Volvemos con una nueva comparativa con el Core i7 8700K como protagonista, esta vez lo enfrentamos con la familia Ryzen 7 de AMD para evaluar el comportamiento de ambos en juegos y aplicaciones. Recordemos que los Ryzen 7 llegaron ofreciendo un balance sensacional entre precio y prestaciones ¿Seguirán siendo los reyes tras la llegada de lo más nuevo de Intel?
Recordemos que el Core i7 8700K es el nuevo procesador tope de gama dentro de la familia Intel Coffee Lake, se trata de un silicio fabricado en el depurado proceso a 14 nm++ Tri-Gate que ofrece una eficiencia energética sin precedentes. Esto permite lograr un diseño de 6 núcleos y 12 hilos a una velocidad base de 3,7 GHz que asciende hasta los 4,7 GHz en modo tubo máximo con un TDP de tan solo 95W por lo que es un procesador que consume muy poco y genera poco calor. El resto de sus características pasan por 12 MB de caché L3 junto a una GPU integrada Intel UHD 630 formada por 24 Execution Units y que ofrece excelentes capacidades multimedia aunque su potencial para videojuegos es bastante reducido.
En el otro lado del ring tenemos a los procesadores AMD Ryzen 7, hay un total de tres modelos aunque sus características son casi idénticas ya que tan solo se diferencian en la frecuencia de funcionamiento y el TDP. Todos ellos están formados por 8 núcleos Zen y 16 hilos de procesamiento gracias al uso de la tecnología SMT. Sus características comunes siguen con un total de 16 MB de caché L3 y un proceso de fabricación a 14 nm Fin-FET de GlobalFoundries, bastante inferior a los 14 nm Tri-Gate de Intel. La microarquitectura Zen de AMD dispone de tecnologías como XFR, SenseMI y Presicion Boost para mejorar el rendimiento que son capaces de ofrecer estos procesadores.
Si nos centramos en los modelos tenemos los siguientes:
Como podemos ver los Ryzen 7 disponen de una ventaja al contar con dos núcleos y cuatro hilos extra respecto al Core i7 8700K ¿Será suficiente para compensar la mayor velocidad y potencia por núcleo del Core i7 8700K?
El banco de pruebas utilizado en las pruebas es el siguiente:
| BANCO DE PRUEBAS | |
| Procesador: | Core i7 8700K vs AMD Ryzen 7 |
| Placa Base: | Asus Maximus X Hero / MSI X370 XPOWER Gaming Titanium |
| Memoria RAM: | Corsair LPX 64 GB DDR4 @2600 MHz / Corsair Vengeance 32 GB DDR4 |
| Disipador | Corsair H115 / Noctua NH-D15 SE-AM4 |
| Disco Duro | |
| Tarjeta Gráfica | Gigabyte GTX1080 Ti de 11 GB |
| Fuente de Alimentación | |
Pasamos a ver en primer lugar el desempeño de ambos procesadores en aplicaciones que hacen un uso muy intensivo del mismo.
Los juegos siempre han sido un terreno mucho más favorable para Intel y con el Core i7 8700K aún debería serlo más por las elevadas frecuencias de reloj que es capaz de alcanzar. Ningún juego actual puede usar más de ocho hilos de procesamiento por lo que ambos procesadores van sobrados de núcleos y el que los tenga más potentes será el ganador.
Las pruebas se han hecho con una GeForce GTX 1080 Ti y a resolución 1080p, 2K y 4K.
A principios de año AMD ponía patas arriba el mercado de los procesadores con la llegada de los Ryzen 7, sus primeros modelos basados en la nueva microarquitectura Zen y que llegaban para darle más de un dolor de cabeza a Intel. Estos procesadores se convirtieron rápidamente en los mejores en relación calidad/precio y la elección preferida por muchos usuarios.
Esto no le gustó nada a una Intel que venía desde 2011 con una evolución casi nula a cada año por lo que el sector de los procesadores estaba muy estancado, por primera vez en muchos años los Intel Core tenían un rival a su altura que incluso los superaba en muchas tareas pese a que los juegos seguían siendo dominio de Intel.
[irp posts=»98761″]Intel no iba a quedarse de brazos cruzados y ya estaba trabajando en lo que sería Coffee Lake, su octava generación de procesadores Core que finalmente ha llegado al mercado con la intención de poner en jaque a los AMD Ryzen ¿Lo ha conseguido?
Cinebench R15 es la aplicación estrella a la hora de sacar todo el rendimiento que esconde un procesador, aquí vemos como el Core i7 8700K logra ponerse por encima de todos los Ryzen 7 demostrando que los 6 núcleos y 12 hilos de Intel son superiores a los 8 núcleos y 16 hilos de los Ryzen 7. Esto se debe a que el nuevo procesador de Intel alcanza unas frecuencias de funcionamiento muy altas con un turbo máximo de 4,7 GHz, esto hace que su potencia por núcleo sea muy alta y no tenga problemas para vencer a procesadores con más núcleos.
El resto de pruebas no son una excepción, el Core i7 8700K es superior a los Ryzen 7 en todo y más en los juegos, territorio Intel por excelencia donde la potencia por núcleo es de vital importancia, aquí sencillamente AMD Ryzen 7 no tiene nada que hacer.
Te recomendamos la lectura de nuestra guía de Mejores procesadores del mercado (2017)
Si a principios de año era AMD quien revolucionaba el mercado de los procesadores, ahora lo hace Intel con el mayor salto que ha dado la compañía desde la llegada de Sandy Bridge en el año 2011, han tenido que pasar seis años para que el gigante de los semiconductores haya despertado de su letargo pero lo ha hecho de una forma excepcional y sin vacilaciones.
Hoy por hoy el Core i7 8700K es el mejor procesador mainstream del mercado para todo, solo su elevado precio de 400 euros y la baja disponibilidad actuales le dan un balón de oxígeno a unos AMD Ryzen 7 que ya piden un reemplazo, no será hasta febrero cuando tengamos una nueva generación de procesadores Ryzen a 12 nm que intentarán complicarle la vida de nuevo a Intel.
[irp]Es de esperar que de aquí a febrero el precio del Core i7 8700K vaya bajando progresivamente hasta quedar en unos 320-340 euros aproximadamente, lo que no hará más que complicarle aún más la vida a AMD. Actualmente los Ryzen 7 1700, 1700X y 1800X tienen unos precios aproximados de 290 euros, 340 euros y 416 euros de forma respectiva.
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