Xiaomi anunció hace menos de un mes con motivo de su octavo aniversario, el Xiaomi Mi 8. El nuevo buque insignia de la compañía. Ya se encuentra disponible en china, y según las recientes filtraciones, es muy posible que llegue al mercado europeo en pocos meses. En España ya se ha podido ver listado en algunas tiendas webs.
Han corrido ríos de tinta con respecto a la exagerada similitud de este Xiaomi Mi 8 con el abanderado iPhone X de Apple. Pese a ello, nos encontramos con un terminal con muchas cualidades junto a un precio muy competente, como es habitual en esta compañía. ¿Preparado para ver nuestro análisis? ¡No te lo pierdas! ¡Comenzamos!
Agradecemos la confianza a la tienda Infofreak por la cesión del producto para su análisis:
En esta versión para el mercado asiático, además del diseño minimalista al que estamos acostumbrados, se ha optado por el negro como color predominante para el embalaje. Un diseño similar al visto anteriormente en algunas versiones del Xiaomi Mi. La distinción radica en el número ocho en color plateado que destaca enormemente en el frontal. Al abrir la caja encontramos:
En un principio, describir el diseño del Mi8, como comentamos en la introducción, es realmente sencillo. Es una copia descarada del iPhone X. Eso significa, para bien o para mal, que el smartphone de Xiaomi posee unas líneas muy similares a las del de Cupertino. Con curvas pronunciadas en cada uno de los bordes. Lo mismo ocurre con el notch o ceja. Una característica implementada en ambos terminales para albergar los sensores que hacen posible la tecnología Face ID. Un último símil se puede encontrar en los materiales de fabricación usados. Cristal por ambas caras del Mi 8 unidas mediante una aleación de aluminio en los borde laterales.
No todo son similitudes, por supuesto, el Xiaomi Mi 8 aporta algunas diferencias apreciables. Pese a intentar maximizar el tamaño de pantalla con el notch, no se aprovecha la pantalla tanto como la de su rival. Puesto que la zona inferior del frontal aún alberga un borde de unos 7 mm. Pese a haber sido lanzado meses después, no consigue innovar en lo que respecta a la tecnología necesaria para reducir los marcos.
Hablando de medidas, el Mi 8 posee unas dimensiones ligeramente mayores. Al incluir una pantalla de más pulgadas, sus medidas finales son de 154,9 x 74,8 x 7,6 mm El peso, por otro lado, resulta liviano con sus 175 gramos.
En lo que respecta a la parte trasera, la posición y diseño de las lentes guarda una gran semejanza con las del Iphone X. Ambas se hallan en posición vertical justo en la esquina superior izquierda, con el flash LED entre medias. Sin embargo, Xiaomi se desmarca manteniendo el sensor de huellas dactilares en la zona central trasera. Una decisión muy acertada ya que no es posible fiarse siempre del Face ID, por muy bueno que sea como luego veremos.
En los bordes laterales, no se encuentran muchas diferencias con respecto a otros terminales. En el superior se halla el micrófono para cancelación de ruido, y en el borde izquierdo, la ranura para nanoSIMs.
El borde derecho posee, muy bien integrados con la aleación de aluminio, los botones de volumen en la zona superior y el botón de encendido y apagado justamente debajo.
Para terminar, en el borde inferior se aloja el micrófono para llamadas, el conector microUSB tipo-C y el altavoz multimedia.
Como se puede ver y por desgracia. Han decidido eliminar varias características disponibles en anteriores modelos. Me refiero a la ausencia del compartimento para tarjetas microSD, al conector de audio Jack de 3.5mm y al sensor infrarrojo. Puede haber gente que no eche en falta esas exclusiones, pero una gran mayoría sigue haciendo uso de ellas de un modo u otro. Para conectar unos auriculares alámbricos será necesario hacer uso del adaptador DAC que se incluye en la caja.
El Xiaomi Mi 8 monta una pantalla de 6,21 pulgadas que ocupa el 88,5% del frontal con su panel Super AMOLED y resolución de 2280 x 1080 píxeles. Ello nos da una densidad de 402 píxeles por pulgada. Con el aumento del porcentaje de las pantallas, estamos viendo como la relación de aspecto está variando de la 18:9 del año pasado a la más alargada 18:7:9.
