Corsair lleva ya casi tres años ofreciendo al mercado su gama de fuentes SF, que destacan por ser mucho más pequeñas de lo normal al hacer uso de un formato SFX, destinado a las cajas más pequeñas. Hace apenas unos meses, la marca amplió esta gama con modelos de eficiencia 80 Plus Platinum, destacando un nuevo modelo que hoy tenemos el gusto de analizar: la SF750 Platinum, una fuerte apuesta con nada menos que 750W de potencia en un chasis de menos de 1 litro de volumen.
Respecto a sus predecesoras, además de la mejora en eficiencia tenemos mejoras en sonoridad y calidad interna, el uso de cableado con «sleeving», y la inclusión por fin de un adaptador SFX a ATX. Se mantiene la gestión del cableado 100% modular, el modo de ventilación semi-pasivo y los 7 años de garantía.
Si bien no hay demasiada variedad en el mercado de fuentes SFX, la competencia no deja de ser feroz. ¿Conseguirá Corsair destacar sobre sus competidores con su nueva apuesta para la gama alta? ¡Vamos a verlo!
Agradecemos a Corsair la confianza depositada al enviar esta fuente para su análisis.
En la caja se resumen las características más relevantes de la fuente. En la parte trasera, esta información se amplía dando además los datos de eficiencia y sonoridad. Destaca el uso de un modo semi-pasivo que debería mantener el ventilador apagado hasta los 300W de consumo.
La caja abierta nos muestra una protección excelente que asegurará que la fuente llegue en perfecto estado a vuestras manos.
La diferencia en tamaño cuando compramos esta SF750 con una AX850 de formato ATX es abismal. Y es que esta SF750 llega a una densidad de potencia altísima, de nada menos que 945W por litro. Este es un cálculo ‘ficticio’ que sirve para ilustrar su tamaño ultracompacto.
En general, el aspecto externo de la SF750 es refinado pero a la vez llamativo. La verdad es que nos ha gustado mucho, y más nos gustará si la belleza continúa en el interior.
El cableado provisto es el siguiente: 2 conectores EPS, 4 PCIe, 8 SATA y 3 Molex. En el caso de los conectores PCIe, estos se disponen en dos cables y no en cuatro, algo que no nos ha gustado demasiado pero al menos no ocurre en la SF450 Platinum y SF600 Platinum. De todas formas, comprar este modelo de 750W frente a sus hermanas menores tendría sentido en el caso de incluir una tarjeta gráfica que consuma bastante, por lo que se usarían al menos 2 PCIe.
ATX | CPU | PCIe | SATA | Molex | |
---|---|---|---|---|---|
Corsair SF750 | 300mm | 400mm | 400mm + 100mm | 445mm | 330mm |
Longitudes más usadas en fuentes SFX | ~300mm | ~350-400mm | ~350-550mm + 100-150mm | 600-900mm | 600-700mm |
Longitud Corsair AX850 | 610mm | 650mm | 775mm | 800mm | 750mm |
Como se puede apreciar, la diferencia en longitud de cables entre la mayoría de fuentes SFX y la ATX que hemos tomado como referencia (Corsair AX850) es muy elevada. Pero lo que más nos importa es la diferencia entre la SF750 y sus competidoras: podemos observar que las tiras de cable PCIe, SATA y Molex son más cortas de lo que nos gustaría.
Entendemos que esto tiene la motivación de optimizar la longitud para las cajas SFX, siendo lo justo y necesario para la mayoría de ellas, pero puede que en algunos casos sea un inconveniente. Entonces, nuestra recomendación es investigar si esta longitud de cableado es suficiente para la caja SFF que estéis barajando, y en caso de no serlo, plantearse la compra de extensiones, puesto que hay kits de calidad y de marcas reconocidas por apenas 30 euros.
Sin embargo, la longitud del cableado imposibilitaría su montaje en la mayoría de semitorres ATX. Esto ocurre con casi cualquier fuente SFX e implicaría tener que usar extensiones.
El fabricante de esta SF750 Platinum es el mismo que en el resto de gamas SFX de Corsair (SF450/SF600 Gold o Platinum): Great Wall. Se trata de un fabricante del que ya tuvimos experiencia con la Riotoro Onyx que tanto nos sorprendió en cuanto a calidad. Esperamos repetir sensaciones en la SF750.
Dentro del filtrado primario destacamos la inclusión de un MOV, NTC y relé, componentes de protección que no deberían faltar en ninguna fuente de gama alta.
