Primero fue la SLC, luego la MLC, luego la TLC y ahora llega el turno de la QLC, todo esto son los nombres de las diferentes tecnologías de memoria NAND que se usan para la fabricación de discos SSD. La diferencia está en el número de bits que se almacenan por celda de memoria, siendo 1,2,3 y 4 de forma respectiva. Al aumentar el número de bits almacenados por celda, se logra una mayor densidad de almacenamiento por lo que se pueden fabricar SSDs de la misma capacidad con chips más pequeños, lo que los hace más baratos. Micron ha sido la última en confirmar el uso de la memoria QLC.
Micron usará memorias QLC
Las memorias QLC plantean varios problemas, pues requiere un voltaje de funcionamiento más elevado que la TLC y esto hace que las celdas se desgasten de forma más rápida por las sucesivas operaciones de escritura y borrado, un problema que ya es bastante acusado en los discos TLC y que lo será más aún en los basados en memorias QLC, esto es inevitable.
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Una forma de compensar este mayor desgaste es usando controladoras más avanzadas y con discos de mayor capacidad, pues al tener un número más elevado de celdas se reducen las veces que se reescribe en cada una de ellas. Toshiba afirmó el año pasado que sus memorias QLC soportan 1000 ciclos de escritura.
[irp]Por ahora no se han dado detalles sobre la capacidad de estos nuevos discos basados en NAND QLC de Micron. Estas nuevas memorias ofrecen una densidad de almacenamiento un 33% más alta que la lograda con las TLC por lo que seguramente sea un buen indicativo del aumento de capacidad que podemos esperar.