La unidad de procesamiento gráfico (GPU) es una de las piezas indispensables para el correcto funcionamiento y uso de un equipo, especialmente si este uso está enfocado a tareas basadas en el renderizado de gráficos, ya sea por trabajo o por simple ocio interactivo.
Al ser una parte tan requerida en todo equipo, estos procesadores se encuentran en diversos formatos y un gran número de modelos, que a su vez cuentan con diferentes capacidades y potencia.
De los formatos disponibles, uno de los mas populares entre los usuarios son los procesadores gráficos dedicados o discretos (Discrete GPU), también conocidos como tarjetas gráficas. Un componente que tradicionalmente encontramos en PC y entre los que se encuentran los procesadores gráficos más potentes dirigidos al público general.
Dada su popularidad y su obligado uso, es habitual en una conversación coloquial usar el término GPU indistintamente para referirse al procesador gráfico del que surgen las siglas o a la tarjeta gráfica que constituye un componente por sí mismo, pero como podemos imaginarnos este uso no es del todo correcto. Hoy queremos definir de un modo más técnico a qué hacen referencia estos términos y por qué los usamos incorrectamente a pesar de que este uso esté aceptado por toda la comunidad.
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La importancia de definir cada término
El lenguaje dentro del mundo del hardware es muy técnico debido a la necesidad de identificar y diferenciar correctamente los numerosos elementos en un equipo. Esto aleja dichos términos del uso normal de la lengua que podemos tener en una conversación coloquial, por lo que para conocer la verdadera diferencia entre dos términos tan hermanados como GPU y tarjeta gráfica es indispensable profundizar en sendas denominaciones.
Así, la unidad de procesamiento gráfico (graphics processing unit o GPU) es un procesador especialmente diseñado para operaciones y cálculos relacionados con la renderización de gráficos en 3D. Su especialización las hace muy eficientes en la resolución de operaciones y algoritmos de los que el procesador principal del equipo no puede encargarse de forma óptima. Un ejemplo de estas operaciones podrían ser las del cálculo de coma flotante.
Se utilizan en una amplia variedad de sistemas y suelen presentarse en dos formatos: discreto, que ya ha sido mencionado, e integrado. En función de si forman parte de algunos de los componentes del equipo (Generalmente el procesador) o si cuentan con hardware dedicado exclusivamente al procesador gráfico.
Por otro lado, la tarjeta gráfica, o tarjeta aceleradora gráfica, es una pieza de hardware independiente que integra en un mismo PCB la unidad de procesamiento gráfico junto a elementos necesarios para su funcionamiento, como lo son las memorias (GRAM), conversores (RAMDAC) y conectores y los controladores.
Se trata pues de la encargada de generar la salida de video del equipo en el que están conectadas, por lo que son una expansión de la placa base, a la que se conectan a través de una interfaz para comunicarse con el resto de los elementos del equipo. Actualmente, la interfaz más extendida es PCI-express y es la que probablemente uses en tu equipo para conectar la tarjeta.
¿Por qué usamos ambos términos de forma indistinta?
Las tarjetas gráficas no son el formato más usado en el que encontramos las unidades de procesamiento gráfico. Según la agencia de información JPR, más del 70% de procesadores gráficos que se usan en PC son GPU integradas, siendo a su vez el PC la plataforma donde proliferan la amplia mayoría de gráficas dedicadas.
Sabiendo esto, podemos preguntarnos por qué se usan ambos términos sin atender a su denominación real. La respuesta a ello podemos encontrarla en la atención que suscitan las tarjetas gráficas y a las denominaciones con las que bautizan a los procesadores gráficos.
Como las GPU más potentes del mercado de consumo las encontramos normalmente en tarjetas gráficas, la comunidad de usuarios (Principalmente jugadores) que adquieren estos componentes se dirigen indistintamente a ellas como GPU o tarjeta gráfica, ya que uno engloba a la otra.
A esto se le suma el engorroso nombre de los propios chips gráficos. Por ejemplo, la GPU de una RTX 2080 es TU104 (Concretamente TU104-400A-A1) que a su vez es el mismo de la RTX 2070 Super (En este caso, TU104-410A-A1), por lo que llamar GPU a la RTX 2080 estaríamos en realidad haciendo referencia también a la tarjeta de la gama directamente inferior perteneciente a una serie distinta, pero obviamente un nombre tan obtuso como “TU104” y sus variantes es mucho menos fluido que nombrarlas por su nombre comercial.
Palabras finales y conclusión acerca de GPU o tarjeta gráfica
Por lo tanto, si bien el uso indistinto de los términos GPU y tarjeta gráfica para referirnos a procesadores integrados y dedicados no es técnicamente correcto porque la tarjeta gráfica es un componente independiente que integra una GPU.
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Está tan asentado en la comunidad y supone tal inconveniente aprender las denominaciones reales de estos productos que a la hora de la verdad, cualquier usuario te entenderá uses el término que uses para referirte a nuestros queridos co-procesadores gráficos.