemos, quedan lejos del TjMAX del procesador, su máxima temperatura en la unión de los transistores, por lo que, incluso con fuertes estrés se van a comportar bien. Además, el ventilador es bastante más silencioso que el de los Intel, el cual casi siempre está girando a 3200 RPM para compensar la baja capacidad del disipador.
En este punto sí que tenemos como claro ganador a Intel. Tanto los procesadores Ryzen de arquitectura Zen, como los Zen+ y también los Zen 2 tienen una capacidad de overclocking más baja que los Intel. De hecho, todos los procesadores Ryzen tienen su multiplicador desbloqueado, así como los chipsets de sus placas, mientras que Intel solo permite overclocking en sus CPU con el distintivo K.
Las cifras que manejan las CPU del gigante azul son de unos 200 a 300 MHz de forma estable según el procesador y la “lotería del silicio”. Mientras que los Ryzen apenas pueden superar su velocidad en modo turbo máxima. Y ya no hablemos de los Ryzen 3000, los cuales actualmente todavía están teniendo problemas para alcanzar su máxima velocidad admisible con el sistema AMD Boost Precision Overdrive. Así que, ni hablar de overclocking todavía.
El precio siempre ha sido uno de los grandes reclamos para elegir un procesador AMD gaming. Si comparamos por ejemplo el Intel Core i5 9400F con el AMD Ryzen 5 3600, que son dos procesadores de 6 núcleos, tenemos un precio de 150€ para el primero y 213€ para el segundo, hay un salto. Pero claro, el 3600 de AMD tiene tecnología multihilo SMT así que hablamos de 6C/12T, mientras que el 9400 se queda con 6C/6T. Es más, la compra estará justificada debido a que la CPU de Intel es hasta un 62% inferior en rendimiento en algunos test de Cinebench realizados en nuestra review.
Hay que reconocer que AMD ha elevado sus precios en esta nueva generación, pero ahora un Ryzen 5 2600X lo tenemos por unos 160 euros, y su rendimiento será todavía un poco mejor que el 9400F que hemos comentado, y con sus 12 hilos funcionando perfectamente. Y si hablamos de los dos buques insignia i9-9900K y Ryzen 9 3900X, tenemos una diferencia de 60 euros a favor del 9900K, y el rendimiento puro gana de largo el 3900X, aunque en gaming están bastante igualados.
En vista a todo lo que hemos expuesto, parece que quedan claros los puntos a favor y en contra de los procesadores AMD para gaming y otras aplicaciones.
A favor:
A tener en cuenta:
En contra:
Sin más, os dejamos con los modelos de procesador AMD gaming que más recomendamos
Última actualización el 2024-11-24
Recomendamos este 3700X por su buena relación rendimiento/precio, y tampoco necesitamos un 3900X bastante más caro para gaming. 8 núcleos y 16 hilos son más que suficientes.
Última actualización el 2024-11-24
Última actualización el 2024-11-24
El 3600X y 3600 son las dos CPU de nueva generación más deseadas y vendidas, ya que tienen un rendimiento sobresaliente en gaming. ahí están los resultados para demostrarlo.
Última actualización el 2024-11-24
Y si tenemos un presupuesto ajustado, todavía podemos optar por otro 6C/12T a precios de escándalo que irán perfectos para gaming.
Última actualización el 2024-11-24
Finalmente colocamos esta APU de nueva generación para aquellos que estén buscado un equipo mutimedia polivalente y con suficiente potencia para el día a día. Sus gráficos Vega 11 rendirán dignamente a 720p y sobre todo en juegos de plataforma y puzles.
Esperamos que este pequeño artículo haya servido para dar un repaso a la actualidad de los procesadores de AMD y ver cuáles son sus principales ventajas de cara a ser usados para gaming.
Y no solo se trata de jugar, estos procesadores con SMT en todas las unidades se hacen ideales para trabajar en la multitarea, para montar equipos de diseño y sobre todo de renderizado. Es más, el propio Ryzen 9 3900X es ya más potente que el AMD Threadripper 2950X que recientemente hemos analizado para redondear esta plataforma.
Ahora os dejamos con algunos artículos relacionados con el tema de procesadores:
Si hay algún procesador AMD que consideres mejor opción que los que aparece aquí, no dudes en escribirnos en la caja de comentarios contándonos por qué es mejor. ¿Qué procesador tienes montado actualmente en tu PC? ¿Lo cambiarias por un AMD?
En esta guía voy a explicar cómo responder una pregunta recurrente entre los usuarios: ¿cuánta…
Te ayudamos a construir tu PC silencioso, no solo en la elección de componentes, sino…
En esta guía te voy a explicar cómo funciona la herramienta para organizar pestañas de…