¿Alguna vez te has preguntado cuál es la diferencia entre un teclado inalámbrico y uno con cables? Continúa leyendo porque aquí te vamos a dar una respuesta de una vez por todas.
Si bien en el pasado la realidad era distinta, las tornas han cambiado. Ahora podemos comprar un ratón o teclado inalámbrico sabiendo que, seguramente, son alternativas igual o mejores que los dispositivos tradicionales.
Sin embargo, hoy no hablaremos de la tecnología sin cables, en general, sino que nos centraremos más concretamente en los teclados. Spoiler alert: hoy día, ya tenemos teclados mecánicos inalámbricos de calidad, así que todo termina con qué buscas del teclado.
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Los teclados como los conocemos hoy día llevan en nuestra sociedad desde bastante más tiempo del que te puedes imaginar.
Podríamos remontarnos hasta el siglo XIX donde empezaron a comercializarse las primeras máquinas de escribir con formato QWERTY. Más tarde, a mediados del siglo XX, comenzaron a crearse ordenadores personales (Personal Computers, PC) y los teclados fueron adaptados para tener este mismo formato. Así fue como QWERTY se implantó en el subconsciente de la mayoría de personas, aunque es cierto que hay otras distribuciones conocidas como DVORAK o AZERTY.
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Revoluciones más allá de estas no las vimos hasta pasadas unas décadas con los teclados de membrana y los inalámbricos. A finales de los años 90 ya se experimentó con tecnologías inalámbricas destinadas a usuarios, pero no sería hasta principio de los 2000 que ganarían fama y relevancia.
La tecnología inalámbrica tardó sus años en cuajar, pero, cuando lo consiguió, dio pie a dispositivos súper útiles. En el ámbito de los teclados, a principio de los 2000 se crearon los primeros periféricos sin cables, aunque solo estaban contemplados como dispositivos centrados en la utilidad.
Pronto se desarrolló la tecnología de la membrana y conseguimos teclados ligeros y útiles para cualquier situación. Asimismo, nacieron dispositivos híbridos dos en uno, es decir, los teclados + trackpad. Y el último de esta casta podríamos verlo en los teclados hechos totalmente de membrana, dispositivos inalámbricos que, a su vez, son flexibles y deformables. Sin embargo, el mundo del gaming recorrería otra senda muy distinta.
Pese a ser la membrana mucho más versátil y útil, la velocidad, sensación y precisión de los teclados mecánicos se mantuvo siempre por encima. Debido a ello, los mejores periféricos han buscado mantener los cables para obtener mejores resultados.
Interferencias, pérdidas de datos, peor precisión y más peso. Esa han sido algunas de las principales quejas por las que los periféricos gaming top se han mantenido durante bastantes años un nivel por encima. Además, hay que añadirle el costo de invertir en nuevas tecnologías, por lo que los precios siempre han sido y son superiores en las versiones inalámbricas.
Sin embargo, desde hace algunos años, hemos visto como la industria gaming ha estado rotando poco a poco hacia este paradigma sin cables. Una vez hemos alcanzado el techo tecnológico en cuanto a precisión y costos (por ahora), lo que nos quedaba era aumentar la eficiencia. Gracias a ello, el mercado inalámbrico se ha engrosado poco a poco y ahora muchos de los dispositivos más top son, de hecho, inalámbricos.
Te recomendamos nuestro artículo sobre dispositivos inalámbricos Logitech.
Hoy día, nos quedan dos de los tres tipos de teclado que hemos mencionado previamente. Por una lado, tenemos los teclados inalámbricos Bluetooth y por el otro los «dedicados» (llamémosles así por el momento). Cada uno tiene su rol concreto y pocas veces se tocan exceptuando aquellos teclados inalámbricos pensados para funcionar en cualquier situación.
Por un lado, tenemos los teclados inalámbricos Bluetooth, los cuales destacan por poder conectarse a numerosos dispositivos compatibles. Podemos conectarnos vía Bluetooth a ordenadores, consolas, portátiles e incluso algunos dispositivos móviles.
La conexión Bluetooth funciona mediante un estándar de radiofrecuencia en la banda ISM de los 2.4GHz. El problema de este método es que la conexión no está diseñada para ser ágil, por lo que no alcanza altas tasas de transferencia.
Es por esta razón por lo que los teclados inalámbricos nunca deberían ser usados con la configuración Bluetooth para videojuegos. Tendremos latencia, respuestas más lentas y otros problemas de la tecnología.
La otra tecnología que usamos comúnmente son las radiofrecuencias a 2.4GHz dedicadas, una tecnología similar al Bluetooth pero centrada exclusivamente en la transferencia eficiente y rápida de datos. A menudo se señaliza con el icono del Wi-Fi, aunque no tenga relación directa y requiere de una antena (normalmente un USB) para funcionar.