Un detalle que salta a la vista a la hora de analizar el interior es la abundancia de una “extraña” sustancia de color gris oscuro que algunos identifican como algo negativo. Nada más lejos de la realidad. Se trata de una cola especial que fija físicamente componentes caracterizados por vibrar y emitir ruido eléctrico como las bobinas, para evitar este efecto. La mayor preocupación que se nos viene a la cabeza al ver su uso es si esto empeora la refrigeración, pero no: es una cola con una gran conducción térmica.
Los condensadores usados son íntegramente japoneses, siendo el primario un Nippon Chemi-Con de 420V y 470uF (en la prueba de «hold-up time» de Cybenetics veremos si es suficiente esta capacidad), que resiste temperaturas de hasta 105ºC.
Los MOSFETs usados en el lado primario también son de la más alta calidad, pues tenemos transistores alemanes Infineon y japoneses Fuji Electric.
En el lado secundario, nos impresiona el uso de casi un 100% de condensadores sólidos, de durabilidad mucho mayor respecto a los electrolíticos que suelen ser mayoritarios en otras PSU. También son japoneses y la mayoría son de Nippon Chemi-Con o Nichicon. En la imagen también podemos apreciar los conversores DC-DC que permiten una excelente regulación de voltajes.
Tratándose de una fuente de 750W, hay mucho que filtrar en muy poco espacio, de ahí que estos condensadores sólidos se hayan dispuesto por toda la PSU.
Vamos ahora a ver qué se esconde debajo del chasis. Lo primero que nos encontramos es una placa de aluminio que tiene el fin de convertir al propio chasis en un disipador para la PSU, como ocurre en otras fuentes pequeñas como los cargadores de portátil. Bajo esta placa se sitúa una thermal pad.
En concreto, el propósito principal de la placa es refrigerar los MOSFETs del raíl de 12V, un componente muy relevante que se calienta bastante. Aquí, continuamos viendo cómo se usan componentes de calidad, en este caso firmados por la estadounidense Alpha&Omega.
La calidad de soldadura es muy buena, como nos esperábamos de GreatWall, un muy buen trabajo. En ella destacamos el chip encargado de las protecciones, un Infinno IN1S4291 del que carecemos de información.
Como siempre, finalizamos con el ventilador, un Corsair NR092L de 92mm de diámetro. Este modelo hace uso de rodamientos “rifle”, por lo que es de buena calidad, si bien no llega al FDB de otros modelos de la propia marca. Aún así, luego comprobaremos que está gobernado por un modo semi-pasivo bien implementado por lo que no siempre estará en funcionamiento.
Como ya indicamos en nuestra tabla de especificaciones, esta fuente de alimentación cuenta con una certificación de eficiencia y sonoridad emitida por Cybenetics. Esta compañía destaca por realizar unas pruebas más avanzadas y completas que 80 Plus (pues testean más puntos de eficiencia y 80 Plus no comprueba la sonoridad), pero también porque en su página web se publican los test detallados con todas las pruebas realizadas.
Como Cybenetics permite que se usen sus datos con la atribución correspondiente, vamos a mostrarlos en esta review y explicarlos. Nuestro objetivo es que todo el mundo entienda el significado de todas estas pruebas, ya que los datos por sí solos pueden resultar incomprensibles para muchos usuarios. Además, Cybenetics cuenta con equipamiento que supera los 30.000-50.000€ de coste, posibilitando que hagan algunas de las pruebas más fiables del mundo.
Se trata de una información que incluiremos en todas nuestras review con datos de Cybenetics así que, si ya conoces cómo funciona la estructura de pruebas, puedes seguir leyendo. Si no, te recomendamos echar un vistazo a todas las pestañas para saber de qué va cada prueba. 😉
Vamos con un pequeño glosario de algunos términos que podrían resultar algo confusos:
Raíl: las fuentes para PC que siguen el estándar ATX (como esta) no tienen una única salida, sino varias, que se distribuyen en “raíles“. Cada uno de esos raíles saca un voltaje concreto, y puede suministrar una corriente máxima concreta. Os mostramos los raíles de esta Thor en la imagen de abajo. El más importante es el de 12V.
Crossload: cuando se testea una fuente de alimentación, lo más común es que las cargas que se hagan a cada raíl sean proporcionales a su “peso” en la tabla de distribución de potencia de la fuente. Sin embargo, se sabe que las cargas reales de los equipos no son así, sino que suelen ser muy desbalanceadas. Por ello, existen dos test llamados “crossload” en los que se carga a un solo grupo de raíles.
