Desde que NVIDIA abrió Adaptive-Sync en sus controladores como G-Sync (compatible), los proveedores de monitores de pantalla pueden obtener una etiqueta y validación de G-Sync. Claro que obtener esta validación no es anda sencillo para los estándares de NVIDIA.
La validación de G-Sync alcanza una tasa de fallo del 94%.
Para obtener la etiqueta G-Sync, los fabricantes de monitores deben enviar su pantalla a NVIDIA para que este las pruebe. Resulta que un buen número de monitores enviados a NVIDIA no superan la prueba de certificación. Obviamente, NVIDIA establece los criterios para estas pruebas, pero aproximadamente el 94% de los 475 modelos que se están probando en la actualidad han fracasado.
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Nvidia presentó una lista de 14 monitores compatibles, a las que la compañía validó con la certificación G-Sync en el CES; luego, en abril, ese número aumentó a 17 modelos. Durante el Computex, la compañía verde reivindica 28 modelos que cumplen sus requisitos.
Debemos recordar que para G-Sync Ultimate, por ejemplo, se requiere HDR de 1000 nits. Así que si fueran 600 nits aun así fallaría esa validación.
En total, 536 monitores tienen soporte de Adaptive Sync, 503 de los cuales podrían ser probados. Para más de la mitad de las pantallas, la sincronización variable simplemente cubre un rango de frecuencia de actualización variable demasiado pequeño, según Nvidia.
[irp]Para resumirlo bien, solo 28 monitores pasaron la validación, 202 tuvieron errores en la calidad de imagen u «otros» problemas y 273 fallaron por tener rangos insuficientes en la tasa de refresco variable (Variable Refresh Rate).