Poco tiene que ver el hardware de los ordenadores actuales con el que teníamos hace tan solo unos años, saber la temperatura normal del procesador y saber cómo bajar la temperatura de la CPU nos ayudará a detectar posibles problemas de refrigeración en nuestro PC y con ello evitar muertes prematuras de estos costosos componentes.
Procesadores que van desde los 4 núcleos hasta los 32, frecuencias de reloj de hasta 5 GHz o la capacidad de overclocking, son algunas de las características que presenta la nueva generación de procesadores tanto de Intel como AMD
Pagar más de 300 euros por una de estas unidades es motivo suficiente para controlar sus temperaturas. Así que en este pequeño artículo veremos cuándo debemos alertarnos y tomar medidas respecto a temperaturas anormales en nuestros componentes hardware.
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Por qué el procesador y componentes electrónicos se calientan
Quizás muchos no conozcáis acerca del efecto Joule en los componentes electrónicos, pero es el motivo de este calentamiento entre otros. El efecto Joule es un fenómeno termodinámico mediante el cual, si en un conductor circula una corriente eléctrica a través de electrones, parte de la energía cinética generada en el movimiento de éstos se transforma en calor.
Si a esto le sumamos las intensas frecuencias de reloj de los chips electrónicos actuales y la cantidad de información que pasan a través de ellos en forma de energía eléctrica, provoca que la temperatura en estos componentes se dispare, hasta alcanzar valores de hasta 100 grados incluso con disipadores incorporados.
En un PC existen gran cantidad de micro chips, por ejemplo, el chipset o puente sur, tarjeta de sonido, tarjeta de red, BIOS, etc. Todos ellos se calientan, al igual que la propia placa base debido a este efecto joule, pero sin duda el que más nos debe preocupar es el calentamiento de procesador, porque es el elemento más potente y rápido.
¿Por qué la CPU no se quema?
En este punto podríamos basarnos en el primer y segundo principio de la termodinámica. Básicamente explican que dos o más sistemas siempre tienden a estar en equilibrio térmico entre sí (principio cero), básico para definir la temperatura. Y el principio de la conservación de la energía, afirma que un sistema puede intercambiar energía con el entorno que le rodea en forma de trabajo y calor (principio uno).
No lo decimos por gusto, ya que es la razón por que un disipador es capaz de enfriar un chip electrónico para que no se queme debido a la temperatura. Aumentar la superficie de intercambio de calor es algo básico, y esto se consigue instalando una superficie metálica con alta conductividad térmica sobre el encapsulado (IHS) de la CPU. De esta forma el calor tenderá a irse a la zona más fría para conseguir el equilibrio térmico.
A su vez contará con múltiples aletas para que por ellas circule una corriente de aire, forzada o natural que recoja este calor, una vez más para intentar conseguir el equilibrio térmico. ¿El resultado? Una drástica bajada de temperaturas en los núcleos de la CPU que la ayudarán a mantenerse con vida y en funcionamiento.
En disipadores pequeños es básico que existe una corriente de aire forzada provocada por un ventilador para evitar que el disipador almacene todo el calor. También existen sistemas de refrigeración líquida en donde actúa un circuito cerrado de líquido que recoge el calor y lo traslada hasta un radiador que se encargará de enfriarlo.
Cómo medir la temperatura correcta en una CPU
Como habrás notado, en el sistema de disipación del procesador intervienen varios elementos distintos y es muy importante saber cuál de ellos nos va a dar la temperatura que debemos tener en cuenta a la hora de considerar un procesador frío o caliente.
Para ello, ya tenemos un artículo que explica muy bien las diferentes temperaturas de un procesador:
En él podremos saber que la temperatura que realmente nos interesa es Tunion, la que se mide directamente en el interior de los núcleos de procesamiento. Tcase, la temperatura del IHS suele estar unos 10 grados por debajo de la interna, mientras que Tj Max, será la máxima temperatura que soporte una CPU.
Cuál es la temperatura normal en un procesador
Sabiendo lo anterior, ya podremos ver qué temperatura podemos considerar normales en una CPU, y para ello tendremos que diferencia entre los procesadores de AMD y los de Intel, ya que por su arquitectura y diseño podrán generar más o menos temperaturas y soportarán también más o menos.