Por una parte, tenemos el CL1 que deja sin carga al raíl de 12V y le da el 100% a 5V y 3.3V. Por otra, el CL2 que carga al 100% el raíl de 12V dejando al resto sin carga. Este tipo de pruebas, de situaciones límite, pone verderamente de manifiesto si la fuente tiene una buena regulación de voltajes o no.
La importancia de esta prueba radica en lo estables que se mantengan todos los voltajes durante las pruebas. Idealmente, nos gusta ver una desviación máxima del 2 o 3% para el raíl de 12V, y del 5% para el resto de raíles.
Lo que no importa tanto es ‘de qué voltaje se parte’, si bien es un mito bastante extendido, no debe importarnos que se ronden los 11.8V o los 12.3V por ejemplo. Lo que sí exigimos es que se mantengan dentro de los límites del estándar ATX que rige las normas de correcto funcionamiento de una PSU. Las líneas rojas rayadas indican dónde están esos límites.
De forma vulgar se puede definir como los “residuos” de corriente alterna que quedan tras la transformación y rectificación de la CA del hogar en CC de bajos voltajes.
Se trata de variaciones de algunos milivoltios (mV) que, si son muy elevadas (pudiendo decir que hay una salida de energía “sucia”) pueden repercutir en el comportamiento de los componentes del equipo y en algunos casos estropear componentes fundamentales.
El estándar ATX define límites de hasta 120mV en el raíl de 12V, y hasta 50mV en los otros raíles que mostramos. Nosotros (y la comunidad de especialistas de PSU en general) consideramos que el límite en 12V es bastante elevado, por lo que damos un “límite recomendado” de justo la mitad, 60mV. En todo caso veréis cómo la mayoría de fuentes que testeamos dan valores excelentes.
Esto es precisamente lo que prueba 80 Plus. A pesar de la concepción que tiene mucha gente, 80 Plus solo mide la eficiencia de la fuente y no hace ningún testeo de calidad, protecciones, etc. Cybenetics testea eficiencia y sonoridad, aunque incluye de forma altruista los resultados de otras muchas pruebas como las que os mostramos en la review.
Otro error de concepto muy grave en torno a la eficiencia es creer que esto determina qué porcentaje de su potencia «prometida» puede entregar la fuente. Lo cierto es que las fuentes de potencia «real» anuncian lo que pueden dar en la SALIDA. Es decir, que si una fuente de 650W tiene un 80% de eficiencia a este nivel de carga, significa que si los componentes demandan 650W, esta consumirá 650/0.8 = 812.5W de la pared.
Último aspecto relevante: la eficiencia varía según estemos conectando la fuente a una red eléctrica de 230V (Europa y casi todo el mundo), o a 115V (principalmente EEUU). En este último caso es menor. Nosotros publicamos los datos de Cybenetics para 230V (si los tienen), y puesto que la aplastante mayoría de fuentes se certifican para 115V, es normal que a 230V no se lleguen a alcanzar los requisitos del 80 Plus anunciado por cada fuente.
Para esta prueba, Cybenetics testea las PSU en una cámara anecoica extremadamente sofisticada con equipamiento que vale decenas de miles de euros.
Se trata de una sala aislada del ruido exterior casi en su totalidad, basta con decir que tiene una puerta reforzada de 300kg para ilustrar el gran aislamiento con el que cuenta.
Dentro de ella, un sonómetro de extrema precisión capaz de medir por debajo de los 6dbA (la mayoría tiene como mínimo 30-40dBa, muchísimo más) determina la sonoridad de la fuente de alimentación en los distintos escenarios de carga. También se mide la velocidad que alcanza el ventilador en rpm.
Este test mide, básicamente, cuánto tiempo la fuente es capaz de aguantar encendida una vez se desconecta de la corriente mientras está a máxima carga. Serán unos milisegundos cruciales para permitir un apagado más seguro.
El estándar ATX define 16/17ms (según test) como mínimo, aunque en la práctica esto será más (no siempre estaremos cargando la PSU al 100% por lo que será mayor), y no suele haber problemas con valores inferiores.
Os recomendamos echar un vistazo al informe de pruebas publicado por Cybenetics:
Link al informe completo de Cybenetics para la SF750 Web oficial de CybeneticsLos resultados de regulación de voltajes son magníficos, pues apenas se observa desviación con unos irrisorios 0.16% en 12V y menos de 0.5% en el resto de raíles. En resumen, una fuente con voltajes «clavados».
También observamos muy buenos datos en rizado, como es de esperar. Los valores obtenidos en 12V no están a la vanguardia de lo que se ve en otras fuentes ATX, pero sigue dentro de márgenes absolutamente perfectos que jamás darán un problema, ni siquiera en el caso de overclock.
