La comunidad informática y sobre todo gamer de todo el mundo, ha estado esperando esta nueva AMD Radeon VII con muchas ganas. Se trata de una tarjeta gráfica con la que AMD ha sido capaz de posicionarse en el mercado de gama alta nuevamente gracias a esta GPU de 7 nm única en el mercado. Una tarjeta que promete dar batalla e incluso superar en algunos aspectos a toda una RTX 2080.
Al igual que tú, nosotros también teníamos muchas ganas de tener acceso a esta tarjeta y ver de los que es capaz en nuestro bando de pruebas. ¿Crees que estará a la altura de lo que promete? ¡Veámoslo!
Agradecemos a AMD la cesión de éste producto para realizar este esperado análisis.
| AMD Radeon VII | |
| Chipset | Radeon Vega 2ª generación |
| Velocidad del procesador | Frecuencia base: 1400 MHz Frecuencia en turbo: 1800 MHz |
| Cantidad de núcleos gráficos | Procesadores de stream: 3840 Unidades de cómputo: 60 |
| Tamaño de la memoria | 16 GB HBM2 a 4 Gbps |
| Bus de memoria | 4096 bit a 1024 GB/s |
| DirectX | DirectX 12 Vulkan OpenGL 4.6 |
| Tamaño | 267 x 121 x 40 (2 slots) |
| TDP | 300W |
| Precio | 700 euros |
Como no podría ser de otra forma, esta AMD Radeon VII se nos presenta en una contundente caja de cartón aprensado de gran grosor bajo un fondo negro brillante y abundante información acerca del producto. También tenemos las correspondientes fotos de ella a todo color, conformando así una presentación de gala para la primera tarjeta gráfica de 7 nm del mercado.
Dentro de la caja encontramos un producto perfectamente acomodado en un bloque de espuma de gran densidad en posición vertical e introducida en una bolsa antiestática para preservar la integridad de su arquitectura.
Esta AMD Radeon VII es una de las grandes presentaciones en cuando a hardware de este año 2019 por parte de AMD. Con su nueva litografía de 7 nm para su GPU fabricada por TSMC tenemos una tarjeta que entra de la en la gama alta de un mercado siempre copado por Nvidia. Aunque en este caso estamos ante una prestación que la van a situar a la par de la RTX 2080, aunque con un elemento muy a tener en cuenta y es que esta nueva Radeon VII no implementa núcleos de procesamiento dedicados al Ray Tracing o al Deep Learning, a diferencia de las RTX de Nvidia.
No cabe duda de que las dimensiones de esta AMD Radeon VII son bastante considerables, con la presencia de un gran disipador construido en aluminio con tres ventiladores para proporcionarnos una refrigeración a la altura de las prestaciones de esta GPU. El abandono de los clásicos disipadores de turbina es ya un hecho ante hardware de tan alto desprendimiento de calor. En este caso tenemos una tarjeta de 267 mm de largo, 121 mm de ancho y 40 mm de alto, así que solamente necesitaremos dos slots de expansión para ella.
En la parte trasera de esta tarjeta tenemos la presencia de un gran backplate íntegramente construido en aluminio que nos proporcionará un extra de rigidez y protección al conjunto. En él podemos ver que se han mantenido los accesos a los tornillos del disipador libres para poder desmontarlo sin demasiado trabajo.
La conectividad en esta AMD Radeon VII no es demasiado detallada, ya que tendremos un total de tres puertos DisplayPort 1.4b y un puerto HDMI 2.0. Por supuesto con estas versiones, tendremos total compatibilidad de AMD FreeSync 2 HDR y Súper Resolución Virtual (VSR). Algo que echamos en falta en una tarjeta de este calibre es la presencia de un puerto USB Type-C para conectar unas gafas VR.
Con esta nueva tarjeta de 7 nm, hablar de transistores más pequeños no significa hablar de menor consumo de energía. Tenemos una gráfica que registra un TDP de 300 W, una cifra bastante imponente que recomienda el uso de una fuente de alimentación de unos 700 o 750 W para que a nuestro PC no le falte alimento.
