Estamos acostumbrados a oír hablar de las caras Roombas. Con el lanzamiento del Ilife A8, la marca china Ilife pretende hacer la competencia en el mercado de los robots limpiadores. En este caso, al igual que siempre, intentan ofrecer un producto competente y a bajo precio.
La principal novedad de este modelo es la cámara incorporada. La cual, se supone que hace más eficiente su patrón de limpieza. Esa cámara de navegación ya se pudo ver en la Roomba 980. Veremos en detalle los pros y contra en nuestro análisis.
Agradecemos a Ilife la confianza depositada al cedernos el teclado para su análisis.
La presentación es bastante básica con una caja de cartón clásica. En su portada vemos serigrafiada la silueta del robot aspirador y sus principales características técnicas.
Dentro de la compacta caja nos encontramos con el siguiente bundle:
Una de las principales características en cuanto al diseño de estos robots son las dimensiones. En este caso, es satisfactorio saber que la altura es de tan solo 7.2 cm. Útil para poder moverse por muchos de los muebles que se tiene por casa.
Ya que el diseño es el típico circular, al que estamos acostumbrado, basta con decir que su diámetro es de 31 cm. En general, hablamos de un producto contenido en medidas. Lo mismo ocurre con su peso de 2.75 Kg, que entra dentro de lo normal.
Como he comentado, su diseño circular recuerda al de otras marcas, pero también al de modelos anteriores como el A6. En este caso el parecido es enorme. Los colores predominantes son el negro y plateado. En la parte superior encontramos el botón para activar el modo de limpieza por defecto, la cámara HawkEye (ojo de halcón) y el botón para abrir el compartimento donde se almacena la suciedad.
El borde lateral del robot posee un parachoques delantero para amortiguar los golpes, un botón para el encendido o apagado total, un puerto para conectar el adaptador de corriente en caso de necesidad y algunas rejillas de ventilación.
Y llegamos a la parte inferior, donde se sitúan las principales herramientas de limpieza. En un extremo junto al borde se hallan los sensores para evitar que el robot se precipite al vacío. Junto a los sensores, en los extremos, están los cepillos laterales. Entre medio de ellos, se ubica la rueda encargada de girar el robot y los pines que hacen contacto en la base de carga.
En la parte central inferior queda lugar para el cepillo principal. El que viene de serie esta compuesto de cerdas para limpiar alfombras o moquetas. Se puede fácilmente cambiar por el que viene en la caja y que es de goma, para suelos.
A cada lado de este cepillo, se ubican las ruedas de goma con amortiguación. Por último, tras el cepillo principal, se encuentra el contenedor a donde va a parar la suciedad. Este contenedor tiene una capacidad de 300ml. Una capacidad que se queda algo corta ya que se llena en pocos días.
Dentro de este contenedor es posible acceder a los 3 filtros que contiene e incluso extraerlo para lavarlos.
El sistema de limpieza principal es una combinación en tres pasos de los mecanismos mencionados anteriormente. Los cepillos laterales recogen la suciedad. Se la pasan al cepillo principal que lo introduce en el robot. Tras ello, un aspirador se encarga de la succión hacia el compartimento para la basura. Este aspirador tiene un potencial de succión de hasta 1000Pa.
Es un sistema que funciona bien. Aunque hay que remarcar que a veces, incluso pasando el Ilife A8 por encima de algo, no lo termina de recoger. Ello indica que a veces han sido necesarias varias pasadas por el mismo sitio para que se quede limpio.
Y aquí es donde entra en juego el sistema de navegación. En modelos anteriores los patrones de limpieza eran más erráticos y aleatorios. En este modelo juega un papel primordial la cámara superior y su sistema inteligente Panoview. Este sistema se encarga de mapear las habitaciones 360 grados para saber en todo momento donde está situada. Esta información es recogida y procesada por tres chips junto a la ayuda de unos algoritmos llamados CV-SLAM. En conjunto, su cometido es planear la ruta a seguir en cada limpieza.
