Cuando piensas en una gráfica integrada, probablemente te vengan a la cabeza recuerdos de Vietnam. Poca potencia, bajas frecuencias y, sobre todo, bajos fotogramas por segundo. No obstante, la tecnología ha avanzado bastante y hoy te hablaremos de qué tal rinde la Intel HD Graphics 620.
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El primer paso para entender el rendimiento y razón de la Intel HD Graphics 620 es saber qué es una gráfica integrada, así que comencemos con ello.
Una gráfica integrada viene a ser un conjunto de componentes electrónicos capaces de renderizar imágenes calculadas por el procesador. Su trabajo es el mismo que tienen las tarjetas gráficas discretas como las AMD Radeon o las Nvidia RTX, pero la diferencia reside en que están incrustadas en la CPU.
Esta selección de estructura conlleva unas consecuencias importantes como que la refrigeración sea mucho menos eficiente. Por ello, la potencia que las gráficas integradas nos pueden ofrecer es bastante precaria, sobre todo si comparamos la mejo gráfica discreta con la mejor integrada. Esto ha provocado que la comunidad suela evitar siempre una unidad integrada, pero qué tanto hemos avanzado hoy. ¿Existen unidades que nos ofrecen rendimientos respetables?
Lo cierto es que depende en gran medida de qué entiendas por respetable. Actualmente, el liderato de mejores gráficas integradas lo ostenta AMD, puesto que sus gráficas Radeon Vega son conocidas por su gran trabajo. Tanto en videojuegos antiguos y ligeros como algunos más nuevos y exigentes, esta unidad ofrece pelea a todo lo que tenga por delante.
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De hecho, el canal de tecnología y gaming LowSpecGamer suele usarlo a menudo para demostrar cómo jugar videojuegos sin necesitar un dineral. Te recomendamos altamente su canal de YouTube y aquí te dejamos un corto vídeo donde trata (junto a 32Megabytes) cómo exprimir al máximo la gráfica integrada.
Ahora bien, la Intel HD Graphics 620 es un modelo concreto dentro de la prolífica cantidad de gráficas integradas Intel.
Este componente es el compañero de muchos de los procesadores Intel, aunque no destaca especialmente por ser uno de los que mejor rinda. En este apartado, existe una gráfica parecida y ligeramente superior que también está muy presente en las diferentes generaciones: la Intel HD Graphics 630.
No obstante, no perdamos el tiempo fijándonos en otros equipos y determinemos qué nos puede ofrecer esta gráfica:
Intel HD Graphics 620 | |
Frecuencia base | 300 MHz |
Frecuencia dinámica máxima | 1 GHz – 1.15 GHz |
Memoria de vídeo | 32 GiB (compartida con el sistema) |
eDRAM | 64 MiB |
Resolución máxima (HDMI 1.4) | 4096×2304@24Hz |
Resolución máxima (DisplayPort) | 4096×2304@60Hz |
Resolución máxima (eDP) | 4096×2304@60Hz |
Consumo medio | 15 W |
Si te fijas, podemos acceder a grandes resoluciones, aunque esto no significará que vayamos a tener un rendimiento aceptable. Las diferencias con gráficas discretas se hacen capitales cuando nos fijamos en las frecuencias o en la memoria de vídeo dedicada. Ninguna de las dos tienen algún punto de comparación con sus contrapartes «caras», sobre todo porque la VRAM es compartida.
Por este motivo, no demasiada gente suele confiar en que sus gráficas integradas sean uno de los pilares de su equipo personal. Salvo equipos portátiles o builds de bajo presupuesto, siempre es mucho más recomendable conseguir una gráfica discreta.
Sin embargo, debemos recordar que la mayoría de procesadores Intel llevan una unidad gráfica dentro, por lo que la mayoría de usuarios con CPUs Intel tienen una. «¿Y para qué añaden un componente tan inútil a las CPUs?», quizás te estés preguntando.
A continuación te hablaremos de los usos más importantes de estas gráficas.
Aunque el rendimiento de una gráfica como la Intel HD Graphics 620 sea bastante bajo, desde luego no es un componente inútil. Es usada en muchos tipos de builds y, sobre todo, en equipos portátiles.
Continuando este último tema, muchos portátiles dependen de estas pequeñas unidades de cómputo para trabajar. Más concretamente, los ultrabooks no pueden montar de otras alternativas más potentes, puesto que su punto más relevante es pesar lo mínimo.
Asimismo, hay empresas que realizan estudios, trabajos de contabilidad o similares, para lo que una gran potencia gráfica no es necesaria. Por ello, una integrada es suficiente para tareas simples como navegar por internet, usar word o hacer cuentas en una hoja de cálculo.
En cuanto a videojuegos, estas gráficas se muestran bastante débiles, por lo que si quieres jugar nunca debería ser tu principal elección. Solamente podremos jugar a títulos sencillos con pocos efectos visuales y/o polígonos.
Además, también tendrás a mano algunos e-Sports como League of Legends, Dota 2 o Rocket League a una tasa de fotogramas estables. A esta lista no podemos agregarle Counter-Strike: Global Offensive, puesto que en ciertos mapas y con ciertos efectos, el rendimiento acaba por los suelos.
No en balde, recuerda que puedes potenciar ampliamente el rendimiento de tus videojuegos ya sea retocando el apartado gráfico o pequeños detalles de tu ordenador. En el vídeo de LowSpecGamer ahondan más en este tema, convirtiendo a estos componentes en piezas mucho más potentes.
Por último, en el apartado artístico y creativo tenemos unos resultados parecidos a los gaming. Si bien en este punto la gráfica no es tan importante, sí podemos notar una dilatación en el tiempo a la hora de procesar imágenes, renderizar vídeos y demás.
Con un Intel HD Graphics 620 puede que algunos proyectos tarden entre un 50% o 100% de tiempo extra en procesar archivos (en comparación a una build normalita de 800€).
Tenemos que reconocer, que el mundo de la informática es terriblemente amplio y hay espacio para todo. Existen piezas de todo tipo, color y forma, adaptadores para cualquier conexión y,.como vemos aquí, todo tipo de componentes. No obstante, lo más importante es que, pese a que la gráfica integrada parezca un componente al que nadie le daría uso, eso no es así.
Como ya hemos revisado, las integradas son una parte importante de los equipos que ensamblamos día a día.Tanto para equipos antiguos, como ordenadores de trabajo o portátiles ultraligeros las gráficas integradas son algo clave y que probablemente hayas probado.
Te ofrecen lo más que pueden con lo poco que tienen. No en balde, también nos dan algunas ventajas importantes como un precio más bajo o una reducción en peso.
En el artículo te hemos listado una serie de tareas que pueden costarle más trabajo a estos pequeñajos. Si quieres dedicarte a algo de ello o es uno de tus hobbies, no te aconsejamos que dependas solo de un Intel HD Graphics 620 o una Radeon Vega 8. En general, te recomendamos comprar un procesador por lo bueno que sea (sin fijarte en su gráfica integrada) y a una gráfica discreta acorde.
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Pronto, Intel sacará sus gráficas integradas Iris Plus de próxima generación.
Estas gráficas plantarán cara a las Radeon Vega de AMD, las cuales les sacaban mucha ventaja, aunque seguirán teniendo un perfil bajo. Esperamos ver en un futuro gráficas integradas con la capacidad de renderizado de un modelo discreto, pero puede que eso sea soñar demasiado.
Y tú, ¿has vivido usar un Intel HD Graphics 620 u otra gráfica integrada? ¿Crees que un portátil sin gráfica discreta merece la pena? Comparte tus ideas en la caja de comentarios.
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