Dos años después del último smartwatch, se ha lanzado el Samsung Galaxy Watch, el nuevo buque insignia de la compañía coreana. Un reloj que es sucesor y guarda una gran similitud con el Samsung Gear S3 tanto por fuera, con su bisel rotativo y su diseño refinado, como por dentro, con el ya conocido sistema operativo Tizen en nueba versión. Las mejoras anunciadas se basan sobre todo en su mayor potencia, su prolongada autonomía y una mejora resistencia física y al agua. Una de las pocas características que se pierde, es la del pago mediante la tecnología MST. Se ha lanzado una versión LTE 4G y otra solo con Bluetooth. En este análisis nos centraremos en este último modelo.
Características técnicas Samsung Galaxy Watch
Unboxing
Samsung apuesta para revestir su caja por un sobrio color negro, sobre el que se destaca en blanco el nombre del reloj y una imagen del mismo. En la parte trasera y en el lateral derecho se describen algunas de sus características y el tipo de smartphone mínimo requerido. El frontal de la caja viene encajonada sobre otra que, al levantarla, nos presenta el Samsung Galaxy Watch.
Al retirarlo encontramos tres compartimentos, en ellos hallamos:
- Estación de carga.
- Adaptador de corriente con cable microUSB tipo B.
- Recambio de correa.
- Guía de inicio rápido.
Diseño
El Samsung Galaxy Watch se presenta en dos versiones en función del diámetro de la corona: 42 y 46 mm. En nuestro caso, recibimos como muestra el modelo de mayor tamaño en color plateado. Para quien opte por el modelo de 42 mm, puede elegir entre los colores Negro de medianoche o Rosa dorado. Sin embargo, si se desea disfrutar de una mayor pantalla y el ligero aumento de tamaño no es una molestia, es preferible decantarse por el modelo de 46 mm. Su mayor envergadura se aprovecha para añadir algunos miliamperios extra a la batería. Hablamos de unas dimensiones totales de 46 x 49 x 13 mm y un peso de 63 gramos sin contar la correa, un peso realmente ligero y que casi no se nota en la muñeca.
El cuerpo del reloj con resistencia de grado militar está fabricado en acero inoxidable pulido, al igual que su bisel que, tal y como nos tiene acostumbrado Samsung, se puede girar para moverse por las diferentes opciones de los menús. Por otro lado, la pantalla táctil circular posee un tamaño de 1,3 pulgadas frente a las 1,2 del modelo de 42 mm. Esta pantalla cuenta con Gorilla Glass DX+ para prevenir arañazos y además, se ha incluido un sensor de luz como complemento para la pantalla y su visibilidad.
En el borde izquierdo se sitúan dos botones con tacto rugoso para facilitar su pulsación. El superior cumple la función de volver hacia Atrás en el sistema, mientras que el inferior cumple una triple función: encender el dispositivo y la pantalla, llevarnos al menú de Inicio o abrir el cajón de aplicaciones si ya estamos en el menú principal. Inmediatamente debajo del botón inferior, se sitúa el micrófono. En el borde opuesto es donde encontramos, por otra parte, el altavoz multimedia.
La parte trasera, que cuenta con un color negro similar al del bisel, aloja el ya típico sensor de frecuencia cardiaca, que cuenta con 4 emisores de luz led. En el borde superior de esta zona se encuentra el sensor de presión atmosférica para estimar la altura a la que nos encontramos.
Por defecto, el Samsung Galaxy Watch dispone de una correa de silicona de color negro con un diseño estriado en relieve. Se adapta bien a la muñeca y cumple su cometido. Para quien busque personalización, Samsung ha puesto especial cuidado en añadir variedad a las correas intercambiable disponibles, que posee una anchura de 22 mm. Para el modelo de 46 mm encontramos correas opcionales en color: Negro Ónice , Azul Marino y Gris Basalto. El modelo más pequeño usa correas de 20 mm y podemos encontrar los colores: Marrón Natural, Gris Nube, Beige Rosado, Púrpura, Amarillo Lima, Rojo terracota, Gris Lunar y Negro Ónice.
Hay que destacar la resistencia al agua de hasta 5 atmósferas con la que cuenta el reloj, lo cual nos permite sumergir en reloj en agua con una presión no superior de 50 metros. Por lo tanto podremos bañarnos e ir con él a la piscina sin problemas pero no se recomienda usarlo para bucear a mucha profundidad.
