El PC gaming barato es uno de los equipos de trabajo con mayor demanda entre las demografías más jóvenes. Lejos de tratarse de un ordenador básico, los PC gaming suelen estar dotados de componentes de última generación y gama alta que permitan sacar el máximo rendimiento a los videojuegos triple AAA que llegan al mercado.
Esto entra directamente en conflicto con las necesidades de esta cohorte de usuarios, que por su poder adquisitivo buscan soluciones de bajo precio para disfrutar de las últimas novedades del sector de los videojuegos.
Dejando a un lado la definición de «barato», que sin duda varía de un usuario a otro, ¿Son estos PC gaming de bajo precio una buena idea? ¿Salen rentables a corto, medio y largo plazo? ¿Cuáles son sus ventajas y desventajas? Estas y otras cuestiones las vamos a desgranar en este artículo.
Índice de contenidos
En el pasado montar un PC quedaba en las manos de unos pocos elegidos. Por suerte en la actualidad, la situación es muy diferente y a la hora de hacerse con un PC gaming, es lógico cuestionarse si el ordenador se va a comprar montado o si se adquirirán las piezas por separado para montarlas personalmente.
El montaje de un PC gaming resulta más satisfactorio, además de resultar una experiencia de aprendizaje que aporta gran valor a quienes nunca han erigido su propia máquina. Existen múltiples foros, páginas especializadas y consultores en línea que pueden ayudar con las complejidades del montaje, así como con la resolución de errores e incompatibilidades.
Una buena planificación de un montaje para un PC gaming barato suele resultar en un mayor retorno de la inversión frente a los equipos montados en fábrica. Esta metodología abre la posibilidad también a la personalización del equipo.
Por su lado, los PC gaming vendidos a bajo precio en tienda también tienen un set de ventajas; en concreto, la gran fiabilidad del sistema y la comodidad que enchufar la máquina y comenzar a usarla tiene para el comprador.
En resumen, estas son las ventajas y desventajas de cada formato:
Ventajas:
Desventajas:
Ventajas:
Desventajas:
En pos de la discusión, situemos el límite de lo que consideramos como PC gaming barato en un equipo (periféricos incluidos) por debajo de los 800€.
Muchos usuarios se sienten entristecidos al descubrir que su gaming rig, por el cual han pagado una cantidad nada desdeñable, no rinde como esperaban. No se le pueden pedir milagros a un sistema en el que se ha instalado tecnología con algunos años de antigüedad o de gama media-baja. Si usamos como benchmark The Witcher 3 o cualquier otro juego exigente gráficamente, es evidente que el ordenador se va a resentir. 60 cuadros por segundo (FPS) estables y alta resolución de pantalla es una utopía en este caso.
Pese a que un PC gaming barato no pueda correr un videojuego de última generación con gráficos medios o altos, eso no significa que no sea una buena idea cuando la librería de títulos que queramos disfrutar este compuesta por indies de gráficos sencillos y escasos requerimientos de computación y memoria, o juegos antiguos (que por otro lado son mucho más baratos también).
En definitiva, hay que tener muy claro qué tipo de juegos queremos disfrutar y cuáles son los requerimientos mínimos de los mismos, así como ser sinceros con nosotros mismos sobre si nos importa o no jugar con los gráficos al mínimo en aquellas novedades compatibles con nuestro sistema.
Por otra parte, los PC gaming baratos tienen escasas posibilidades de mejora. Esto es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de comprar. Si nos hacemos con una torre con una placa base incompatible con CPU más modernas, cualquier intento futuro de actualizar nuestra build será inviable o requerirá realizar gastos adicionales.
Lo mismo ocurre con la memoria RAM. Los modelos de hace unos cuantos años no pueden trabajar junto a unidades centrales de procesamiento nuevas. Una falta de preplanificación a la hora de la adquisición arruinará cualquier intento futuro de puesta al día, pero contemplar todos estos aspectos encarecerá, sin lugar a dudas, el PC gaming que deseemos comprar en primera instancia.
