El mercado ofrece muchas opciones y encontrar qué procesador comprar para tu PC se podría hacer una tarea bastante compleja. No es difícil identificar los fabricantes, ya que solamente hay dos, Intel y AMD, pero sí que lo es elegir el modelo que mejor nos venga y así pagar lo justo y lo necesario para obtener la mejor experiencia.
En este artículo trataremos de conocer las claves para encontrar el mejor procesador, para ello conoceremos las principales características que debemos tener en cuenta y conocer, además de lo que nos proporcionan los fabricantes.
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A estas alturas creemos que nadie tendrá dudas acerca de la función que desempeña un procesador en nuestro ordenador. La CPU es la unidad central de procesamiento de un ordenador, un pequeño chip en el que hay miles de circuitos integrados y transistores que son capaces de ejecutar las instrucciones necesarias para hacer funcionar el sistema operativo y las aplicaciones y controladores que en él hay instaladas.
En un procesador intervienen muchos elementos que debemos tener en cuenta para obtener el mejor rendimiento y calidad. Algunos de las principales serán, la arquitectura, la configuración de núcleos, la memoria caché, el socket de conexión y la frecuencia. Veamos todas ellas poco a poco para saber mejor cómo elegir un procesador.
Pues si debemos empezar por algo, es por lo que nos pueden aportar cada uno de los fabricantes. La arquitectura la podríamos entender como la forma en la que un procesador trata las instrucciones que pasan por él. En este caso tenemos pocas dudas acerca de la arquitectura de los procesadores de escritorio actuales, ya que todos ellos funcionan según las instrucciones x86, desde que Intel inventara ésta y AMD la implementara también.
Otro factor que interviene en la arquitectura es el bus de datos o el ancho de palabra con el que un procesador es capaz de trabajar. Tampoco hay mucho que decir, ya que el 100% de procesadores para PC trabajan en un bus de 64 bits, es decir, en cada ciclo de trabajo, pasan por él instrucciones con 64 unos y ceros de información. Antes, estos eran de 32 bits, así que, a efectos prácticos, la potencia de procesamiento será el doble.
El otro factor a conocer es el proceso de fabricación, y aquí sí que tenemos grandes diferencias entre AMD e Intel. El proceso de fabricación se trata la miniaturización de los circuitos integrados que hay en el interior del procesador, de sus núcleos y encapsulado. Normalmente se define como la medida que tienen los transistores que forma sus puertas lógicas y el material con el que son fabricados.
En la era actual, Intel se encuentra fabricando procesadores de 14 nanómetros (nm) en los que ya se han llevado a cabo varias actualizaciones, llamadas generaciones. Las que debemos de conocer son la 7ª con denominación Kaby Lake, y la 8ª con denominación Coffee Lake. Estos serán los procesadores actualmente en venta de este fabricante.
Por parte de AMD nos encontramos con los AMD Ryzen de la arquitectura denominada Zen, en la cual tenemos los Zen 1 y Zen 2 con proceso de 12 nm, y se prevé que en junio llegue Zen 3, disminuyendo los transistores a tan solo 7 nm.
Hasta hace unos años, un procesador contaba con tan solo un núcleo en su interior. El núcleo es el que se encarga de realizar las operaciones solicitadas por el sistema. Aquí interviene el concepto de la frecuencia de procesamiento, la cual se mide en Hz o ciclos por segundo. En cada ciclo, el procesador realiza una operación, así que, si por ejemplo un procesador es de 1 GHz, o sea, 1.000.000 Hz, entonces hará todas esas operaciones cada segundo.
Pues los procesadores actuales tienen varios de estos núcleos, también llamados Cores, podemos entenderlos como subprocesadores que hay dentro del mismo encapsulado de la CPU. Cada uno de estos núcleos es capaz de realizar operaciones por sí mismos, por lo que multiplicarán la efectividad del procesador. Si por ejemplo tenemos una CPU de 6 núcleos, podremos hacer 6 operaciones en cada ciclo.
Relacionado con los núcleos están los Threads, subprocesos o hilos de procesamiento. Los threads controlar el flujo de control y los tiempos asignados a las tareas. a efectos prácticos, hace creer a la CPU que está ejecutando más de una tarea en cada ciclo, ya que las subdivide en trozos.
En la actualidad y para un ordenador de escritorio, no podemos pedir menos de 4 núcleos de procesamiento. Los sistemas de escritorio son pesados y aún más cuando comenzamos a abrir aplicaciones y juegos. Con una CPU de cuatro núcleos obtendremos una buena experiencia y fluidez casi para cualquier usuario en la multitarea. Si trabajamos con programas de diseño, programación, y renderizado, lo recomendable es contar con 6 núcleos o más.
Todos conoceremos la memoria RAM, una memoria de acceso aleatorio en donde se guardan todas las instrucciones de los programas que se están ejecutando, así como los procesos que serán enviados a la CPU. Para aligerar el tema, las CPU tienen su propia memoria, mucho más rápida y mucho más pequeña, para guardar las instrucciones que serán inminentemente procesadoras.
