La guerra comercial entre Estados Unidos y China tiene muchas consecuencias. Debido a la misma, los dos países se imponen todo tipo de aranceles, que encarecen productos de forma notable. En el caso de los americanos, estos aranceles pueden tener un efecto algo negativo, ya que los precios de los smartphones en el país se van a incrementar.
Determinados productos y materiales tienen algunos aranceles, que hacen que los precios suban. Debido a que muchos productos se fabrican en China, la mayoría en el sector de la tecnología, hace que los precios en Estados Unidos tengan una notable subida.
Una nueva tanda de aranceles entran en vigor el 2 de julio, lo que supone una subida de precios. Además, no solo los smartphones que se vayan a lanzar en Estados Unidos llegarán con un precio más elevado. También componentes y otros productos o incluso ordenadores serían más caros. Las subidas de precio pueden ser de unos 30 dólares en algunos productos, respecto a la versión internacional.
En estos nuevos aranceles, se incluyen ya productos finalizados. Hasta ahora eran componentes, pero ahora productos como teléfonos, tablets, ordenadores o cámaras de fotos, que se hayan fabricado en China, se encuentran con un arancel que les aplica una tarifa adicional del 25%. De modo que los teléfonos móviles fabricados en el país acaban con una importante subida de precio. Un precio que es finalmente el consumidor quien lo asume.
Muchas marcas, incluyendo la americana Apple, fabrican en China. También estas marcas tienen que subir el precio de sus teléfonos, para evitar perder dinero con cada unidad vendida. En el caso de Apple, se especula que algunos de sus iPhone podrían subir de precio alrededor de un 15%. Aunque todavía no se saben los precios que las marcas establecerán dentro de un par de semanas en sus teléfonos, como consecuencia de este nuevo arancel de Estados Unidos. Apple no es la única afectada por esto, muchas otras marcas de teléfonos tendrán que recurrir también a una subida de precios, para compensar dichos aranceles.
Muchas empresas están actualmente desarrollando planes para trasladar su producción fuera de China. Firmas como Nintendo, Google o Apple tienen actualmente planes, de modo que se eviten dichos aranceles. Por lo que no sorprendería si vemos que muchas marcas acaban produciendo en otros países en Asia, como una forma de evitar tener que pagar un 25% adicional en sus productos.
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