La placa base y la RAM no son, por desgracia, los únicos elementos a tener en cuenta: bahías de unidades, límites de almacenamiento, inexistencia de opciones I/O y mucho más son algunos de los quebraderos de cabeza a los que se enfrenta el comprador que necesite ceñirse a un presupuesto reducido. Nadie dijo que conseguir un PC gaming barato fuese fácil…
Resulta que, en muchas ocasiones, esperar un poco más hasta poder permitirse un PC gaming de gama media es mejor idea que abalanzarse a por uno barato. Pequeños incrementos en el presupuesto traen consigo masivas mejoras en el rendimiento y capacidades técnicas del aparato.
Así, mientras que un PC gaming barato está desfasado desde el mismo momento en el que se instala, un PC gaming de gama media tiene una vida útil compatible con el mercado de los videojuegos que se sitúa en torno a los dos o tres años.
Esto indica con claridad que el PC gaming barato resulta muy difícil de amortizar, mientras que aquellos ordenadores solo un poco más caros se rentabilizan mejor a medio y largo plazo. Es por eso que algunos expertos del mercado tildan a los PC gaming de saldo como soluciones de urgencia: prácticamente solo sirven para jugar a aquellos que motivan la compra del sistema.
En resumen, un PC gaming por debajo de 800€ presentará los siguientes desafíos:
Pese a lo expuesto en el apartado anterior existen circunstancias en las que comprar un PC gaming por debajo de 800 euros tiene sentido.
La primera de todas ellas es la más obvia: cuando las perspectivas económicas del comprador no tengan pronósticos de mejorar. Si ahorrar hasta poder entrar a la gama media del mercado de PC gaming no es, ni va a ser, una opción, entonces es lógico hacerse con un PC que nos permita disfrutar lo más posible del mundo de los videojuegos sin dañar nuestras finanzas.
Otro escenario en el que un PC gaming barato nos puede servir es cuando los géneros que nos interesan no requieren mucha potencia o memoria. Si estamos dispuestos a dejar de jugar bombazos actuales o futuros como puedan ser Battlefield V o Cyberpunk 2077, para dedicarnos plenamente a los indies con estética low poly o pixel art, entonces un ordenador barato tiene sentido.
También podemos llegar a elegir nuestro PC gaming barato con un único juego en mente. Si dedicamos cientos de horas a un mismo título, algo que pasa muy a menudo con Counter-Strike: Global Offensive, Dota 2, League of Legends, Overwatch, Fortnite, Minecraft y algunos otros, entonces se puede llegar a adquirir un PC gaming especializado adaptado a las demandas de estos juegos por un importe muy bajo. No siempre es posible, no obstante; depende completamente del juego objetivo. También un uso intensivo implica una mejor refrigeración y un mantenimiento continuado del sistema.
Finalmente, siempre existe la posibilidad de que la compra responda a alguna urgencia, de forma que esperar pacientemente no sea una opción. Si es necesario comprar un PC gaming barato con la máxima celeridad posible para sustituir otro que se ha averiado completamente o por alguna situación similar, ¡adelante!
No todos los componentes que conforman el equipo tienen la misma importancia cuando el uso principal que se le va a dar es jugar a videojuegos.
La regla general a seguir es ahorrar todo lo que se pueda en los periféricos. Puede ser muy tentador hacerse con un ratón especializado, con botones adicionales, configuración de macros, diseño elegante y altamente ergonómico y baja latencia en la transmisión de inputs; pero la realidad es que la mejora en el juego que aportan es solo marginal, mientras que la diferencia de precios con un ratón básico es cuantiosa.
Lo mismo ocurre con el teclado. Habrá que prescindir de teclados mecánicos con llamativas luces LED hasta nuevo aviso y conseguir uno por un precio que puede ser hasta 10 veces menor.
