Hardware Unboxed nos vuelve a ofrecer una comparativa muy interesante, en esta ocasión se trata de los procesadores Snapdragon 835 e Intel Celeron N3450 bajo el sistema operativo Windows 10.
El Snapdragon 835 no tiene nada que hacer frente a su rival en rendimiento puro
Microsoft y Qualcomm se sacaron de la manga una capa de emulación que permite usar procesadores ARM en el sistema operativo Windows 10, esto abre la puerta a portátiles con una duración de batería de 20 horas o más, pero también plantea la gran duda de cual será el rendimiento. La emulación es un proceso que siempre supone una pérdida de rendimiento, por lo que surge la duda de como funcionará Windows 10 y el software x86, sobre un procesador basado en la arquitectura ARM.
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Hardware Unboxed ha enfrentado al Snapdragon 835 con el Intel Celeron N3450, o lo que es lo mismo, uno de los procesadores ARM más potentes del mundo frente a uno de los chips X86 más básicos y con un consumo de energía más bajo. Las pruebas son bastante claras, las aplicaciones de la Windows Store están bastante optimizadas y el procesador de Qualcomm aguanta al tipo bastante bien, pero una vez que salimos de ahí su rendimiento cae en picado, y no tiene nada que hacer frente al Intel Celeron N3450.
La conclusión es clara, los procesadores ARM actuales van cortos de potencia para hacer funcionar Windows 10 de forma satisfactoria mediante la emulación, es algo que ya se esperaba, pero finalmente se ha confirmado. El rendimiento bruto del Snapdragon 835 no es mucho mayor que el del Intel Celeron N3450, por lo que no tiene nada que hacer frente a este cunado se tiene que enfrentar a una capa de emulación. Eso sí, en autonomía son los reyes indiscutibles.
Es posible que la situación cambie a medida que los procesadores ARM se hagan más potentes, aunque los x86 también siguen evolucionando, por lo que parece muy complicado que esta brecha llegue a cerrarse.
