Tutoriales

Es bueno usar un SSD NVMe para gaming ?

Los SSD NVMe son los más rápidos y avanzados del mercado, por lo que son el medio de almacenamiento masivo preferido por los usuarios más exigentes, incluidos los jugadores. Sin embargo, ¿Estamos tan seguros de que un NVMe es una buena idea como SSD gaming? ¿O es mejor optar por una alternativa más económica?

Merece la pena un SSD NVMe para jugar o es mejor optar por un SATA III más económico

Es bueno usar un SSD NVMe para gaming

Generalmente se recomiendan los SSD SATA III para los aficionados a los videojuegos, y hay unas cuentas razones de peso para ello. La primera y más importante razón, por supuesto, es el precio. Los discos SSD NVMe tienen unos precios bastante elevados, especialmente para los modelos de mayor capacidad, que son un requisito para los juegos en estos días cuando todos los títulos AAA tienen un tamaño de instalación de aproximadamente 50 GB o más. Este elevado precio hace que se nos vaya una importante parte del presupuesto tan solo en el SSD. El Samsung EVO 970 de 500 GB cuesta alrededor de 160 euros, mientras que un SSD SATA III de 500 GB lo podemos encontrar ya por debajo de los 90 euros.

Como podemos ver, la diferencia de precio es muy significativa, ya que por poco más de los que nos cuesta un SSD NVMe de 500 GB podemos comprar un modelo SATA III de 1 TB, que nos dará una gran capacidad para poder instalar todos nuestros juegos preferidos. También puedes invertir esa diferencia de dinero en otro componente, por ejemplo, una tarjeta gráfica más potente, o un procesador más avanzado que te durará más tiempo.

Es bueno usar un SSD NVMe para gaming Es bueno usar un SSD NVMe para gaming

El mayor beneficio de usar un SSD en los videojuegos está relacionado con una reducción en los tiempos de carga. Las pantallas de carga suceden cuando el juego en cuestión está cargando los activos almacenados en tu disco duro para crear el mundo virtual en el que se desarrolla el juego. Cuando más rápido sea el disco duro menor será el tiempo de carga, aunque hay que ver cual es realmente la diferencia entre un SSD NVMe y uno SATA III.

La razón por la cual los SSD reducen las pantallas de carga de forma significativa, es su mayor velocidad de transferencia de datos hace que el trabajo sea mucho más rápido que un HDD o disco duro mecánico. Esta velocidad de transferencia es aún mayor en las unidades NVMe, pero esto no cuenta realmente en los tiempos reales de carga porque ya son demasiado rápidos.

Por ejemplo, supongamos que un HDD crea una pantalla de carga de 5 segundos para un juego. Esto puede ser tedioso en juegos como juegos de rol donde tienes que atravesar múltiples pantallas de carga en una sola misión. Un disco duro promedio tiene una velocidad de lectura de alrededor de 125 MBps. Un SSD SATA III alcanza aproximadamente 500 MBps o más. Eso es un aumento de velocidad de cuatro veces, que reduce el tiempo de carga en 5 segundos / 4 segundos = 1.25 segundos.

Una unidad NVMe promedio tiene una velocidad de lectura de 2 GBps o 16 veces la de la unidad de disco duro. El tiempo de carga para el juego ahora sería de 5 segundos / 16 = 0.32 segundos aproximadamente. Esto supone que la reducción en el tiempo de carga que se da en el paso de un SSD SATA III a unos NVMe es de menos de un segundo, algo casi inapreciable.

Los SSD no afectan a los FPS de los juegos

Muchos usuarios creen que los juegos van a funcionar más rápido si se usa un SSD de alta velocidad, pero esto no es cierto, ya que la única diferencia está en los tiempos de carga. Una vez que los datos del juego se han cargado, no es necesario que se extraiga más información del disco, excepto pequeñas partes de datos de vez en cuando, por lo tanto, incluso con un disco duro con una velocidad de lectura de 125 MB/s, serás capaz de ejecutar The Witcher 3 o incluso Battlefield V, perfectamente bien una vez que ha pasado por la pantalla de carga. Los FPS se ven afectados por muchos componentes: el procesador, la tarjeta gráfica, la RAM, etc., pero no por el almacenamiento.

Los aumentos de FPS provienen principalmente de mejores tarjetas gráficas, que podrán renderizar las imágenes más rápido para dibujar los activos del juego más rápido, y de procesadores más potentes, que podrán manejar la API de la GPU y otros datos sin problemas. RAM tiene una influencia en los FPS, pero prácticamente solo lo notarás es caso de que se te quede corta. Dicho de otra forma, mientras tengas suficiente RAM, no mejorará el rendimiento por añadir más.

Las siguientes pruebas de Techspot confirman que 8 GB de memoria RAM es una cantidad suficiente para jugar de forma fluida.

Rendimiento de RAM en videojuegos  GTX 1060

4 GB 8 GB 16 GB
Assassin’s Creed: Origins
71 FPS 76 FPS 76 FPS
Battlefield 1
98 FPS 101 FPS 102 FPS
Call of Duty WWII
51 FPS 57 FPS 57 FPS

Palabra finales y conclusión acerca de SSD NVMe o SATA III para jugar

La conclusión es clara, si vas a usar tu PC para jugar es mejor que optes por adquirir un SSD basado en la interfaz SATA III, pues apenas notarás diferencia en los tiempos de carga de los juegos. Esto hará que puedas invertir mayor cantidad de dinero en la tarjeta gráfica o el procesador, los elementos más importantes a la hora de influir en el rendimiento de un juego moderno.

Te recomendamos la lectura de nuestro post sobre Los mejores SSD del momento SATA, M.2 NVMe y PCIe

Con esto finaliza nuestro artículo sobre SSD NVMe o SATA III para jugar, recuerda que puedes dejar un comentario si tienes algo que aportar.

Juan Gomar

Soy un apasionado de la tecnología en general pero principalmente de la informática y los videojuegos.
Los datos de carácter personal que nos facilite mediante este formulario quedarán registrados en un fichero de Miguel Ángel Navas Carrera, con la finalidad de gestionar los comentarios que realizas en este blog. La legitimación se realiza a través del consentimiento del interesado. Si no se acepta no podrás comentar en este blog. Puedes consultar Política de privacidad. Puede ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición en info@profesionalreview.com
Botón volver arriba