Tengamos en cuenta además que esta SF750 no incluye molestos condensadores en los cables, los cuales se usan para mejorar el Ripple pero a la vez empeorando la experiencia de montaje.
Cuando ya empezamos a rondar el 100% de carga, y como es de esperar, el ventilador ya supera las 3000rpm siendo bastante más ruidosa.
Hold-up time Corsair SF750 (testeado a 230V) | 11.60 ms |
---|---|
Datos extraídos de Cybenetics |
Como nos esperábamos después de ver el pequeño condensador primario, el hold-up time se aleja de lo ideal de 16 o 17ms y tenemos solo 11.60 en la SF750 Platinum. Suponemos que se ha tratado de una cuestión de espacio, pues era difícil incluir otro condensador primario o uno mayor. En todo caso, no son datos preocupantes pues el hold-up time siempre será mayor cuando no estamos a plena carga.
Reiteramos nuestro agradecimiento a Cybenetics por permitir el uso de estos datos de pruebas y os invitamos a saber más sobre ellos aquí.
Corsair sigue demostrando que tiene la clave para desarrollar los mejores modos semi-pasivos que hemos visto en fuentes de alimentación.
Además, cuando el ventilador tiene que funcionar, este apenas se escucha a pesar de ser de solo 92mm de diámetro.
La mayoría de modos de ventilación semi-pasivos que hemos probado tienen un problema: la facilidad con la que el ventilador entra en «bucles» de encendido y apagado cada pocos segundos. Esto provoca, salvo en algunos tipos de ventilador, que la durabilidad de este se reduzca de tal forma que usar el modo semi-pasivo no tiene sentido. Esto está causado por el uso de perfiles de ventilación que encienden o apagan el ventilador en función de una cierta temperatura: cuando la fuente se calienta tras aplicarle carga, el ventilador se enciende. Cuando el ventilador consigue reducir la temperatura por debajo del umbral, lo apaga. Luego se vuelve a calentar, y se enciende… así continuamente.
Lo que acabamos de explicar es algo que no ocurre con los modos semi-pasivos usados por Corsair en la mayoría de sus fuentes, incluyendo la SF750. En vez de usar una curva de ventilación sencilla, la marca implementa un mucho más caro microcontrolador digital que permite programar la curva de ventilación de forma eficiente. Así, cuando se tiene que encender el ventilador porque se ha calentado la fuente, aunque baje la temperatura el ventilador no se apagará hasta asegurar que la fuente estará verdaderamente refrigerada, impidiendo entrar en uno de estos bucles.
Dejando la teoría y moviéndonos a la práctica, hemos estado jugando durante horas, manteniendo la fuente en distintos escenarios de carga, con y sin Overclock… y el modo semi-pasivo siempre ha cumplido con creces. Es más, cuando el ventilador se enciende, la sonoridad es muy baja (como ya mostraban las pruebas de Cybenetics), lo cual nos llega a recordar a otras fuentes ATX muy silenciosas.
Es además destacable comentar el gran hito que supone conseguir una fuente de 750W en un formato tan restrictivo como es el SFX. Ni siquiera se han conformado con el formato SFX-L, un poco más largo, para poder lograrlo. Todo manteniendo un funcionamiento tan silencioso que nos recuerda a una fuente ATX, a pesar de las limitaciones que plantea este espacio tan reducido y el uso de un ventilador de solo 92mm.
El único punto que podemos calificar de «negativo» es la relativamente corta longitud del cableado, entendemos que es lo adecuado para la mayoría de cajas con espacio para fuente SFX, pero puede que en algunos casos se queden algo cortos.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía actualizada de las mejores fuentes de alimentación
El precio en tiendas de esta SF750 ronda los 145 euros, aunque lo hemos visto más alto en algunos comercios (esperemos que baje). Para los que no vayan a necesitar una potencia tan desmesurada, que es la inmensa mayoría, la SF600 Platinum ofrece un buen ahorro a 120 euros, y la SF450 Platinum a 110. Las tres comparten calidad y prestaciones.
Tras analizar con detenimiento lo que ofrece esta fuente, y luego de una exhaustiva comparación con los distintos modelos que hay en el mercado, hemos llegado a la conclusión de que al momento de escribir esta review, la Corsair SF750 es la mejor fuente SFX del mercado: ningún modelo SFX ni SFX-L llega a igualarla en calidad, prestaciones, o densidad de potencia a este precio. Hay alternativas en el mercado bastante competentes, pero no hemos encontrado ninguna equivalente a la SF750. Desconocemos si aterrizará algún modelo mejor en el futuro.
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