La marca taiwanesa Thermaltake cuenta con un amplísimo catálogo de fuentes de alimentación en el que se encuentran modelos de todos los rangos de precio y con todo tipo de características. Hoy analizaremos a la Thermaltake Toughpower GF1 su última apuesta de gama media-alta, que rivaliza directamente con algunos de los modelos más vendidos del mercado.
Este nuevo lanzamiento cuenta con certificación 80 Plus Gold, 10 años de garantía, gestión del cableado totalmente modular y promete unos altos niveles de calidad con un rendimiento excelente. Está disponible en potencias de 650 (la que analizaremos hoy), 750 y 850W. ¿Cumplirá todas sus promesas? ¡Acompáñanos en esta review y lo veremos!
Agradecemos a Thermaltake la confianza depositada al enviar este producto para su análisis.
Empezamos, como siempre, haciendo el unboxing de la fuente de alimentación, cuya caja se centra en destacar una importante serie de bondades de la misma, algunas de las cuales tendremos que comprobar si son ciertas (ultra silenciosa, condensadores japoneses, bajo rizado, etc) y otras que ya podemos dar por hechas como sus 10 años de garantía o su gestión del cableado 100% modular.
Sacamos la fuente de la funda y observamos su aspecto externo, que se mantiene en la línea de otras fuentes de Thermaltake, con su característico patrón de rejillas que se extiende también por el frontal y los laterales.
En esta ocasión la fuente no lleva un ventilador RGB, como sí ocurre en otros modelos de Thermaltake, detalle que seguramente sea irrelevante para la mayoría de usuarios. Para quienes sí quieran disfrutar de iluminación en su fuente (si bien no sabemos para qué, realmente), existe la versión «Toughpower GF1 ARGB» (con RGB direccionable) por unos 30 euros más.
La Thermaltake Toughpower GF1 cuenta con un modo semi-pasivo que mantiene el ventilador apagado a bajas cargas. Afortunadamente, este modo es seleccionable y podemos activarlo o desactivarlo. En las pruebas de rendimiento comprobaremos si tiene un funcionamiento adecuado o si por lo contrario recomendamos mantenerlo desactivado.
Como es de esperar en este rango de precios, la Thermaltake Toughpower GF1 es 100% modular. Pero tan importante como la modularidad es la cantidad de cableado incluido, pasemos entonces a hablar de su gestión del cableado.
Esta Thermaltake Toughpower GF1 incluye un cableado 100% plano, y no el mallado que es habitual. Ciertamente depende del usuario decidir cuál le conviene más, es una elección personal puesto que ambas modalidades son buenas y tienen sus pros y contras. Destacamos además que en el cableado CPU y PCIe se hace uso de un grosor 16AWG, esto es, se usan cables más gruesos de lo normal que permiten hacer pasar más corriente sin dar problemas de grandes caídas de voltaje.
La cantidad de cables PCIe, SATA y Molex es más que suficiente y está en lo esperable en una fuente de este rango de precio y potencia, siendo bastante acorde a la competencia. Aunque no nos ha gustado tanto que solo se incluya un conector CPU de 8 pines, algo que también sigue las pautas de sus competidoras pero que poco a poco deja de ser la norma.
Ni siquiera resulta preocupante en el recién presentado Ryzen 3900X, pues su consumo no llegará (ni con overclock) a requerir de 2 conectores CPU de 8 pines. Con el 3950X (que saldrá en septiembre) tampoco debería ser así, si bien no tenemos pruebas de rendimiento que lo confirmen.
Esto es menos preocupante aún si tenemos en cuenta que se está usando cableado 16AWG y no 18AWG como es habitual. Así que no, aunque tu placa AM4 o 1151 incluya 2 conexiones CPU de 8 pines, solo necesitas una.
Respecto a la longitud del cableado, toda esta es adecuada, si bien los cables PCIe son algo más cortos de lo normal, pero dudamos que llegue a haber problemas en un equipo convencional.
Finalmente, destacamos un aspecto muy importante de esta fuente y es la ausencia de condensadores en los cables. Estos resultan especialmente molestos en el montaje y en la mayoría de los casos son innecesarios, y solo sirven para mejoras de rizado que solo buscan impresionar en las reviews.
