Es algo de lo que se venía hablando desde hace días y finalmente ha sido confirmado por la propia Microsoft, los de Redmond han decidido cancelar el desarrollo de su navegador Microsoft Edge, que seguirá existiendo, aunque en forma de una alternativa basada en Chromium.
Esto significa que el nuevo navegador conservará la nomenclatura Microsoft Edge en lugar de separarse de la marca, aunque será un navegador totalmente diferente que poco tendrá que ver con el actual, al menos en lo que se refiere a su tecnología interna. Microsoft se está comprometiendo con la red troncal de Chromium abierta, y se basará en su base de datos para contribuir a un Internet más abierto. La idea es ofrecer actualizaciones más frecuentes y, por supuesto, reducir los esfuerzos de ingeniería y codificación para mantener un navegador interno actualizado, y seguro frente a todo tipo de amenazas de Internet. Sin embargo, nadie sabe si los esfuerzos de Microsoft le traerán una participación de mercado más alta que el 4% actual.
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Microsoft Edge llegó en 2016 como el sucesor de Internet Explorer, un navegador que llegó a ser el rey en cuota de mercado, pero que ya se había quedado totalmente desfasado y con muchos problemas a nivel de código interno, por lo que tocaba una jubilación y traer sangre nueva. Desgraciadamente, Microsoft Edge no ha cumplido las expectativas, y la compañía ha decidido que no merece la pena seguir dedicando recursos al proyecto.
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