Razer ha lanzado este 2019 la familia de productos Mercury White, con sus periféricos más emblemáticos ahora en un exclusivo color blanco. En el día de hoy os traemos el headset Razer Kraken Mercury White y el soporte Razer Base Station Mercury White, dos periféricos gaming con un toque más elegante y refinado que sus modelos originales.
Nosotros ya analizamos en profundidad estos auriculares, así que pasaremos por ellos un poco más rápido, citando sus diferencias y ampliando información, mientras que la base sí que la estrenamos.
Antes de seguir, agradecemos a Razer su confianza en nosotros al cedernos los periféricos de esta familia de productos Mercury para hacer nuestra review.
Razer Kraken Mercury White características técnicas
Razer Base Station Mercury White características técnicas
Unboxing
En este caso nos toca hacer un Unboxing conjunto y ver cómo se presentan estos dos productos. Y es que además de la personalización del propio producto, Razer también ha modificado la presentación de las cajas, ambas de cartón rígido de gran calidad.
Para el caso de Razer Base Station Mercury, tenemos una caja blanca en su cara frontal con una foto y las características del producto en la parte exterior. Dentro, el producto perfectamente acomodado en un molde de espuma de poliuretano flexible en donde encontramos la base y el soporte desmontados, así como la guía de usuario.
Para el caso de los Razer Kraken Mercury tenemos una caja en blanco con la respectiva información del producto, y éste colocado en un molde de plástico. Junto a él tenemos solamente el splitter en Y para partir la conexión en audio y micro, y las instrucciones de usuario.
Diseño y novedades de Razer Kraken Mercury
Como ya decimos, hace algún tiempo efectuamos el análisis en profundidad de estos Razer Kraken, dignos sucesores de los Kraken Pro de la anterior generación y manteniendo prácticamente el mismo diseño que ellos. Porque, si algo funciona, para qué cambiarlo.
Y en este caso estamos en los mismos términos, ya que el diseño estructural base es el mismo. Y lo que se ha cambiado de forma profunda es su estética, ahora basada en colores blancos y tonos grises que sin duda le dan una elegancia muy superior al modelo base en verde chillón. Repasemos un poco los elementos clave de este headset.
Se trata de unos auriculares en diseño circumaural que pesan tan solo 322 gramos, con un diseño de diadema en puente simple. Esto hace que su colocación y sujeción sean muy buenas a la vez, también facilitado por un chasis metálico de gran rigidez que nos permite aumentar la circunferencia 5 cm a cada lado. En la parte superior tenemos una protección en forma de almohadilla de tela bastante delgada y que no ha mejorado respecto al diseño base, y un acabado en piel sintética en la parte superior.
Los pabellones son ligeramente ovalados de un diámetro efectivo de 100 mm. En el interior se han instalado almohadillas bastante grandes con un grosor de 25 mm y altura de 20 mm que evitan el contacto de las orejas con la parte dura interna. Están hechas de gel refrigerante con una malla de tela en el contacto con la cara y de piel sintética en los laterales. Realmente cómodas y protegiendo mucho del ruido externo.
El micrófono es de configuración retráctil, así que su varilla la podremos extender y guardar cuando queramos dentro de los cascos. Presenta una buena longitud para llegar bien a la boca y es completamente flexible para colocarla de la forma en la que deseemos.
Personalmente me gusta más este diseño de los Razer Kraken Mercury que el verde del modelo base, mucho más discretos a la vez que elegantes en conjunto. Posiblemente nos hagan subir algún que otro FPS en los juegos (broma).
Diseño de Razer Base Station Mercury
Ahora vamos a pasar a ver más detenidamente la base para auriculares Razer Base Station Mercury. El modelo inicial se nos presenta en color negro y con la misma forma estructuralmente hablando. El cambio radica precisamente en el color, que en este modelo es completamente blanco mate.
Presenta una altura suficiente como para colocar prácticamente cualquier headset, gracias a unos 250 mm. Su construcción es íntegramente en plástico de alta resistencia, y considerable grosor y flexibilidad, debemos añadir. En toda la superficie se ha utilizado un acabado ligeramente rugoso para poder cogerlo mejor y darle un aspecto más Premium.
En la zona inferior tenemos un pie de goma blanca adherente para que la base no se mueva del sitio, ya que su peso no es demasiado elevado. En la cara superior tan solo vemos un logotipo de Razer que no tiene iluminación. Y lo cierto es que no sabemos la razón, ya que todo el borde de la base sí que dispone de iluminación RGB con tecnología Razer Chroma personalizable desde Synapse 3 como ahora veremos.
Pero lo más interesante de esta Razer Base Station Mercury, es su conectividad, ya que incluye tres puertos USB 3.1 Gen1 en el frontal, para conectar periféricos o unidades flash. La conexión al equipo se efectúa por la zona de atrás, gracias a un conector USB 3.1 Gen1 con un cable mallado bastante grueso y de 1 metro de largo.
Recordando la experiencia de sonido, y calidad de grabación
Estos Razer Kraken Mercury cuentan con drivers de 50 mm de neodimio personalizados por la marca y un aislamiento espectacular. La calidad de sonido es muy buena, con frecuencias muy equilibradas en los tres rangos, y graves más discretos que los modelos anteriores, pero sin perder su contundencia y profundidad, algo marca de la casa.