En conclusión, el cableado está muy bien pensado salvo por la ausencia de ese conector EPS adicional (preocupa que no esté en el modelo de 750W, en el de 650W es más irrelevante. En el de 850W sí está presente).
El fabricante de esta fuente es CWT, un viejo conocido para nosotros, pues es actualmente de los más conocidos y relevantes en el mercado. Se trata de una compañía capaz de hacer productos de todas las calidades, desde lo más básico y para nada recomendable hasta una gama alta intachable.
En este caso, sabemos rápidamente que nos encontramos con una fuente moderna y de muy alta calidad al encontrarnos con el uso de una plataforma interna aparentemente denominada GPR, que sería una variación de la conocida GPU.
El filtrado primario está completo, con los 4 condensadores Y y 2 condensadores X deseados, además de un varistor ZNR, un termistor NTC y un relé.
Si dos fuentes de distintas marcas tienen el mismo fabricante y plataforma, entonces su diseño interno será muy similar, con exactamente la misma base, y diferencias en aspectos más concretos como los condensadores, el ventilador, el cableado, etc.
Respecto a la sonoridad de este ventilador, es un aspecto que conoceremos a continuación. Por ahora, estamos ante una fuente de una calidad magnífica y sin taras… ¿ocurrirá lo mismo con las pruebas de rendimiento?
Además de todo esto, para todas las fuentes que testean ofrecen un informe público y accesible para todo el mundo con los resultados de una gran cantidad de pruebas de rendimiento que nada tienen que ver con la certificaciónd e eficiencia pero sí que resultan útiles para conocer la calidad y el desempeño de la fuente de alimentación.
Por esto, desde hace varios meses incluimos las pruebas de Cybenetics en todas nuestras review siempre que podemos, debido a tres motivos:
Dicho esto, vamos con un pequeña pequeña explicación del significado de las diferentes pruebas que vamos a mostrar.
Se trata de una información que incluiremos en todas nuestras review con datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉/
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de esta Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una parte, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. Por otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La prueba de regulación de voltajes consiste en medir el voltaje de cada raíl de la fuente (12V, 5V, 3.3V, 5VSB) en los distintos escenarios de carga, en este caso del 10 al 110% de carga.La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles.
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (pudiendo decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos estropear componentes fundamentales.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
En los procesos de transformación y rectificación de la corriente alterna del hogar a la corriente continua de bajo voltaje que necesitan los componentes, hay diversas pérdidas energéticas. El concepto de eficiencia permite cuantificar dichas pérdidas comparando la potencia consumida (ENTRADA) con la que se entrega a los componentes (SALIDA). Dividiendo la segunda entre la primera, obtenemos un porcentaje.Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye de forma altruista los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia “prometida” puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia “real” anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dbA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBa, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo la fuente es capaz de aguantar encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El estándar ATX define 16/17ms (según test) como mínimo, aunque en la práctica esto será más (no siempre estaremos cargando la PSU al 100% por lo que será mayor), y no suele haber problemas con valores inferiores.
La regulación de voltajes es excelente en todos los raíles, con valores que sufren desviaciones muy inferiores al 1%. La marca promete una regulación de voltajes del 2%, por lo tanto las pruebas reales incluso superan a las especificaciones.
En cuanto al rizado encontramos más de lo mismo, pues la marca nos promete unos excelentes valores de menos de 30mV en el raíl de 12V, y los mismos 30mV para los raíles menores, que son más que respetables. En la práctica, encontramos un rizado casi inexistente en todos los raíles. La única excepción es el de 12V al 10% de carga, que curiosamente sufre un ligero incremento de rizado respecto a cargas superiores, pero aún así se encuentra en valores excelentes.
Es importante tener en cuenta que estos maravillosos valores de rizado se han obtenido sin hacer uso de condensadores en los cables, algo cuya inclusión es muy común en la competencia y que resulta un inconveniente a la hora de montar el equipo por la rigidez que gana el cableado en sus extremos.