La caché se divide en tres niveles L1, L2 y L3, ordenadas de más rápidas a más lentas y de menor a mayor capacidad. Casi siempre atenderemos a la caché L3. Un procesador con una caché L3 de 6 MB ya será considerado un buen partido, y con cifras superiores a 8 MB serán más que recomendables para multitarea y para tener un sistema fluido en grandes cargas de trabajo.
Otro aspecto que muchos pasan por alto a la hora de mirar qué procesador comprar, es la compatibilidad con la placa base y el socket. Es un tema fácil de entender, el procesador que compremos debe ir conectado a la placa base mediante un socket. Para empezar, Intel tendrá los suyos propios y AMD los suyos, así que la primera diferencia radica en comprar una placa apta para cada fabricante.
Aquí entra el juego el chipset, que ya es mucho más complejo de explicar, porque hay bastante para cada caso. Centrémonos en el socket.
La compra inteligente sin duda son procesadores Intel de socket LGA 1151 y AMD de socket AM4. Además, la próxima generación de CPU de AMD de 7 nm serán compatibles con este mismo socket, aunque queda ver si también en placas actuales.
En este punto podrás decir: tengo una placa de socket LGA 1151 con un procesador de 6ª generación de Intel. ¿Puedo comprar entonces uno de 8ª y colocarlo? Y lo cierto es que no, ya que, a pesar de ser el mismo socket, ni chipset ni pines son compatibles con la arquitectura de funcionamiento de un procesador de 7ª y 8ª generación.
Seguramente hayas oído hablar de las APU (no el de los Simpson). Los procesadores actuales cuentan con una unidad de procesamiento de gráficos en su interior. Si te has fijado, una placa base tiene conectores de vídeo en el panel trasero. A estos procesadores se les llama APU (Accelerated Processor Unit). De esta forma un procesador Intel o AMD cuenta en su interior con un núcleo para procesar gráficos, eso sí, orientado a contenido multimedia y juegos muy básicos, ya que su potencia no es demasiada.
Entonces podemos entender que las CPU actuales, realmente son APU con gráficos integrados. Pero ojo, porque la gama de procesadores de WorkSatation no tienen procesador gráfico integrado en ellos, ni los Ryzen Threadripper ni los Intel Core X.
Intel también está lanzando ahora procesadores de escritorio LGA 1151 sin procesador gráfico, orientados a usuarios que desean montar un PC gaming. Estos procesadores los distinguiremos con una letra “F” en su modelo, por ejemplo, Intel Core i5-9400F.
Hacer overclocking a un procesador significa elevar su frecuencia de reloj o GHz para que sea capaz de realizar más operaciones por segundo. No es algo sumamente positivo para un procesador, pero en pequeños aumentos o en momentos graduales, no vamos a tener mayores problemas.
Lo bueno de AMD es que prácticamente todos los procesadores de la Gama Ryzen permiten overclocking, lo que entendemos por ser procesadores desbloqueados. Por parte de Intel, debemos de buscar en su código de modelo la letra “K” para saber que son también desbloqueados.
Estos procesadores suelen estar destinados a montar equipos entusiastas o gaming, en donde se les instala buenos sistemas de refrigeración que permiten preservar la integridad del procesador aún overclockeado.
Llegamos al momento en el que damos un repaso a la actualidad del mercado para conocer cuál es el mejor procesador según nuestras necesidades. Obviamente tendremos en cuenta los mejores de AMD y los mejores de Intel, a día de hoy.
Aquí nos iremos a los procesadores básicos, pero que tengan al menos dos núcleos. Se prevén cargas de trabajo pequeñas y se necesita una APU que pueda reproducir contenido multimedia. Esto es lo básicos, y recomendamos irnos a los del siguiente punto.
Última actualización el 2024-11-21
Elevamos un poquito el nivel para encontrar procesadores de cuatro núcleos con mejor caché L3 y por supuesto gráficos integrados. Con estos procesadores también podremos montar un PC gaming básico.
Última actualización el 2024-11-21
Debido a que es un tema especialmente interesante, te aconsejamos que veas nuestro artículo especialmente dedicado a este tema. Y conozcas los mejores procesadores gaming por gama y precios.
Modelos de mejor procesador gaming recomendados
Estos son los procesadores de mayor rendimiento de las marcas, con los todopoderosos Threadripper de 32 núcleos y los Intel Core XE de 18 núcleos a la cabeza.
Última actualización el 2024-11-21
Hasta aquí nuestro artículo sobre que procesador comprar para tu PC. Con la compra de alguno de estos procesadores seguramente debas comprar una placa base a la altura de las circunstancias y también memoria RAM y disipador, te dejamos con nuestras guías actualizadas sobre hardware:
También podrás ver directamente nuestra guía completa de los mejores procesadores del mercado. Encontrarás más modelos y más rango de precios en donde elegir.
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