El sonido que entrega es detallado y muy claro incluso a volúmenes altos, con una frecuencia de respuesta de entre 12 Hz y 28 kHz, bastante más que el espectro humano. Aunque en este caso tenemos una sensibilidad de 109 dB, que da volúmenes no tan altos como otros modelos, aunque tampoco hace falta.
Con esta prueba de sonido que os dejamos, podemos ver que la voz se escucha clara, aunque a un volumen algo bajito (en el banco de pruebas lo tenía al máximo y puesto). No hemos detectado ruido de fondo en la grabación, aunque también es cierto que la tarjeta de sonido es una Realtek ALC1220 instalada sobre la MSI MEG X390 ACE. Una placa de gran calidad y un codec con el máximo de prestaciones de la generación. Entre las limitaciones típicas, la frecuencia de respuesta de entre 100 Hz y 10 kHz, hacen que su uso esté limitado a charlas de voz y poco más.
El control de volumen sigue estándo en el cable de conexión mediante un pequeño batón con un potenciómetro y un botón de mute para el micro. En mi opinión, la opción más elegante y segura, hubiera estado en colocar los controles en pabellón izquierdo, y además esa rueda de volumen tiene muy poco recorrido y es algo frágil. Agradecemos, no obstante, el que se incluya un Splitter en “Y” para dividir audio y micrófono.
Software Synapse para Razer Base Station Mercury
El headset no es gestionable por software por ser su conexión analógica, pero sí lo es la base de éstos. Concretamente necesitaremos tener instalado el software Razer Synapse 3, el que sirve para gestionar todo el ecosistema de periféricos Razer.
El sistema es muy simple, tan solo se trata de instalar o en su caso, actualizar el programa para que detecte el dispositivo. Tras esto, solo tenemos que pulsar sobre el dispositivo en el programa y nos aparecerá una ventana de configuración en donde poder modificar la intensidad de la luz y el acceso a Chroma Studio.
Dentro de éste, encontraremos todos los periféricos compatibles, aunque solo nos interesa nuestra base. La personalización se basa en capas de iluminación, en donde podemos añadir cuantos efectos queramos y de forma independiente a los 15 LED direccionables que tenemos en la base. Se representa mediante pequeñas cajitas verdes que podremos seleccionar una a una, o todas juntas.
Conjunto y resultado final
Veamos cómo queda el conjunto formado por la base Razer Base Station Mercury y el headset Razer Kraken Mercury.
En términos generales, no podéis decir que no queda bien este conjunto, todos ellos, productos que hacen juego con ese color blanco bastante Premium. Y además con acabados de gran calidad y prestaciones, tanto para los USB de la base como en la calidad de sonido de los Kraken.
Palabras finales y conclusión acerca de Razer Base Station Mercury y Razer Kraken Mercury
Llegamos al final del análisis, y lo que más destaca, como no podía ser de otra forma es el diseño que Razer ha implementado en estos periféricos. Una familia de periféricos que no solamente que termina aquí, sino que tenemos el micrófono Seiren 2019, dos alfombrillas gaming con la Goliathus Chroma, los teclados BlackWidow y Huntsman, los ratones Lancehead, Basilisk y Atheris y los auriculares in-hear Hammerhead.
En concreto estos dos productos se nos presentan con idénticas especificaciones a sus modelos base, con sus mismas ventajas y desventajas. Quizás en estas gamas exclusivas el fabricante podría aprovechar para introducir pequeñas variaciones además del color y mejorar determinados aspectos de los equipos. Aunque claro, estas mejoras son muy subjetivas, lo que a mí me gusta, puede no gustarte a ti.
Te recomendamos los mejores auriculares gaming del mercado
En lo que todos podemos estar de acuerdo es que son productos muy aclamados por los jugadores y entusiastas de la marca. El Razer Kraken Mercury destaca por su excelente calidad de sonido y su gran comodidad y diseño, mientras que la Razer Kraken Mercury es una base con triple conectividad USB 3.0 e iluminación Chroma en todo el filo de la base.
Toda esta familia de productos está disponible en la página oficial de la marca, tal y como ocurriera con la serie Stormtrooper que también pudimos probar aquí. El precio de la base para headset se sitúa en los $59,99, mientras que los auriculares Kraken los encontramos por $79,99. Son precios idénticos a los modelos base, lo que se agradece al ser entre comillas, una familia más exclusiva.
VENTAJAS |
A MEJORAR |
+ EL PRECIO SE MANTIENE IGUAL QUE LAS VERSIONES NORMALES |
– POCA INNOVACIÓN, TAN SOLO UNA SKIN MÁS EXCLUSIVA Y LLAMATIVA |
+ ELEGANTE ASPECTO, CON EL COLOR BLANCO COMO PROTAGONISTA | |
+ BASE CON TRES PUERTOS USB 3.0 E ILUMINACIÓN CHROMA |
|
+ HEADSET DE GRAN CALIDAD DE SONIDO Y DISEÑO MUY CÓMODO |
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de oro