Este panel cuenta con una profundidad de color de 24 bits, un ratio de contraste de 60000:1 y soporta HDR10. En conjunto, todo ello nos ofrece una calidad de imagen realmente buena con unos colores bastante realistas, aunque algo sobresaturados. El contraste si es un punto que destaca, como es normal en este tipo de paneles. Lo mismo ocurre con los ángulos de visión. Son buenos y no se aprecia ninguna variación de color.
En los ajustes de pantalla, es posible encontrar un apartado para modificar tanto la visualización de los colores como el contraste. Para los colores, podremos elegir un color predominante de forma manual o una gama de colores que va desde la calidad a la fría. El contraste puede ser optimizado automáticamente según el momento (Esta es la la opción preseleccionada), forzarse para que se muestre incrementado o elegir un contraste estándar que será fijo en todo momento.
Aunque no está activado de manera predeterminada, es posible activar en ajustes la opción Always On. Ello nos permite, al igual que hacen otros terminales, visualizar la hora y otras notificaciones mientras la pantalla está apagada.
El brillo máximo de la pantalla es de 600 nits y tras nuestras pruebas, hemos podido comprobar que es más que suficiente para poder hacer uso del Mi 8 en exteriores. Incluso bajo el radiante sol de la costa andaluza.
El sonido no se encuentra entre los puntos mas destacables del Xiaomi Mi 8. El altavoz de la parte inferior se escucha bastante bien y de manera nítida. Sin embargo, durante las pruebas reproduciendo música o vídeos, hemos notado que se echa en falta algo más de potencia sonora.
Al igual que para la pantalla, existen unos ajustes extra en caso de usar auriculares. Por un lado, será posible asignar una acción a los botones que incluyen algunos cables. Por otro lado, Xiaomi añade un potenciador del sonido que variará según el tipo de auriculares o cascos que seleccionemos. Ciertamente, el sonido que se consigue por este medio es más potente que el que ofrecen otros smartphones.
En un smartphone de gama alta como este, es normal encontrarse con el procesador más potente de 2018, el Qualcomm Snapdragon 845 de 8 núcleos. 4 núcleos Kryo 385 a 2,8 GHz y otros 4 a 1,8 GHz junto con la GPU Adreno 630. A esos componente, hay que sumarle la memoria RAM LPDDR4x. La cual está diseñada para lograr un gran rendimiento, manteniendo un mayor ahorro energético. Hemos probado el modelo de 6 GB de RAM, y es posible hacerse también con otro modelo superior que incorpora en su lugar 8 GB.
Se esperaba mucho del rendimiento que desempeñaría el Mi 8. Incluso Xiaomi defendía que podría alcanzar una puntuación cercana a los 300.000 en AnTuTu. Sin embargo, y sorprendentemente, nuestro benchmark arrojó un resultado de 238.315 en AnTuTu. Bastante por debajo de lo esperado. Eso no quita que, obviamente, siga desenvolviéndose realmente bien con el sistema operativo y con cualquier juego o app que demande potencia.
Según el modelo comprado, podremos elegir entre almacenamiento de 64GB, 128GB o 256GB. Las pruebas realizada del almacenamiento UFS2.1 muestran unas velocidades de lectura y escritura muy acordes a los que esta versión es capaz de ofrecer.
Hay que reconocer que el sensor de huellas dactilares funciona muy muy bien. El reconocimiento dactilar es preciso y el desbloqueo del terminal es realmente rápido. El mismo sabor de boca nos deja el desbloqueo mediante la tecnología Face ID.
La detección del rostro ha conseguido desbloquear rápidamente el terminal casi el 100% de las veces. En ocasiones puede necesitar un poco más de tiempo si hay poca luz, como por la noche. Pero incluso así, su ejecución es muy buena. Todo lo anterior hace mención a su uso con la cara descubierta. En caso de usar algún complemento, como gafas de sol, la tecnología Face ID sigue siendo capaz de reconocer el rostro, pero de nuevo, de forma algo más lenta. Necesitando unos segundos extra para ello.
No sorprende a estas alturas encontrar la versión 8.1 Oreo de Android ya instalada en el terminal. Ni tampoco la capa de personalización MIUI en su versión 9.5. Debido a que la versión 10 de MIUI está todavía en fase beta, nos centraremos en la 9.5 que viene por defecto.
Como es habitual en las última versiones de MIUI y para quien no haya usado nunca esta capa, no dispondremos de una cajón de aplicaciones. Al igual que en iOS, tendremos los iconos de aplicaciones repartidos por la pantalla principal o agrupados en carpetas.
