Hace varios meses LG se puso las pilas y decidió desmarcarse de sus modelos anteriores. Apostó con este LG G6 con un diseño más clásico y menos modular. A su vez también siguió la estela dejada por Xiaomi en cuanto a tamaño de pantalla y grosor de los marcos. En su momento contó con ventaja al salir a principios de años. ¿Pero qué tan bueno es hoy por hoy comparado con otros terminales y tras un tiempo usándolo? Echadle un ojo al análisis.
El unboxing del G6 es igual de escueto por fuera que por dentro. La caja de color blanco básicamente muestra en nombre del modelo. Y en el interior hallaremos:
El diseño unibody de este terminal se ve configurado por su pantalla con ratio 18:9. Esto nos da una proporción alargada, el doble de alto que de ancho. Las medidas 71,9mm x 148,9mm x 7,9mm encierran una pantalla de 5,7 pulgadas que engloba casi todo el frontal del dispositivo. Dejando únicamente un marco superior de 7mm para la cámara frontal, sensor de proximidad/brillo y auricular, y un marco inferior de 8mm para el logo de LG. No incorpora LED de notificaciones.
En la parte trasera se sitúa la doble cámara con flash, el sensor de huellas dactilares/botón apagado y el número de modelo serigrafiado en plateado.
Un punto muy bueno del diseño a mi parecer es el hecho de que tanto la cara frontal como la trasera sean planas. Es algo que puede ser obvio en el mundo de los smartphones, pero más de una vez se han visto cámaras que sobresalen de la parte trasera. Tienen su porque, pero no ayudan a un buen diseño.
El LG G6 está construido utilizando cristal con Gorilla Glass 3 para el frontal. En la parte trasera han utilizado Gorilla Glass 4 para las cámaras y Gorilla Glass 5 para el resto del cristal. Es raro que le hayan dado más protección a una cara que a la otra. La mayoría de la gente suele usar fundas protectoras que ya de por si protegen la zona trasera. Creo que deberían haber aumentado la resistencia en la cara frontal.
Los marcos laterales tienen un acabado metálico y forman unas esquinas redondeadas que le sientan muy bien al diseño. Algo que no me termina de convencer y no entiendo es porque en algunos puntos de este marco metálico hay algunas zonas que son de un color diferente al del resto. Eso le resta uniformidad y elegancia.
En el marco lateral superior tenemos aún por suerte el MiniJack de 3.5mm y el micrófono de cancelación de ruido para las llamadas. En el lateral izquierdo, los botones por separados de volumen en la parte superior; y en el derecho, únicamente se encuentra la ranura para la SIM y MicroSD. Por otro lado, en el borde inferior se hayan tanto el micrófono de llamadas, como el puerto microUSB 3.1 tipo C y el altavoz multimedia.
No hay que olvidar que gracias a su diseño unibody, que no permite extraer la batería. El LG G6 cuenta con la certificación IP68 con resistencia al agua y al polvo.
En general, el terminal se siente cómodo en la mano y el cristal es un material que siempre le da un acabado y tacto suave. El único aspecto negativo del cristal es eso mismo, el aspecto. En el modelo de color negro brillante, las huellas dejan bastantes marcas. Por suerte en el modelo Ice-Platinum eso no se nota tanto.
Además, Es un teléfono fácil de usar con una mano y sus 163 gramos nunca se llegan a notar en absoluto. Es bueno que hayan situado el sensor de huellas dactilares debajo de las cámaras y no al lado como en el S8. Así se evita ensuciar las lentes al ir a encender el teléfono.
Uno de los mayores aciertos de este smartphone es sin duda la pantalla. Por algo han llamado Fullvision al conjunto de tecnologías del que dispone el G6. LG sigue incorporando sus paneles IPS con resolución 2K. En esta ocasión son exactamente 1.440 x 2880 píxeles debido al mayor ratio de pantalla. A este ratio 2:1 tan de moda este año, aún le falta el soporte de numerosas apps. Por lo menos en lo que respecta a pantalla completa. En las apps que no sean a pantalla completa y estén presentes los botones de navegación, el ratio de visualización será 16:9.
En cuanto a la calidad de la pantalla, se puede decir sin lugar a duda que es muy alta. Los colores aparecen bien contrastados y la definición de la imagen es muy buena. Para ello, LG ha contado con la ayuda de Dolby. El LG G6 cuenta con las tecnologías HDR 10 y Dolby Vision. El primero es el estándar que se usa para televisores con tecnología HDR y el segundo es una tecnología exclusiva de Dolby ofrece una mayor gama lumínica y profundidad de color.
