En las últimas horas estamos descubriendo parte de las especificaciones que podemos encontrar en la nueva generación de procesadores Cannonlake, que van a llegar con un nuevo proceso de fabricación de 10 nm.
Cannonlake no podrá resolver las vulnerabilidades Meltdown y Spectre
En una reciente filtración pudimos saber que la serie Cannonlake-U para dispositivos portátiles iba a tener un TDP de 15 W, una nueva generación de gráficas integradas Intel GT2 y que los modelos de 2 núcleos iban a carecer de cualquier tipo de solución integrada de GPU. Hasta aquí nada fuera de lo normal, pero también hemos podido de descubrir que esta generación no podrá resolver los problemas de Spectre y Meltdown a nivel de silicio.
Los procesadores Cannonlake serán vulnerables a Meltdown y Spectre. El motivo de esto se debe a que Cannonlake fue diseñado hace tiempo, antes de que las vulnerabilidades Meltodwn y Spectre hayan sido descubiertas. Sólo los procesadores Intel Ice Lake de próxima generación, que cuentan con una nueva microarquitectura, dejarán de ser vulnerables a Meltdown y Spectre de manera definitiva a nivel de silicio.
Además de reducir su proceso de fabricación a 10 nm, que le permitiría ofrecer un mejor rendimiento con menor consumo de energía y generación de calor, los procesadores Cannonlake también contarán con el conjunto de instrucciones AVX-512.
En CES 2018, Intel anunció que ya ha comenzado a enviar procesadores para portátiles Cannonlake a sus socios, con un aumento de la producción en 2018. Así que podemos intuir que los nuevos chips con esta arquitectura finalmente verán la luz del día en 2018.