En general el sistema rinde de forma excelente y fluida. En ningún momento hemos apreciado ninguna ralentización o fallo durante su uso. En ese aspecto, apreciamos la buena optimización con la que cuenta el sistema.
Uno de los mayores problemas de esta versión de MIUI, a mi parecer, reside en cómo el notch influye en la visualización de las notificaciones pendientes. Haciendo que estas no se vean a simple vista y teniendo que deslizar el dedo si queremos verlas. A ambos lados del notch solo se muestran: la hora, la batería, y el nivel de señal de datos y Wi-Fi. Es posible usar una opción para ocultar el notch, pero ello solo añade una barra negra en la parte superior de la pantalla para disimularlo, nada más. Solo queda rezar para que hagan algo con ello en la versión 10 de MIUI.
Con respecto a otros elemento del sistema, hay que destacar la cantidad de opciones que siempre nos brinda esta capa. Entre ellas tenemos la opción de configurar el sistema operativo para usarlo con los botones digitales o mediante acciones gestuales y así disponer de la pantalla completa. Podremos, además, añadir una bola flotante para mostrar las notificaciones, elegir como se muestra el despliegue de la barra de notificaciones, minimizar las pulgadas de la pantalla para usar el Mi 8 con una sola mano, tener un segundo espacio de escritorio, clonar aplicaciones e incluso existe un asistente de voz similar al de Google. Este último, aunque interesante, no pudimos probarlo al solo disponer por ahora del idioma chino.
En la parte trasera del Mi 8 se sitúan las dos cámaras principales de 12 megapíxeles cada una. La primera posee un sensor Sony IMX363 Exmor RS con apertura f/1.8 y tamaño de píxel de 1,4 micras con autofocus, zoom óptico, zoom digital y estabilizador de imagen. La segunda cámara, por su parte, monta un sensor Samsung S5K3M3 con apertura focal de 2.4 y tamaño de pixel de 1 micra. Esta cámara dual sigue apostando por el uso del reconocimiento mediante IA de escenas que ya se pudo ver en el Mi MIX 2S. Funciona de manera aytomatica tanto al realizar fotos como al grabar vídeos cortos.
La calidad de las instantáneas realizadas con buena luz es realmente buena y muy nítida. Ofreciendo una gama de colores intensos y realistas que son realzados por la IA. Es posible encontrar algo de ruido en las imágenes pero solo si se busca concienzudamente. Generalmente no es apreciable ni abundante en este tipo de escenas. En lo que al rango dinámico se refiere, se nota el buen hacer de la compañía a nivel de software, aunque aún le hace falta pulir el contraste de la fotos. El uso del HDR palia en gran medida esto. Por el contrario, a veces en escenas con mucho movimiento y con la IA activada es necesario mantener el terminal estable unos segundos para evitar capturas desenfocadas.
En interiores la cámara sigue captando gran parte de los detalles y raya a gran nivel con respecto a la exposición y los colores mostrados. En escenas nocturnas o con poca iluminación es donde pese a mostrar una buena definición, y algo de ruido, los colores en ocasiones aparecen algo saturados. Uno de los defectos de la IA. En estos casos es casi preferible usar el modo manual.
La cámara secundaria tiene la función de teleobjetivo para capturar una mayor amplitud de escenas. Esta cámara posee una calidad de detalles, colores y rango dinámico muy similares a la principal. El zoom óptico, como es natural funciona de forma muy efectiva. No tanto el zoom digital, donde el ruido comienza a apreciarse de forma evidente.
El modo retrato o bokéh es una de las características en las que Xiaomi ha puesto mayor interés. En escenas de buena luz la mayoría de fotos en este modo aíslan realmente bien el fondo de lo enfocado en primer plano. Creando un buen desenfoque por el camino. Es necesario para ello una distancia mínima para realizar este tipo de fotografías. Algo que no es requerido por otros terminales. En escenas de poca luz, el resultado del modo retrato puede variar de buenos resultados a otros más que reguleros.
Encontramos otros modos como el panorámico, vídeo corto, cuadrado, cámara lenta a 120 o 240 fps, time-lapse y modo manual.
Los algoritmos diseñados para la IA son capaces de reconocer 206 escenas. Ello ayuda a reconocer si se está enfocando a un paisaje, si hace falta o no activar el HDR, si estamos ante una escena nocturna, etc. En este aspecto funciona realmente bien en general, estando constantemente analizando automáticamente lo que hay al otro lado de la lente y reconociendo casi al momento este tipo de escenas.