Pantalla y sonido
La pantalla circular que encontramos en el Samsung Galaxy Watch es una Súper AMOLED a todo color con 360 x 360 píxeles. El colorido de los iconos del sistema ayuda a apreciar el buen nivel conseguido en los colores, que se muestran de manera vívida y con un gran contraste. Gracias al sensor de luz, se obtiene un brillo adaptativo que da lo mejor de sí en los momentos más soleados. Con el brillo al máximo no hemos tenido ningún problema para ver el contenido mostrado en la pantalla.
Entre los ajustes podemos encontrar la función AlwaysOn que le permite al Samsung Galaxy Watch mostrar la hora y algunos datos extras mientras está en reposo. Algo similar a lo que hacen muchos smartphone y que viene muy bien para ver la hora sin gastar excesiva batería.
Aunque este modelo no integre la modalidad 4G, tanto el altavoz como el micrófono mantiene su utilidad de varias maneras. Su principal uso, obviamente, es la posibilidad de hacer o recibir llamadas mientras tengamos enlazados el Samsung Galaxy Watch al smartphone. En este caso en concreto, y al hacer una llamada en mitad de la calle, pudimos comprobar que el altavoz posee potencia suficiente para mantener una conversación medianamente aceptable. Por el otro lado, la calidad del micrófono es lo suficientemente buena para que nuestro interlocutor nos entienda sin problemas.
Otras de las posibilidades que podemos darle al altavoz es la de escuchar música que tengamos almacenada. Obviamente, no es la mejor opción para escuchar nuestras canciones favoritas pero nunca está de mal tenerla en cuenta. El micrófono tiene como utilidad secundaria la posibilidad de darle órdenes al asistente de Samsung: Bixby. Durante nuestro testeo, interaccionamos con esta IA y nos dimos cuenta de que aún le queda camino por recorrer. A algunas preguntas nos daba una respuesta aceptable aunque tardaba lo suyo, pero en muchas otras ocasiones no recibiamos más que un silencio por su parte. Ello demuestra que le falta pulir su software para llegar al nivel de los asistentes de Google y Apple.
Tizen OS
Samsung sigue apostando por su sistema operativo Tizen en este Samsung Galaxy Watch, esta vez en su versión 4.0. Un sistema que en anteriores smartwatches ya demostraba ser sólido. Esta versión añade algunas nuevas funciones y pule pequeños aspectos, a la vez que mantiene el estilo de versiones anteriores. Se sustenta gracias al procesador Exynos 9110 Dual core a 1.15 GHz propio de Samsung, a este le acompañan 784 MB de memoria RAM y 4GB de almacenamiento, que al final se quedan en 1.5GB para poder instalar apps o almacenar música y otro contenido. El modelo LTE cuenta con la diferencia de poseer el doble de memoria RAM.
Como comenté, se nota que trabajo empleado por Samsung para obtener un sistema sólido y fluido a su vez. Moverse por los diferentes menús es muy intuitivo, sobre todo gracias a la posibilidad de hacerlo girando el bisel. Aunque pueda parecer los contrario a estas alturas, el uso del bisel para moverse entre menús y opciones termina siendo casi siempre más cómodo que el uso táctil de la pantalla. En este aspecto Samsung destaca frente a otras compañías de smartwatches. Para aquellos que nunca hayan usado un reloj inteligente de Samsung, hace falta un pequeño periodo de adaptación, pero una vez pasado este periodo, uno se mueve como pez en el agua por el sistema.
Conectividad
Nuestro modelo de prueba ha sido el Samsung Galaxy Watch versión Bluetooth, ello quiere decir que no dispone de datos móviles como si lo hace la versión 4G LTE, y necesita estar conectado a un smartphone para hacer uso de muchas de sus funciones. Así que nos encontramos con la versión 4.2 de Bluetooth y otras tecnologías como Wi-Fi b/g/n si necesitamos descargar apps, NFC para hacer pagos y A-GPS/Glonass para calcular nuestro recorrido realizando alguna actividad o incluso para guiarnos hacia algún destino que deseemos.
Para sacar el mayor potencial al reloj es necesario emparejarlo con algún smartphone, aunque siempre podremos usarlo de manera independiente, más aún si se posee la versión LTE como comentamos arriba. En caso de querer emparejarlo, nos hará falta disponer de la versión Android 5.0 o superior, o en el caso de los iphone, de la versión iOS 9 o superior. En cualquier caso, si disponemos de un teléfono con Android, la experiencia será más completa que con iOS. Si además, se empareja con un teléfono Samsung, todo funcionará mejor. En nuestras pruebas con un terminal Android, el emparejamiento resulto sencillo y bien guiado. En pocos minutos lo teníamos todo configurado.
