La marca alemana Sharkoon es, desde hace ya años, muy conocida en mercados como el de las cajas, los periféricos o, más recientemente, las sillas gaming. Otro de los mercados donde tiene una importante presencia es el de las fuentes de alimentación. Hoy analizaremos a fondo su nueva gama premium, la Sharkoon Silentstorm Cool Zero en su modelo de 750W.
Se trata de su última apuesta de gama media-alta, con certificado 80 Plus Gold, cableado completamente modular y promesas de un funcionamiento silencioso. ¿Cumplirá con las expectativas? ¡Vamos a verlo!
Empezamos, como siempre, echando un vistazo al frontal de la caja, que nos adelanta una de sus características más diferenciales, la «refrigeración personalizable», que comentaremos luego.
En la parte trasera, se van detallando más de estas características. Durante la review iremos desgranándolas poco a poco.
El período de garantía de la fuente es de 3 años, uno por encima del período impuesto por la Ley, pero que sin duda se encuentra por debajo de sus competidoras en el mismo rango de precio, donde solemos ver fuentes con 5, 7 o incluso 10 años de garantía.
Tras abrir la caja apreciamos una excelente protección de la fuente, que viene en una funda rodeada de espuma (la parte superior de esta no aparece en la foto). También incluye un manual de usuario, y un maravilloso estuche con todos los cables y tornillos necesarios.
El cableado que usa esta Silentstorm Cool Zero es principalmente plano, salvo en el ATX. La preferencia por cables mallados o planos es algo que básicamente compete al propio comprador, ya que creemos que es algo muy subjetivo.
Por otro lado, un aspecto en el que sí manifestamos una posición clara es en el del uso de condensadores en las terminaciones de los cables, algo que está presente en la mayoría de fuentes que compiten directamente con esta Sharkoon, y del que en este caso carecemos. Se trata de una buena noticia ya que hoy en día estos condensadores solo se usan para mejorar los datos de rizado de la fuente de niveles «muy buenos» a «excelentes», una mejora imperceptible en la vida real y que en la práctica solo se traduce en mayores dificultades para montar la PSU (pues las terminaciones del cableado son mucho más rígidas).
Respecto a los cables SATA, se incluyen 12 conectores lo cual es más de lo esperable. Además, su distribución en 3 tiras de cables de 1 metro de longitud permite una gran flexibilidad a la hora de realizar las conexiones. Recordamos que, aunque tan solo vayamos a usar unos cuantos conectores SATA en nuestro equipo, si están en posiciones opuestas de la caja es posible que necesitemos hacer uso de todas las tiras de cable que ofrezca nuestra fuente.
Es preciso comentar, eso sí, que los 2 conectores Molex se incluyen en forma de adaptadores para conectar en un SATA. Esto acarrea la ventaja de que tenemos aún mayor longitud si es necesaria, y el inconveniente de que si usamos 2 Molex quedaremos con 10 y no 12 SATA.
Pasamos ahora a ver el aspecto externo de la fuente de alimentación, muy elegante y sin extravagancias, por lo que no habrá problemas en ningún montaje. Como siempre, la belleza está en el interior, que enseguida comprobaremos.
Vamos ahora con dos interruptores muy especiales que tiene la fuente. El primero nos sonará a todos, «Zero RPM Fan Mode», que nos permite activar o desactivar el modo semipasivo. Cuando está en la posición «ON», el ventilador se mantiene apagado a bajas cargas, mientras que en la posición «OFF» este está siempre encendido para maximizar la refrigeración.
Por otra parte, el interruptor «Fan Delay Mode» resulta especialmente interesante, pues cuando se activa hace que la fuente mantenga el ventilador encendido durante aproximadamente un minuto después de apagarla, con el objetivo de reducir al máximo el calor residual que quede en su interior.
Abrir una fuente de alimentación acarrea riesgos de electrocución (incluso si está desconectada) y anula la garantía. Por favor, no la abras si no sabes lo que estás haciendo.
Así las cosas, echamos muy en falta un termistor NTC acompañado de un relé. Estos dos componentes sirven para reducir al máximo los picos de corriente que se dan al encender la fuente, y son esenciales y muy comunes en fuentes de todos los rangos de precio (al menos el NTC). Por ello, no podemos entender por qué los ingenieros de Sirtec han decidido omitirlos. No creemos que sea una cuestión económica, pues reducir costes quitando el NTC es absurdo y hay muchísimas otras vías de ahorro, así que quizá tengan sus motivos, pero no deja de ser chocante y una clara desventaja frente a la competencia.