Todas estas tecnologías se notan en el desempeño final al reproducir un video o película. Dolby se ha encargado de ello. Obviamente sin llegar al nivel de un televisor. Se aprovecha mejor el consumo de batería gracias a ajustar el brillo de pantalla según la escena que se esté reproduciendo.
Fuera de la reproducción multimedia, el brillo también rinde a muy buen nivel. Ofreciendo incluso una visibilidad clara en exteriores. Lo mismo ocurre con el nivel de ángulos. No tiene peros.
Por otro lado, cabe tener en cuenta que la reproducción de videos HDR y 4k es llamativa, pero solo en videos bajo demanda. Habrá que ver qué tal le sale la jugada a LG con su pantalla en el futuro.
El altavoz situado en el borde inferior raya un gran nivel. Tanto por su potencia sonora como por su fidelidad de reproducción y graves. Nada de ruidos raros o sonido enlatado. Incluso a familiares y amigos le sorprendió ese aspecto.
Una modificación interesante para quien tenga acceso Root en el terminal es la posibilidad de activar el auricular como segundo altavoz y así recibir un sonido estero en actividades multimedia.
LG apuesta de nuevo por la doble cámara trasera. En esta ocasión ambas llevan sensores Sony IMX258 de 13 megapíxeles. La diferencia radica en que la primera es la única con estabilización y además poseen distintas lentes. La primera tiene una apertura máxima de f/1,8 y una angular de 71º. La segunda tiene una apertura menor con f/2,4 y una angular de 125º.
Ambas cámaras se comportan bastante bien en entornos con buena iluminación. La calidad es muy parecida a la que se podía conseguir con el LG G5. Aunque la del G6 tiene a mostrar más detalles en las fotos tomadas.
Pese a tener ambas cámaras, en el día a día suele hacerse más uso de la segunda con su gran angular. Casi siempre queremos abarcar más y dejamos la otra para momentos más puntuales. En genera ambas cámaras ofrecen un buen contraste y colores vivos.
Es en escenas de poca luz cuando la cámara principal rinde mejor, aunque la segunda tampoco lo hace mal del todo.
Hay que hacer un inciso en cuanto al ratio nativo de la cámara, que en este modelo es 4:3 en lugar de 16:9. Esto hace que tengamos que tomar la foto teniendo en cuenta este encuadre.
Al igual que pasaba con el Doogee Mix se echa en falta una mayor dedicación en cuanto a un software que juegue con el procesamiento de las cámaras para aportar algo útil. Lo único que podemos encontrar en el software de la cámara son modos más parecidos a collages.
La cámara frontal para selfies cuenta con 5 megapíxeles y angular de 100º posee una calidad bastante aceptable sin llegar a la de sus hermanas traseras. Se agradece la posibilidad de elegir entre dos angulares diferentes dependiendo de si se usa para pocas personas o muchas. Su peor desempeño es obviamente en escenas con poca luz.
En cuanto a Video, es posible grabar con la mayor calidad en 4K a 30fps. O bien podemos elegir grabar a 1080p con unos muy buenos 60fps (30fps si utilizamos estabilización electronica). Si grabamos a 1080p podremos usar el focus tracking para mantener el enfoque sobre alguien o algo. Este focus es incluso capaz de recordar si se sale y se entra de nuevo en la escena.
Android 7.0 Nougat es la versión que encontramos en este dispositivo. La interfaz está diseñada bajo la capa de personalización de LG. Lo curioso en esta ocasión es que se puede elegir entre varios Launcher. Por defecto, yo me encontré con uno sin cajón de aplicaciones. Directamente todas las aplicaciones estaban en el escritorio sueltos o en carpetas. Es más parecido al de IOS.
El segundo launcher llamado Easy Home aumenta el tamaño de los iconos, añade los más habituales en el escritorio principal y nos da la posibilidad de configurar contactos rápidos mediante un widget en el escritorio secundario.
Por ultimo y por raro que parezca, la interfaz usual de LG, la UI 4.0 hay que descargarla si se quiere usar. Su apariencia es muy similar al de Android puro con cajón de aplicaciones. La única diferencia son los iconos con diseño LG.
También podemos encontrar en el terminal otras opciones interesantes:
Al no disponer de LED de notificaciones, por defecto podemos encontrar esta opción activada. La cual nos da diferentes tipos de información como la hora, fecha y notificaciones recibidas mientras la pantalla está apagada. Es algo que ya se ha podido ver en otros terminales. Es más normal verlo en terminales con pantalla AMOLED que consumen menos. Aunque tampoco es visto un gasto significativo en este.
Si el teléfono está boca abajo se desactiva temporalmente y es posible configurar varios ajustes de brillo y horario.
Además de los botones Atrás, Home y lista de aplicaciones; podemos configurar y añadir otros botones como el de bajar la barra de notificaciones, capturar pantalla o una lista directa a aplicaciones.