Solo en ocasiones, el realce o ajustes que realiza la IA interfieren en lugar de ayudar. Cómo en la escenas nocturnas que comentaba arriba.
La cámara frontal para selfies posee un sensor de 20 megapíxeles con apertura focal 2.0 y un tamaño de píxel de 1,8 micras. Con buenas condiciones de luz se consiguen unos selfies realmente buenos que poseen un nivel de detalle y color sorprendente. Incluso con una sola cámara se consigue unos efectos bokéh muy efectivos. El modo belleza es otro de los disponible en la cámara frontal y a no ser que se quiera ver algo irreal es mejor huir de él y desactivarlo.
El Xiaomi Mi 8 es capaz de grabar vídeos a 1080p y 4K pero solo a 30 fps, nada de a 60 fps como es cada vez más habitual en otros gama alta. Los vídeos tanto en una resolución como en otra muestran un buen nivel de detalle, unos colores vívidos y un contraste realmente logrado. Sin embargo, es en la grabación 1080p donde se intuye una mayor fluidez de fotogramas.
La interfaz de la cámara es simple pero efectiva, escondiendo la mayoría de los ajustes en su panel de opciones. En el modo manual es posible ajustar el balance de blancos, exposición, velocidad de disparo, nivel de Focus y el tipo de angular.
Acorde a las demás especificaciones, Xiaomi ha dotado al Mi 8 de una batería de 3400 mAh. Sin duda es una buena capacidad hoy en día y la compañía suele crear un buen software que la optimice, pero esta vez no lo han hecho tan bien. Si bien es cierto que la batería ha llegado a aguantar algo más de día y media, el consumo de pantalla casi nunca ha llegado a las 6 horas.
Obviamente no son malas cifras, pero si se compara con el Redmi 5 plus, el Mi 8 sale bastante desfavorecido en este aspecto. Y es que montar un procesador más potente, tiene inevitablemente sus pegas.
La carga rápida Quick Charge 4+ funciona de maravilla, logrando cargar la mitad del terminal en poco más de media hora. En cambio, para cargarse totalmente, necesita en torno a 1 hora y 20 minutos. Si hay un apartado con el que no cuenta, es con la carga inalámbrica.
Entre las opciones de conectividad no existen mucha sorpresas: Bluetooth 5.0 LE, Wi-Fi 802.11 a,b,g,n, ac, Wi-FI Direct, Wi-Fi Display, MIMO 2×2, NFC, GPS, A-GPS, GLONASS y Beidou. En ocasiones se echa en falta disponer de radio FM.
El haber intentado copiar al Iphone X puede beneficiar al consumidor final tanto en su cuidado diseño como en el uso del Face ID. Hay que reconocer que son características destacadas, aunque el notch siga sin aportar realmente nada a esta industria. En cambio, el Face ID es un gran acierto, sobre todo combinado con el eficiente lector de huellas. En los demás apartados Xiaomi va por su cuenta sin fijarse tanto en Apple. Hay aspectos muy cuidados como la calidad de la pantalla y el rendimiento en general. Tanto del sistema operativo como del procesador. Es algo decepcionante que se anunciara una potencia teórica que al final no ha sido tal.
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Sigue haciendo falta optimizar la batería, que, si bien tiene bastante aguante, podría haberse aprovechado más. Las cámara de fotos realizan un muy buen trabajo, pero un escalón más bajo de lo que se podía esperar de ellas. Por normal general, realizan buenas fotos, pero algunas instantáneas son mejorables. Por último, es una lástima haber perdido el conector de audio Jack, el sensor infrarrojo y el compartimento para tarjetas microSD.
Sin duda, lo mejor es poder tener toda esta tecnología a un precio razonable. Es un terminal, que, pese a sus pequeños defectos, no decepciona en absoluto durante el día a día. En España lo podréis encontrar próximamente en infofreak con sus dos años de garantía.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
+ GRAN RENDIMIENTO. | – BATERÍA MEJORABLE. |
+ FACE ID RÁPIDO. | – SIN SLOT PARA MICROSD. |
+ CALIDAD DE PANTALLA. | – SIN JACK DE AUDIO. |
+ PRECIO. | – LA IA A VECES ENTORPECE. |
+ CÁMARAS. |
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