Temperatura normal (Tunion)
En ordenadores de sobremesa siempre vamos a considerar como una temperatura normal del procesador, sea Intel o AMD de entre 30 y 40ºC mientras esté en estado de reposo. Para un uso normal ejecutando tareas sencillas que no sean juegos podremos considerar una buena temperatura el tramo de 40 a 55ºC. Si exigimos más ejecutando juegos de alto rendimiento, podríamos estar entre los 55 y 65ºC.
Todo dependerá también de la temperatura ambiente en la que estemos, en pleno agosto en Málaga podríamos tener unos 30 en interiores así que no es descabellado obtener registros de las 70 o 75 grados mientras jugamos.
Si pasamos a los ordenadores portátiles, las exigencias nuestras deben ser más flexibles, sobre todo en los portátiles de nueva generación que son buenas barbacoas. De hecho, los portátiles gaming con Intel de 8ª y 9ª generación suelen oscilar entre los 30 y 50 grados en estado de reposo (con buena refrigeración), llegando hasta los 80-90 grados jugando o con una mala refrigeración.
Temperaturas máximas (Tj Max)
En la gama de procesadores Intel, suelen tener modelos que soportan temperaturas de hasta 100 grados en los modelos de ordenadores portátiles y modelos desbloqueados (K y HK). Los modelos Intel Core más nuevos de 7ª, 8ª y 9ª generación para equipos de escritorio soportan hasta los 95 y 100 grados, mientras que los de anteriores generaciones oscilan 70 u 80ºC. Los procesadores Intel XEON soportan entre 70 y 80ºC y los de nueva generación X y XE ascienden hasta los 95ºC.
Si nos vamos a la gama de AMD, tenemos su actual gama Ryzen con todos sus chips desbloqueados y que soportan temperaturas de entre 95 y 105ºC. En el caso de los AMD FX tendremos temperaturas máximas de tan solo 60 o 70 grados. Por su parte los Athlon soportan unos 95ºC, mientras que los Threadripper tan solo soportan temperaturas máximas de 68ºC.
Por supuesto, hay muchísimos modelos y generaciones, así que, si quieres saber algún modelo en concreto, lo mejor será que lo busques en las páginas webs de los fabricantes. En ark.intel.com y AMD.com podrás buscar el modelo de tu procesador y conocer esta información.
Qué ocurre si la temperatura sobrepasa Tj Max
Pues si nuestro ordenador es antiguo, posiblemente la CPU se queme, aunque ya desde hace bastantes años hacia acá los procesadores y las placas base tienen unos sistemas de protección que bajan el voltaje e intensidad que circula por la CPU para evitar mayor calentamiento.
Es lo que se denomina Thermal Throttling y básicamente limita la potencia de la CPU tas superar un umbral de temperatura que normalmente está en los 90 grados para portátiles y ordenadores de escritorio de nueva generación.
Si este sistema de protección no es suficiente, el ordenador directamente se apagará o reiniciará a modo de protección, que es básicamente lo que hacen los ordenadores antiguos.
Saber la temperatura de mi CPU para ver si es normal
Es turno para la parte práctica, y aprenderemos cómo saber si la temperatura del procesador es normal desde Windows 10, sin necesidad de entrar en la BIOS y con unos programas sencillos y gratuitos.
Desde Windows 10 y con programas gratuitos
Ya tenemos un artículo que desarrolla este tema de forma bastante completa, con ejemplos y los mejores programas gratuitos.
Visita el artículo cómo saber la temperatura de PC en Windows 10
Saber temperatura de CPU desde la BIOS
Si por algún motivo nuestro PC no arranca, o se apaga inmediatamente al entrar en Windows, podríamos sospechar que se trata de un problema de temperaturas. La forma fácil de comprobar esta suposición es entrar en la BIOS y mirar desde ahí la temperatura de la CPU.
Para hacer esto tendremos que pulsar la tecla de acceso a la BIOS nada más arranque el equipo. En la mayoría de las BIOS actuales será la tecla SUPR, F2, F12 o incluso ESC. Justo al inicio, en la pantalla se mostrará un mensaje de: “Press <tecla> to enter SETUP”, así que ésta será.
En las nuevas BIOS, la temperatura aparece directamente en la pantalla principal, como es el caso de Asus. De lo contrario, tendremos que dirigirnos a “Advanced Mode” y buscar el apartado o pestaña de “Monitor” y ahí encontraremos la información que buscamos.