Obviamente, las primeras veces vimos al robot un poco perdido por la casa. Sin embargo, tras varios días, se apreció como empezaba a campar a sus anchas por las habitaciones. Esto quiere decir que realizaba la limpieza de forma más exhaustiva y gastando menos tiempo.
Hay que hacer hincapié, en que este sistema de la cámara necesita luz para realizar su escaneado. No funcionará tan bien en lugares poco iluminados.
Debido a la limpieza que realiza dividiendo la casa en secciones o patrones, es normal encontrarse a veces alguna zona no limpia del todo. Hay que esperar a que en la siguiente limpieza pase por esa zona. En general la limpieza es buena. Su punto débil son las esquinas. Aún le cuesta dejarlas bien.
Para cada una de las acciones que realiza el Ilife hay programada una voz que nos avisará de antemano. Es un buen detalle, incluso estando lejos, saber qué hace el robot.
Otro apartado importante de su funcionamiento es la recarga de la batería. Cuando el dispositivo detecta durante una limpieza que le queda poca, avisará de ello y se dirigirá a la base de carga. Suele funcionar bien, aunque a veces, nos hemos dado cuenta, que le cuesta encontrar la base o realiza el recorrido de forma algo errática.
El mando a distancia incluido cuenta con muchas y variadas funciones. Entre ella destacamos:
Uno de los inconvenientes en este modelo, es la ausencia de aplicación para el móvil. A veces puede venir bien activar la limpieza estando fuera de casa y se pueden ofrecer otras características.
En comparación con modelos anteriores que emitían un nivel de ruido de 55db, el Ilife A8 emite una cantidad algo superior. En concreto, 64db. Una cantidad superior a la de su predecesora, pero menor la de muchos otros robots aspiradores. En la práctica, el ruido que hace no molesta mucho ni suena en exceso.
La capacidad de la batería Ion Litio incluida es de 2600mAh. Se supone que da una autonomía de 130 minutos. En nuestras pruebas, este tiempo es algo inferior. Rondando los 110 minutos en modo normal y 80 minutos en modo máximo. No estaría mal, en un dispositivo de tales dimensiones, haber añadido algo más de batería. Por otro lado, la carga completa necesita unas 4 horas mediante los pines de contactos de la base.
La marca Ilife se pone cada día más las pilas para competir contra Roombas. Y no lo hace tan mal. Sin embargo, hay que valorarla por su rendimiento. Su navegación por la casa ha mejorado mucho gracias a la cámara incorporada. Esto a su vez hace que sea más eficiente y ahorrando batería. La limpieza que realiza es correcta pero no excelente, a veces se deja cosas y hay que esperar a una segunda pasada. Incluso así puede que alguna vez se deje algo como por ejemplo en las esquinas.
Por suerte no solo limpia el suelo, sino que es capaz de limpiar alfombras o moquetas, aunque no sea en profundidad. También es positivo las pequeñas dimensiones del robot que facilita la limpieza bajo los muebles.
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Como mejoras a introducir, deberían intentar ampliar la capacidad de su batería, añadir posibilidad de manejo mediante app móvil y disponer de un contenedor de suciedad mayor.
Sin duda, la mejor característica es su precio de 281 euros. Mucho menor y mas asequible que el de otros robots. Por ello se le puede perdonar algunos de sus fallos. ¿Qué te parece Ilife A8?
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
+ LIMPIA TODO TIPO DE SUPERFICIES | – NO TIENE APP PARA SMARTPHONE |
+ LA CÁMARA MEJORA DRÁSTICAMENTE SU NAVEGACIÓN POR EL DOMICILIO | – ES INTERESANTE QUE INCORPORE UN CONTENEDOR DE RESIDUO MÁS GRANDE |
+ NIVEL DE RUIDO ES INFERIOR AL DE LA COMPETENCIA |
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