Los monitores curvos, al igual que la televisión 4K, prometían ser una revolución en nuestras vidas hacia una experiencia audiovisual de mayor calidad y más inmersiva. Hoy estamos aquí para hablar sobre pantallas y desmentir o confirmar todas esas dudas y mitos que giran en torno a la comparativa de un monitor plano vs curvo. ¡Let’s go!
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Allá por el pleistoceno usábamos unas fantásticas cajas donde nuestro maravilloso Windows 95 funcionaba a pedales con monitores del tamaño de pañiles de fruta, transmitían imágenes a través del Tubo de Rayos Catódicos (CRT) y tenían más estática que un jersey de lana.
Aunque las pantallas planas LiquidCristal Display (LCD) se empezaron a utilizar comercialmente durante los 80s y 90s, el periodo de transición duró casi diez años hasta que el CRT dejó de ser habitual por la casas frente al LCD y el primer tipo de pantallas LCD fueron las Thin Film Transistor (TFT). Hubo un buen trecho hasta que los TFT pudieron fabricarse curvos, y así llegamos al bombazo de 2012 (para TV, 2014 para monitores) y al meollo del asunto: monitor plano vs curvo.
No, no voy a daros una clase de biología, os aseguro que este apartado está justificado, ya veréis: La visión periférica humana abarca hasta los 180º, mientras que la visión central es de 30º. La periférica está llena de bastoncillos y se centra muchísimo más en la percepción de movimiento, mientras que la central hace cosas más llamativas como los colores o la alta definición a través de los conos. A estas alturas sabréis hacia donde voy: los monitores curvos son inmersivos porque obligan a los bastoncillos a hacer algo con sus vidas.
La pantalla curva prometía ser la panacea, la repanocha, el culmen tecnológico definitivo. El radio de curvatura de estas pantallas replica el del ojo humano, por lo que garantizan proporcionar menor cansancio ocular y una percepción de las imágenes panorámicas más natural, menos “deformada”. Evidentemente comentarios como estos suenan proféticos para los usuarios que pasan largas jornadas delante del monitor, pero no es oro todo lo que reluce.
Efectivamente la experiencia es más inmersiva y su ratio de curvatura/tamaño ideal es de 21:9 (muy cercano al 2:35:1 del cine), pero el auge de los monitores curvos coincidió con el de quererlo todo más y más grande. Sí, evidentemente en el televisor de tu salón no ibas a tener problema, pero un monitor frente a ti de un tamaño desproporcionado no estaba pensado para verse desde tan cerca en tu mesa, por lo que los mareos son comunes en tales casos dado que los bordes de la pantalla desaparecen del campo de visión. Por este motivo, la distancia mínima de visualización recomendada es igual a la curvatura del monitor en milímetros.
Sí, estos monitores están pensados para incluir tu visión periférica en tu experiencia de juego. Es por eso por lo que resultan más inmersivos. Aunque el alcance de nuestro campo de visión es fijo, es posible encontrar diferentes radios (en milímetros) de pantalla entre los que escoger. Lo que indican los parámetros a continuación indican tanto cómo de profunda es la curva que describe la pantalla como el rango desde el cual manejarla. Como punto de referencia, la curvatura que describe el ojo humano es de 1000R.
En general se piensa que cuanto más pronunciada es la curva más inmersiva es la experiencia, pero también tiende a aumenta su precio. Para gaming lo más común son los monitores 1800R o 2300R, pero evidentemente esto es algo que puede cambiar según el consumidor. Igualmente, son las pantallas que menos curvatura ofrecen y entre las que pueden encontrarse los precios más económicos.
En el inicio, los monitores curvos se fabricaban siguiendo los mismos procesos que sus hermanos TFT pero forzándolos a curvarse a la mediación del proceso. Esto es evidentemente una bestialidad, y posteriormente la técnica se fue refinando hasta fabricarse siguiendo dos métodos distintos: In-Plane Switching (IPS) y Paneles de Alineación Vertical (VA). La diferencia entre ambos es que IPS alinea los cristales de los monitores LCD horizontalmente mientras que los PVA lo hace teniendo como referencia la vertical.
Sin embargo, esto no significa que en pantallas sean los dos únicos métodos que existen, y tanto si es para monitor plano como curvo, hay ventajas e inconvenientes en cada modelo. Permitidme una pequeña tabla cortesía de la casa:
Ambos tipos de pantalla son frágiles si las comparamos con los monitores del pasado que podían arreglase con don cachetadas bien dadas. Ahora cualquiera le da un golpecito a su LCD sin pensárselo dos veces.
Sí es cierto que en cuestiones de transporte es recomendable cuidar especialmente la posición del modelo curvo y asegurarse de que está acolchado correctamente para no forzar el ángulo de su pantalla.
En definitiva, podemos afirmar que podemos esperar de ambos modelos de pantalla el mismo rendimiento dado que éste depende mucho más de la calidad de sus componentes, fabricante y ensamblaje.
Hemos elegido los monitores AORUS porque son de los modelos que más nos han sorprendido durante 2018 y 2019. Pero si quieres más modelos, te aconsejamos que le des un vistazo a nuestra guía de los mejores monitores del mercado.
Última actualización el 2025-02-22
Última actualización el 2025-02-22
Última actualización el 2025-02-22
*Aún por salir al mercado, sólo facilitamos la información confirmada hasta el momento
A nivel personal puedo deciros que me parece un artículo fetiche. Por supuesto que una pantalla curva aporta una experiencia diferente, pero no puede ser tan inmersiva como la realidad virtual que actualmente está en constante desarrollo. La percepción de la profundidad se basa en los objetos tridimensionales y el movimiento, por lo que si no os interesa comprar unas gafas VR yo me quedaría con un buen monitor plano a 144hz y 1ms de respuesta antes que una pantalla curva para que mis bastoncillos hagan algo más que haraganear en la periferia. En mi opinión una experiencia de juego suave y fluida es más inmersiva que todas las pantallas curvas del mundo.
La experiencia de la pantalla curva es fabulosa, pero unipersonal. Ese es el motivo por el que los televisores curvos han perdido fuelle mientras que en los monitores aún persiste, aunque sólo sea por el afán de hundirse en píxeles hasta las cejas.
Sin nada más que añadir, esperamos que el artículo os haya sido útil y si queréis compartir cualquier idea no dudéis en dejar comentarios. ¡Hasta la próxima!
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