Tampoco conviene realizar grandes gastos en la pantalla. En este momento existen modelos de 60 herzios a precios muy asequibles. Hay que evitar pues las de 100, 144 o más herzios, así como las pantallas curvas y las de grandes dimensiones; todas ellas encarecen el equipo final sin aportar grandes diferencias a la experiencia de juego.
El hardware complementario asociado a audio (altavoces, cascos, micrófonos, etcétera) también debe quedar sujeto a estas consideraciones.
Además del poco valor añadido marginal que se consigue por cada euro de inversión inicial, todos estos periféricos pueden ser sustituidos más tarde por otros superiores, de manera sencilla y siendo poco probable que surjan complicaciones por incompatibilidades.
El meollo de la cuestión es la torre y los elementos que van en ella.
La CPU, placa base, memoria RAM y tarjeta gráfica han de ser seleccionadas después de un análisis pormenorizado de las opciones disponibles en el mercado. La placa base es determinante pues limita otras opciones como la CPU y la memoria RAM. Por otra parte, al elegir la unidad central de procesamiento, es mejor decantarse por modelos antiguos con alta fiabilidad que por versiones modernas con mayores índices de fallo. En cuanto a la memoria RAM, habrá que limitarla acertadamente al número de aplicaciones concurrentes que estén activas durante nuestras sesiones de juego. Finalmente la tarjeta gráfica tendrá que pertenecer a las series lanzadas una o dos generaciones atrás, dependiendo de cuál sea nuestro presupuesto concreto.
El resto de elementos que conforman el PC gaming suelen quedar definidos por estos otros, de forma que no se dispone de grandes abanicos de opciones para componentes como la tarjeta de red, la tarjeta de audio, el cableado interno y similares.
En cuanto al almacenamiento, un SSD para instalar el sistema operativo y el videojuego que estemos explotando en un momento dado es siempre una buena idea, pero hay que tener en cuenta que el precio de las unidades de estado sólido es aún mucho mayor que la de los HDD (GB / Euro), por lo que con juegos que ocupan muchos gigabytes, encareceríamos el PC gaming sobremanera.
En todo caso, los SSD son un extra. Si en nuestras cuentas no cuadra, siempre podemos optar por los discos duros, más baratos y con mayor capacidad. De igual manera que con la memoria RAM, dimensionar de forma apropiada nuestras necesidades de almacenamiento nos ayudará a ajustar el presupuesto del PC gaming al límite (nunca podemos olvidar que se sufrirá un impacto negativo si nuestro HDD o SSD está demasiado lleno).
Para terminar, la caja pudiera parecer un elemento poco importante, pero en un PC gaming barato no es así. Por lo general estaremos utilizando el ordenador en el límite de sus posibilidades, por lo que es previsible que la temperatura de operación ascienda hasta temperaturas que ralenticen el funcionamiento de la CPU u otros componentes. Al elegir la caja hay que buscar una con características térmicas excelentes y abundantes aperturas que faciliten el trabajo de los ventiladores instalados.
Comprar un PC gaming con un presupuesto muy bajo es poco deseable y solo debe hacerse cuando no haya otra alternativa. Con solo un poco más de dinero podemos entrar en la gama media y mejorar sustancialmente el rendimiento y capacidades de nuestra computadora, al mismo tiempo que ampliamos sobremanera el número de títulos que podemos jugar.
Te recomendamos la lectura de nuestros tutoriales y configuraciones referente al PC:
Los PC gaming de gama media, además, salen más rentables a medio y largo plazo, ya que los ciclos en los que su tecnología se mantiene relevante son mucho más dilatados.
SK Hynix anuncia la producción de sus memorias flash NAND más avanzadas hasta ahora, que…
Drift DRAIR200 es la silla ergonómica que estabas esperando si tu presupuesto es ajustado, pero…
Una nueva información sobre la RTX 5090 vuelve a encender las alarmas con respecto a…