Cómo bajar la temperatura de la CPU
Si durante este artículo has podido saber que la temperatura del procesador no es normal, siendo cercana a su TJ Max, es hora de actuar. Aunque esté preparado para ello, altas temperaturas prolongadas pueden acortar la vida de la CPU.
Hacer una limpieza a fondo
La mayor causa de subidas de temperatura es la acumulación de suciedad en el disipador y el ventilador. Al menos una vez al año, es bueno abrir el chasis del PC y darle una limpieza a fondo, incluso desmontar el disipador y limpiar cada una de sus aletas con algún líquido. El polvo evita que el calor salga al aire y puede aumentar la temperatura hasta 20 o 30 grados.
Cambiar la pasta térmica y revisar el disipador
Con el paso del tiempo, la pasta térmica, si es de mala calidad, se seca y presenta una resistencia al paso de calor entre el IHS y el disipador. Cada 2 o 3 años es bueno cambiar el compuesto térmico que une estos dos elementos.
Además, es bueno revisar que los tornillos del disipador no se han aflojado y se han despegado del procesador.
Disminuye el rendimiento de la CPU
Esto ya lo hará el sistema por nosotros, pero aún tenemos opciones personalizadas desde el propio sistema operativo. Veamos como limitar la potencia de la CPU en Windows 10.
El protagonista será el perfil de configuración de energía que fácilmente lo podremos localizar en el panel de control o escribiendo directamente “energía” en Inicio.
Pues bien, en la ventana de configuración que nos aparecerá, vamos a pulsar sobre “cambiar la configuración avanzada de energía«.
En ésta, nos dirigiremos hasta el final de las opciones para encontrarnos con el apartado relativo a la administración de energía del procesador. Tenemos cuatro opciones que modificar, entre las que se encuentran la limitación de carga de los núcleos, carga mínima y carga máxima. Colocando en esta última, por ejemplo, el 50% ya estaremos estableciendo un límite en el rendimiento y, en consecuencia, en la temperatura.
Programar una curva de ventilación en disipador y GPU
En el paso siguiente os proponemos mejorar la refrigeración, pero puede no hacer falta para tener una conseguir extraer una temperatura normal del procesador. Básicamente, vamos a programar los ventiladores de la caja, disipador y GPU para sacar el máximo calor fuera de nuestro equipo.
Para ello, nos podemos servir de lo siguiente:
- Programa de la placa base (ASUS, MSI, GIGABYTE, etc.).
- Argus Monitor o SpeedFan.
- Podemos hacerlo desde la BIOS.
- Crear una curva de ventilación con MSI Afterburner o NZXT CAM para la GPU.
Mejorar la refrigeración del PC
Los procesadores Intel ya sabemos que vienen con un disipador que deja bastante que desear, así que recomendamos siempre adquirir uno de mayores prestaciones si vivimos en una zona caliente o si esperamos someterlo a grandes procesos de estrés.
Pero también es importante asegurar el flujo de aire en el chasis, estableciendo una entrada de aire y también una salida, en la medida de lo posible. Trataremos siempre de que la zona frontal sea la entrada de aire, o la zona inferior, mientras que la zona trasera será la salida o en su caso, la zona superior. Debemos saber que el aire caliente pesa menos, por lo que tenderá a subir hacia arriba y de esta forma estamos asegurando una correcta convección.
En el caso de los portátiles, sobre todo gaming, lo mejor será adquirir una base de refrigeración que mejore el flujo de aire hacia el interior del equipo. La falta de espacio, junto a la gran potencia de los nuevos Core de 9ª generación hacen que los portátiles se calienten de una forma espectacular.
Conclusión y enlaces interesantes
Concluimos así nuestro artículo sobre saber la temperatura normal de una CPU y sobre cómo bajar la temperatura de la CPU. Nuestra recomendación es siempre prestar atención a la temperatura y al estado de nuestro procesador y demás hardware. Solamente así podremos alargar la vida de nuestro ordenador al máximo, ya que, como cualquier producto, estos también necesitan de un mantenimiento.
Ahora os dejamos con unos cuantos artículos interesantes sobre el tema, además de las guías que vienen como anillo al dedo para este tema.
Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad, o al menos para aprender algo que aún no sabías. Para cualquier cosa, casi siempre estamos a disposición en la caja de comentarios y en el foro de hardware.