El problema de usar un terminal iOS es que podremos usar la mayoría de sus funciones para leer notificaciones pero en ningún caso podremos responderlas, como si es posible si tenemos un móvil Android. Otras funciones como las llamadas tampoco están disponible. Al menos, se tiene la opción de usarlo conjuntamente, el Apple Watch no se puede usar con Android de ninguna manera.
Batería
La batería que incluye el Samsung Galaxy Watch en su modelo de 46 mm de 472 mAh, mientras que en el de 42 mm es notablemente menor: 270 mAh. Samsung alardeaba en sus anuncios de la gran autonomía que se podía lograr con este smartwatch, cercana a la semana. Una autonomía que se nos antoja exagerada en principio, algo normal en este tipo de comunicado y para cuyas pruebas seguramente apagaran muchas de las funciones del dispositivo. Durante nuestro tiempo de uso con la mayoría de funciones activadas como Wi-Fi, GPS y Bluetooth hemos conseguido difícilmente llegar casi a un tercer dia completo, lo normal siempre han sido dos día y poco, sobre todo con la función AlwaysOn activada. Obviamente con un menor uso del reloj y con muchas de estas funciones desactivadas, se puede alargar la autonomía, pero no tiene mucho sentido en el día a día al menos que sea para un caso específico.
El modo de ahorro de energía puede salvarnos de algún caso en que deseemos que el drenaje de la batería sea menor, y realmente funciona bastante bien, dándonos un tiempo mayor de autonomía a cambio de sacrificar algunas funciones.
Para la carga necesitaremos disponer siempre de la estación base original, el cual carga el Samsung Galaxy Watch mediante carga inalámbrica. En este aspecto, la carga está muy bien resuelta porque solo deberemos colocar el reloj sobre la base y este comenzará a cargarse de forma automática. La carga completa necesita en torno a 2 horas y media, una cantidad que se aprecia algo elevada pero normal en este tipo de dispositivos.
El inconveniente de este tipo de carga es la necesidad de tener que usar de manera forzada esa estación de carga y no poder usar otro método. Si se rompe, hará falta comprar otra idéntica.
Conclusión y palabras finales del Samsung Galaxy Watch
Samsung a sabiendas que es una gran compañía y competidora cercana de Apple, pone empeño en sus productos, que son muchos. Con el Samsung Galaxy Watch se nota una pequeña evolución tras lo aprendido con los modelos anteriores. El diseño, al igual que en los teléfonos, guste o no es impecable. Hay diversos modelos, colores e incluso formas pero en todos destaca su robustez y resistencia, y sin duda, el bisel rotativo para moverse por los menús sigue siendo un acierto.
En su interior, por otra parte, hallamos un hardware lo bastante solvente para mover de forma fluida el sistema Tizen OS, el cual ya de por sí muestra una buena optimización. En general este sistema no tiene nada que envidiar a otros, a excepción de la falta de apps más allá de las propias y su asistente Bixby, al que le falta aún bastante recorrido para mejorar.
El seguimiento que hace el Samsung Galaxy Watch de los diferentes deportes que podemos realizar es bueno, detecta casi siempre de manera precisa los diferentes elementos y se muestran de forma sencilla en el reloj o en la app del smartphone. Uno de los puntos que quizás no funcione tan bien a veces es el medidor cardíaco, sobre todo cuando se hace deporte, y es que esta tecnología no esta tan preparada si se tiene la piel sudada o se está en pleno movimiento.
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Finalmente, uno de los aspectos que más se esperaba conocer, su autonomía, no ha dejado tan buen sabor como se esperaba. Dos días y medio de media es una buena duración pero lejos de la semana que se anunciaba.
En conclusión, si se busca un smartwatch compatible con Android y con multitud de funciones para recibir notificaciones o hacer el seguimiento de la actividad deportiva, este es uno de los más completos pese a sus defectos. Siempre habrá que tener en cuenta el precio, que como es costumbre en Samsung, suele ser algo elevado. En este caso el modelo de 46 mm tiene un precio de 329€ la versión Bluetooth y 379€ la versión 4G. El Samsung Galaxy Watch de 42 mm se queda en 309€ y 349€ respectivamente.
VENTAJAS |
INCONVENIENTES |
+ Diseño resistente y bisel rotativo. |
– La autonomía sigue siendo menor de lo esperado. |
+ Brillo adaptativo y potente. | – El asistente Bixby necesita mejorar. |
+ Tizen OS funciona bien. |
– La app Samsung Health tiene margen de mejora. |
+ Incluye NFC y altavoz. |
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