Eso sí, recordemos que la Radeon Vega 64 firmaba un TDP de 295 W con un rendimiento bastante inferior a la nueva GPU, de hecho, el fabricante cifra la mejora de rendimiento en x1,3 veces el de la anterior tope gama. Para el suministro energético, el fabricante ha instalado dos conectores de 6+2 pines de alimentación. De todas formas, veremos su consumo real tan pronto que lleguemos a la fase de pruebas.
Tras evaluar su aspecto externo, es momento de conocer con más detalle cuales son las características técnicas de esta AMD Radeon VII, así como el bloque de disipación que AMD ha propuesto.
El bloque de disipación está íntegramente construido en aluminio con un aleteado de gran densidad y dejándose ver en gran medida desde el exterior. Para mejorar la transferencia de calor hacia él, se ha utilizado un bloque de cobre en contacto con la GPU mediante compuesto térmico de primera calidad. De igual forma elementos tan importantes como las fases de alimentación, también estén en contacto con el bloque mediante pads térmicos.
Lo que tenemos entre manos consta de un procesador gráfico de arquitectura Vega 20 o de 2ª generación bajo un proceso de fabricación de 7 nm FinFET con un recuento de 13,2 Billones de transistores. Esta GPU se capaz de trabajar a una frecuencia base de 1400 MHz con un modo turbo de 1800 MHz, que es una cifra considerable. En su interior tenemos 60 unidades de cómputo y 3840 procesadores de transmisión (stream processors). En este caso seguimos sin tener núcleos dedicados al Ray Tracing en tiempo real, así que la tecnología RTX sigue siendo la única en dar esta posibilidad.
No obstante, las cifras de rendimiento de esta AMD Radeon VII son de 13.8 TFLOPs (cálculos en coma flotante) que superan incluso a los de la RTX 2080 Ti, con 13,4 TFLOPs. Además, tenemos una velocidad de relleno de píxel de 115,56 GP/s y 432,24 GT/s de relleno de textura. Por lo que, en capacidad de procesamiento bruta, esta nueva GPU es impresionante.
Pasamos a ver las características de su memoria RAM Gráfica, que en este caso seguimos la línea Vega con una memoria de tipo HBM2, aunque de un rendimiento muy superior. En este caso monta nada menos que 16 GB de memoria a una velocidad efectiva de 4 Gbps, pero con un ancho de bus de nada menos que 4096 bits, que proporciona un ancho de banda de 1 TB/s (1024 GB/s) superando así cualquier registro marcado hasta la fecha por otra gráfica de escritorio. Podemos decir que la baja velocidad efectiva de la memoria, está más que compensada que el increíble ancho de bus.
Con esta tarjeta podremos reproducir contenido en 8K a 60 Hz y compatibilidad con DirectX 12, Vulkan, OpenGL 4,6 y OpenCL 2.0. Además de las tecnologías propias de AMD como son AMD FreeSync 2HDR, Radeon VR Ready Premium, AMD Zero Core Power y Radeon Relive, entre otras, para proporcionar un entorno mejorado bajo un consumo lo mejor optimizado posible.
Numerosos fabricantes han optado ya por crear sus propias versiones personalizadas de esta nueva Radeon VII, la cual generó muchas dudas al principio llegando a darse la posibilidad de que incluso ningún fabricante tuviera acceso a dicha arquitectura. Como no podía ser de otra forma, el primer análisis debía ser el de esta versión base de AMD, para ver sus capacidades sin modificaciones posteriores. Ya AMD nos brinda información que sitúan a esta tarjeta en 1,3 veces el rendimiento de la Radeon Vega 64, que a pesar de que tiene más procesadores stream (4096) y 60 unidades de cómputo, no puede competir con la arquitectura renovada y los brutales 4094 bits de ancho de bus de memoria de esta Radeon VII.