El uso de un condensador principal de estas capacidades es una razón más para incluir, al menos, un termistor NTC, y por eso nos sigue resultando sorprendente que Sirtec haya apostado por no incluirlo.
Hemos realizado pruebas de consumo y velocidad del ventilador. Para ello, nos hemos ayudado del siguiente equipo:
BANCO DE PRUEBAS | |
Procesador: | AMD Ryzen 7 1700 (OC) |
Placa Base: | MSI X370 Xpower Gaming Titanium. |
Memoria: | 16GB DDR4 |
Disipador | Corsair H100i Platinum RGB |
Disco Duro | SSD Samsung 850 EVO. |
Tarjeta Gráfica | Gigabyte R9 390 |
Fuente de Alimentación de referencia | Riotoro Onyx 750W |
Para el consumo contamos con un medidor Brennenstuhl de fiabilidad demostrada y un tacómetro láser para la velocidad del ventilador.
Para mantener la confiabilidad de las pruebas, sobre todo de la de consumo (la más sensible), y teniendo en cuenta el carácter cambiante de las cargas de un equipo, las fuentes que aparecen aquí testeadas se han probado el mismo día y en las mismas situaciones, por lo que siempre retesteamos la fuente que usamos como referencia, para que los resultados sean comparables dentro de la misma review. Entre reviews distintas puede haber variaciones debido a esto por lo que no son comparables.
Además, en cada review pueden cambiar las condiciones de test, generalmente intentamos aplicar overclocks más severos y por lo tanto aumentar la carga sobre las PSU.
Con el modo semi-pasivo activado, lo cierto es que hemos observado un comportamiento anómalo propio de fuentes que no usan MCUs digitales para su control, como es el caso de esta Sharkoon y de la mayoría de sus competidoras.
Básicamente, el problema está en que el sistema de control puede provocar que, en ciertas situaciones, el ventilador se encienda y apague repetidas veces. Esto es un problema ya que los ventiladores con rodamientos de fluido dinámico (y derivados) como el de esta fuente sufren más durante el encendido y apagado que en una operación continua.
Un aspecto especialmente destacable es la gestión del cableado, pues los cables tienen una longitud bastante generosa, especialmente en el caso de las tres tiras SATA incluidas de un metro de longitud, con un total de 12 de estos conectores, 10 si tenemos en cuenta que para usar algún Molex de 4 pines es necesario un adaptador SATA-Molex (se incluyen con la fuente). También tenemos 4 conectores PCIe, como es de esperar, y 2 CPU de 8 pines, ausentes en algunas fuentes que compiten directamente con esta Sharkoon.
Tras comentar todas estas bondades, lo cierto es que hay un aspecto con el que nos hemos quedado bastante decepcionados. Se trata del período de garantía, pues es de tan solo 3 años teniendo en cuenta que entre sus competidoras podemos encontrar fuentes con períodos mucho más largos de 5, 7 o 10 años.
Este aspecto nos decepciona porque estamos ante una fuente que, por su calidad, está perfectamente preparada para llevar un período de garantía superior. De hecho, uno de los factores clave para la durabilidad de las fuentes de este rango es el ventilador, y en el caso de esta PSU tenemos un modelo de una magnífica durabilidad.
Son muchos los usuarios que le dan importancia al período de garantía, por eso nos preocupa ya que afecta a la competitividad de la PSU. Sin embargo, para todos aquellos que le den menos importancia a este aspecto, esta es una fuente de gran calidad hecha para durar.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía de mejores fuentes de alimentación para PC
El precio de esta fuente es de 100 euros para el modelo de 650W, 110 euros para el analizado aquí (750W) y 120 euros para el de 850W. Según parece, todos tienen el mismo número de conectores, por lo que en el modelo de 650 son bastante generosos, en el de 750 adecuados y en el de 850 insuficientes. Respecto a los precios en sí, son
Para finalizar, la sonoridad de la fuente de alimentación es más que decente, gracias al uso de un ventilador de muy alta calidad con un ruido en el motor mínimo. En todo caso, nuestra recomendación es usar el equipo con el modo «Zero RPM» deshabilitado, pues así es como hemos observado un mejor comportamiento del ventilador. Por fortuna, tenemos el poder para elegir si activar o no el modo semi-pasivo, y adicionalmente otro modo que mantiene el ventilador encendido durante un minuto tras apagar el equipo, con la intención de eliminar todo el calor residual que quede en la fuente.
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla de oro.
Sharkoon apuesta fuerte con un producto de calidad sólida, excelentes prestaciones y sonoridad reducida, si bien llega con un período de garantía inferior al que se merece un producto de estas características.
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