Estos dispositivos dieron la vuelta al mercado gaming ofreciendo tasas de refresco de 1000Hz (idénticas a los dispositivos con cable) y, recientemente, una precisión increíble en casi cualquier superficie. Con estas dos tecnologías, la piedra base de la tecnología inalámbrica estaba construida y poco a poco se ha ido edificando sobre ella.
Por ejemplo, empresas como Logitech han desarrollado dispositivos eficientes que, sin sacrificar precisión, consiguen baterías de buena duración en sus dispositivos. Por otro lado, SteelSeries ha implementado un sistema dual de sensores para permitir unos flickers más naturales.
Los dispositivos híbridos son un poco tramposos, puesto que realmente no mezclan las dos tecnologías. Lo que sí hemos visto son ratones y teclados inalámbricos capaces de usar ambas vías para conectarse. De esta forma, podían usar una conexión ultra-rápida mediante la antena o una más útil con la conexión Bluetooth.
Estas versiones son muy comunes en dispositivos destinados a ser un all-in-one, aquellos que quieren ofrecer de todo y ser útiles en todo momento y lugar.
Ciertamente, sobre el teclado inalámbrico no tenemos mucho que contar. Siguió la evolución lógica de los teclados comunes (QWERTY → mecánicos → membrana → inalámbricos → inalámbricos top). Solamente cuando la tecnología inalámbrica había madurado lo suficiente se implementó cambiando los métodos de transferencia de datos. A fin de cuentas, la diferencia entre un dispositivo con y sin cables no reside en su estructura, sino en cómo envía los datos al ordenador.
En este artículo te vamos a recomendar un par de teclados inalámbricos de buena calidad. Como ya hemos mencionado varias veces, los Bluetooth no se centran en ofrecer calidad puntera sino utilidad, por lo que las recomendaciones serán exclusivamente de periféricos gaming.
Te recomendamos nuestra guía de los mejores teclados
Eso sí, las gamas inalámbricas de las empresas a menudo están diseñadas para un público no tan centrado en la competitividad y siempre velan por que sean lo más portable posible.
Hace poco hemos hecho un artículo sobre los mejores teclados que te puedes comprar en 2019 y el Logitech G613 ha sido uno de los pocos elegidos. Es un teclado completo e inalámbrico muy apto para gaming y para tareas del día a día.
Cae dentro del apartado de dispositivos híbridos, puesto que es capaz de conectarse vía Bluetooth y vía antena. Tiene la peculiaridad de que puede mantener ambas conexiones de forma simultánea y cambiar entre ellas con un solo botón.
Su batería es realmente duradera, pero tiene la lacra de que no es una batería como tal, sino que son un par de pilas. Por otro lado, carece de retroiluminación y no podemos obtenerlo con una distribución de teclas en español.
Salvo estas pequeñas fallas, el teclado inalámbrico cumple con creces lo que le pedimos y, además, tiene un formato completo, por lo que tendremos todas las teclas y más que esperamos de todo teclado.
Por otro lado, el Corsair K63 Wireless es el teclado inalámbrico y mecánico por excelencia de la marca estadounidense. También tuvo su espacio de protagonismo en el artículo mencionado previamente y destaca sobre el Logitech por tener un formato TKL (TenKeyLess), es decir, sin teclado numérico.
Es un buen teclado con opción híbrida de uso y esta vez sí contamos con una batería interna que dura aproximadamente unas 15 horas. Las teclas son retroiluminadas y tendremos algunos botones extra para controlar modos especiales y algunos apartados multimedia.
Alguno de los fallos más importantes que tenemos es que la iluminación no es RGB real y que solamente lo podemos conseguir con switches rojos. Para gaming es una buena decisión, pero para la escritura pueden convertirse en elecciones reguleras.
Los teclados sin cables son un paradigma al que poco a poco iremos avanzando (esperemos), aunque es algo a lo que aún no estamos muy acostumbrados. Los modelos más top de periféricos siguen estando sobre modelos cableados y la tecnología inalámbrica aún significa un extra de precio.
Además, muchas marcas famosas aún no se han animado a dar el salto como lo son SteelSeries, Razer o msi, por lo que algunas empresas más pequeñas se han hecho un nombre. Algunos teclados de marcas famosas como VelociFire o MajesTouch se han tirado a la piscina de los teclados inalámbricos, no obstante, son difíciles de conseguir y más aún con distribución española.
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El mercado de ratones inalámbricos ya ha florecido y tenemos una cantidad ingente de modelos de diferentes marcas, así que estamos en vilo por ver qué viene para los teclados. En los últimos eventos hemos visto nuevas tecnologías interesantes, pero, ¿cuándo llegará un dispositivo sin cables que las monte?
¿Tienes un teclado inalámbrico? ¿Qué teclado con cable te gustaría que tuviese una versión inalámbrica? Cuéntanos tus ideas aquí abajo.
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