En todo caso, tenemos una fuente que es extremadamente silenciosa hasta el 60% de carga aproximadamente. A partir de esta la velocidad del ventilador ya se incrementa notablemente, llegando a un tope de 1500 rpm que genera una sonoridad de 37.6 dBa. Recordemos que la fuente lleva la certificación de sonoridad LAMBDA A-.
Hold-up time Thermaltake Toughpower GF1 850W (testeado a 230V) | 20.0 ms |
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Datos extraídos de Cybenetics |
El hold-up time supera con creces los mínimos de 16/17ms establecidos por Intel. No es lo más común que sea así en fuentes de este rango de precios, así que es digno de agradecer.
En todas las reviews de fuentes con modo semi-pasivo invertimos más horas de prueba de lo normal para verificar si este modo funciona correctamente. Y es que hemos identificado que la gran mayoría de controles semi-pasivos no funcionan bien por un motivo muy sencillo, al ser demasiado simples están creados de tal manera que, si hay un umbral mínimo de temperatura para encender el ventilador, es el mismo umbral que se aplica para apagarlo.
Por ejemplo, vamos con un caso hipotético: una fuente que encendería su ventilador a 60ºC, llega a 61ºC y lo enciende, bajando la temperatura a 59ºC, entonces el ventilador se apagaría, la temperatura volvería a subir a 60, entrando en un largo bucle de encendidos. Esto es perjudicial para la mayoría de ventiladores y, por desgracia, lo hemos llegado a observar en todo tipo de situaciones, no solo pruebas de rendimiento exigentes sino también juegos y demás.
Veamos ahora el comportamiento de la Thermaltake en los dos modos posibles de ventilación.
En el caso de esta Thermaltake, el modo semi-pasivo parece muy bien diseñado, puesto que en todas las horas de pruebas que hemos hecho prestando una especial atención a su comportamiento, siempre hemos visto que el ventilador pasa largos períodos encendido o apagado, es decir, nunca entra en el bucle interminable y perjudicial que vemos en otras fuentes.
Con este modo, el ventilador funciona constantemente a unas muy bajas 540 revoluciones por minuto, siempre y cuando estemos en idle o haciendo un uso normal del equipo. A esta velocidad, la fuente es casi inaudible, y solo podremos escuchar el ruido del ventilador si nos acercamos mucho y ponemos la oreja. En comparación con otros modelos, el ventilador Hong Sheng de la Thermaltake Toughpower GF1 es de los mejores en cuanto a sonoridad.
Solo conocemos una fuente competidora en este rango de precios que tenga un modo semi-pasivo que funcione de forma similar, y no permite desactivarlo, por lo que la Thermaltake Toughpower GF1 tiene todas las papeletas para ser la fuente con el mejor control del ventilador de este rango de precios.
Finalizamos esta review abrumados por la dificultad que hemos tenido para encontrar algún aspecto realmente negativo en esta Thermaltake Toughpower GF1. Y es que es un modelo que no da lugar para ninguna queja importante: su calidad interna es excelente, sus prestaciones son buenas y su precio actual es sensacional (desconocemos si subirá en el futuro).
Concretamente, sorprende la muy reducida sonoridad que hemos obtenido tanto sin el modo semi-pasivo (que nos permite refrigerar la fuente mejor), como con él activado (que funciona sorprendentemente bien); una gestión del cableado excelente cuyo único punto débil es la inclusión de un solo conector EPS; una calidad interna que no nos deja ningún aspecto criticable; y unos sólidos 10 años de garantía que nos dan un plus de confianza.
Respecto al rendimiento, gracias a las extensas pruebas de Cybenetics podemos afirmar que es simplemente impecable. No existe ningún punto débil, pues en todos los aspectos que hemos comprobado el desempeño es excelente.
Esta fuente se encuentra actualmente a un precio de 90-95 euros. Por ese precio sería nuestra principal elección, mientras que por los 100-110 euros que vemos en otras tiendas estaría en nuestro «Top 3». En definitiva, una elección casi imposible de criticar.
Hagamos ahora un resumen de las ventajas e inconvenientes de esta fuente de alimentación:
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de platino y producto recomendado.
Una de las mejores fuentes de la gama media-alta para este 2019 y un absoluto acierto por parte de Thermaltake.
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