A continuación, pasaremos a ver el rendimiento de ésta AMD Radeon VII en nuestro banco de pruebas y con los juegos del momento.
| BANCO DE PRUEBAS | |
| Procesador: | Intel Core i9-9900K |
| Placa Base: | Asus Maximus XI Formula |
| Memoria: | Corsair Vengeance PRO RGB 16 GB @3600 MHz |
| Disipador | Corsair H100i V2 |
| Disco Duro | Kingston UV400 |
| Tarjeta Gráfica | AMD Radeon VII |
| Fuente de Alimentación | Corsair RM1000X |
Para benchmarks usaremos los siguientes títulos:
Todas las pruebas han sido pasadas con los filtros al máximo excepto que indiquemos lo contrario. Para tener un rendimiento adecuado hemos realizado tres tipos de pruebas: la primera es la más común a Full HD 1920 x 1080, la segunda resolución que está dando el salto a los gamers 2K ó 1440P (2560 x 1440P) y a los más entusiastas con 4K (3840 x 2160). El sistema operativo que hemos utilizado ha sido Windows 10 Pro 64 bit y los últimos drivers disponibles desde el website de AMD.
En primer lugar, la mejor calidad de imagen posible. El valor más importante para nosotros es la media de FPS (Fotogramas por segundo), a mayor número de FPS más fluido irá el juego. Para diferenciar un poco la calidad, os dejamos una tabla para valorar la calidad en FPS, pero también contaremos con los Fps mínimos en las pruebas que fueron así posibles:
| FRAMES POR SEGUNDOS | |
| Frames por Segundos. (FPS) | Jugabilidad |
| Menos de 30 FPS | Limitada |
| 30 ~ 40 FPS | Jugable |
| 40 ~ 60 FPS | Buena |
| Mayor de 60 FPS | Bastante Buena o Excelente |
Hemos decidido dar el salto a comprobar varios juegos de manera manual. ¿El motivo? Muy sencillo, queremos dar una visión mucho más realista y abarcar pruebas con juegos acordes a la actualidad
La verdad que la tarjeta gráfica se comporta muy bien a nivel de temperatura. Quizás la pega más grande la encontramos en reposo, ya que alcanza los 44 ºC, contando que los ventiladores siempre están girados. En idle es muy silenciosa pero cuando le metemos carga, la cosa cambia y empezamos a escuchar el zumbido que emite estos disipadores de AMD tan característicos en su versión de referencia.
Como podemos ver las fotos realizadas con nuestra cámara térmica Flir One PRO obtenemos unas temperaturas muy cuidadas tras 12 horas. Muy buena construcción por parte de AMD, pero echamos en falta un disipador más resolutivo en este modelo, que en un principio no iban a llegar modelos personalizados.
El consumo es de todo el equipo al completo *
El consumo es clave y se nota la buena mano que ha tenido AMD en reposo. Con apenas 58 W tenemos un equipo potente pero con un consumo muy escaso, al nivel de la RTX 2080. Nos gusta menos ver los 482 W a máxima potencia el procesador y la gráfica, aunque en su estado natural con GPU 100% estrés, está a 363 W.
Creemos que la AMD Radeon VII es muy buena tarjeta gráfica, pero está enfocada más a un uso mixto: profesional y esporádica en gaming que exclusivo a gaming. Ya que actualmente hay soluciones más potentes para jugadores y más interesantes dado su precio actual.
En juegos hemos podido comprobar que rinde muy bien. Se puede jugar decentemente a 4K en la mayoría de juegos a + 50 FPS, pero le falta ese extra para tener unos + 60 FPS estables, que es lo que esperamos de una tarjeta gráfica de esta categoría.
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El punto que vemos más mejorable es el ruido cuando está a máxima potencia. Pensamos que AMD tiene que darle una vuelta de tuerca a su disipador de referencia y montar algo TOP como hacen otras compañías. Por el resto nos parece un producto muy bien pensado y que ofrece un muy buen rendimiento.
Su precio actual es de 745 euros en las principales tiendas online. Creemos que el montar un total de 16 GB HBM2 ha disparado su precio. Conocemos su potencia bruta (que es de notable alto) y con una leve bajada de precio más una optimización de drivers, podemos ver una gráfica que puede dar muchas alegrías durante este año.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + 16 GB HBM2 | – PRECIO |
| + BUENAS TEMPERATURAS | – ES RUIDOSA EN CARGA |
| + BUEN RENDIMIENTO | |
| + IDEAL PARA WORKSTATION Y GAMING ESPORÁDICO | |
| + BUEN CONSUMO |
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