Cada cierto tiempo aparece en medios informativos alguna noticia que trata de relacionar la radiación emitida por ciertos aparatos tecnológicos (especialmente smartphones) con diferentes tipos de cáncer. Y aunque no existen estudios contundentes que confirmen de manera inequívoca la relación causa y efecto entre ambas variables, tampoco existen estudios que demuestren lo contrario. Pero el hecho de que aún no se haya confirmado, no implica necesariamente que no exista. En consecuencia, este puede ser un buen momento para conocer mejor qué es la radiación SAR de los smartphones y qué posibles efectos sobre nuestra salud podría llegar a ocasionar.
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Lo que en este artículo estamos denominando como «radiación SAR» no es sino un acrónimo que deriva del inglés Specific Absorption Rate, es decir, Tasa Específica de Absorción en castellano. En el ámbito que estamos tratando, el de la telefonía móvil, es una medida o tasa que nos permite conocer la cantidad de energía que absorbe nuestro organismo estando bajo la influencia del campo electromagnético que genera un smartphone.
Cada modelo de smartphone genera un campo electromagnético distinto, por lo que la cantidad de energía que absorberá el cuerpo humano variará en función del teléfono móvil que estamos utilizando.
Para aquellos más expertos en el campo de las ciencias y que dominan mejor sus tecnicismos, en Wikipedia encontramos una descripción bastante técnica: «medida de la potencia máxima con que un campo electromagnético de radiofrecuencia es absorbido por el tejido vivo, aunque, también se puede referir a la absorción de otras formas de energía por el tejido, incluyendo ultrasonido. Se define como la potencia absorbida por la masa de los tejidos y tiene unidades de vatios por kilogramo (W/kg). Se emplea para frecuencias entre 100 kHz y 100 GHz, es decir, radiación no ionizante, y en particular para teléfonos móviles y resonancia magnética». De ello podemos deducir que la radiación SAR no es exclusiva de la telefonía móvil, ni tampoco del campo electromagnético generado por radiofrecuencia.
A pesar de que no existan (o al menos quien os escribe desconoce su existencia) estudios concluyentes al respecto de la relación SAR-efectos negativos para la salud, el límite legal en la Unión Europea se ha establecido en los 2 W/kg, por lo que ningún smartphone puede sobrepasarlo. Mientras tanto, en Estados Unidos, la FCC o Comisión Federal de Comunicaciones rebaja ese límite hasta una tasa SAR igual o inferior a 1,6 W/kg.
En la actualidad, la tasa SAR de la mayoría de los teléfonos móviles abarca una horquilla entre los 0,3 y 1 W/kg (la mitad del límite legal máximo establecido), si bien existen modelos que incluso pueden llegar a superar el índice de los 1,5 W/kg.
En base a la información recopilada y proporcionada por la Oficina Alemana para la protección contra la radiación, la firma Statista concluía en el primer trimestre de 2018 que el smartphone que mayor radiación SAR emite es el tan popular Xiaomi Mi A1 con 1,75 W/kg. En el lado opuesto, el Sony Xperia M5 con tan sólo 0,14 W/kg.
Y aunque tal vez nunca te hayas planteado el nivel de radiación SAR al escoger tu teléfono móvil, y a pesar de que los estudios efectuados no hayan sido aún concluyentes, considerando que las autoridades han establecido límites legales, probablemente sea mejor prevenir.
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