Esta opción es muy útil para decidir que ratio de pantalla va a utilizar cada aplicación por separado. Está bien para poder modificar alguna en concreto pero tedioso si se quieren modificar todas las aplicaciones una por una. Se puede elegir entre 16:9, 16.7:9 y 18:9
Tan simple como configurar las teclas de volumen al ser presionadas para abrir la aplicación que deseemos.
Podemos configurar esta opción para que el dispositivo detecte mediante la localización si estamos en casa y nos gestione el perfil de sonido, bluetooh o wifi; si estamos fuera de casa nos modifique estos perfiles; o por el contrario cambie los ajustes al conectar unos auriculares o algún dispositivo bluetooth.
El LG G6 viene bastante vinculado al asistente de voz de Google que como ya se sabe, nos permite realizar acciones mediante la voz. Viene a ser algo como Google Now pero mejorado. La pega es que solo viene en inglés. Así que no será una función muy usada por estos lares.
El LG cuenta con 4GB de RAM y 32GB de memoria interna. Este último detalle chirria bastante en un terminal de gama alta. Ya prácticamente cualquier terminal de gama alta y muchos de gama media incluyen al menos 64GB. Hay que tener en cuenta que el SO ya de por si usa 10GB. Un planteamiento negativo que intenta compensar con la posibilidad de ampliación mediante microSD pero que no es lo mismo.
El chipset que monta es un Snapdragon 821. A estas alturas no se puede decir que el 821 tenga mucho que hacer frente a sus rivales. Ya a principios de año el terminal salía por debajo de lo esperado en este aspecto. Y hoy por hoy los nuevos terminales están bastante lejos de este.
Para los que busquen chipsets más potentes y que consuman menos, este terminal no será su opción. En cambio, si no se es tan quisquilloso o no se le da un uso centrado en el gaming; Tampoco se nota tanto en el uso normal de un chipset frente a otro.
Sobre el papel, LG quiso compensar la lacra de no tener un chipset tan potente con una buena disipación. Para ello usaron un sistema especial con cobre y un mejor disipador. Digo sobre la practica porque debo reconocer que en ocasiones se ha calentado más de la cuenta. Nada grave desde luego, pero si es algo que me parece curioso y remarcable.
En cuanto a conectividad no hay mucho que destacar. El teléfono soporta WIFI 802.11 a/b/g/n/ac y todas las frecuencias LTE para 4G y 4G+. Cuenta además con la siempre presente tecnología Bluetooth 4.2 y por suerte, LG sigue incluyendo radio FM. El slot SIM solo permite una única nanoSIM.
La capacidad de la batería es de 3.300mAh. El diseño unibody les ha permitido hacer mejor uso de los componentes en el espacio. De primeras me parecía una buena cantidad. Pero la resolución de pantalla, el chipset y la pantalla IPS me hacían dudar de su buen desempeño. Sobre todo, haciendo uso del modo Always On. Ya sabemos que mientras que las pantallas AMOLED apagan sus píxeles negros para ahorrar consumo, las IPS no lo hacen.
Sin embargo, hay que reconocer que la duración de la batería ha sido más que buena. No solo llegando al final del día sin problemas, sino que además ha conseguido llegar a poco más de 5 horas de pantalla encendida. Hacía tiempo que no lo veía en uno de mis terminales. Desde luego la optimización de energía está bien conseguida.
Por otro lado, el LG G6 también cuenta con el sistema QuickCharge 3.0 que consigue cargar rápidamente y completa la batería en poco más de una hora.
LG ha demostrado que pueden seguir sacando muy buenos terminales. Con aciertos muy buenos en el diseño, calidad de pantalla, cámara y optimización del sistema y la batería.
Por el camino se deja algunos aspectos por pulir pero que se achacan a su prisa por ser uno de los primeros y mejores terminales de año. Como por ejemplo ese chipset que no está a la altura de lo esperado, un mejor aprovechamiento de la doble cámara o los insuficientes 32GB de ROM.
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Hace unos meses el precio se iba un poco de madre, pero LG podía permitirse ese lujo por ser los primeros. Actualmente con los pesos pesados en el mercado, no ha podido seguir con esa política y su precio se ha visto rebajado hasta los 400€.
Un precio más que en consonancia y acorde a lo que ofrece el terminal. Sin lugar a duda, es un smartphone que da todo lo que se le pide y más. Siempre y cuando no se busque lo mejor del mercado.
| VENTAJAS | INCONVENIENTES |
| + Gran diseño. | – El procesador podría ser más actual. |
| + Calidad de pantalla. | – Espacio de almacenamiento. |
| + Duración de batería. | |
| + Optimización del sistema. | |
| + Rebaja en el precio. |
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