Seguimos analizando los nuevos procesadores Intel Coffee Lake, esta vez tenemos entre manos el Intel Core i5-8600K que está formado por 6 núcleos y 6 hilos de procesamiento con lo que promete ser uno de los modelos más interesantes del mercado en cuanto a relación entre precios y prestaciones.
El Intel Core i5-8600K repite la presentación de su hermano mayor, el Intel Core i7-8700K, al venir dentro de una caja de cartón de dimensiones muy reducidas por la decisión de Intel, una vez más, de no incluir su disipador de referencia en los modelos desbloqueados de sus procesadores. La caja de presentación tiene el mismo diseño colorido aunque lógicamente presenta el distintivo Intel Core i5 que se corresponde a este procesador.
Ya hemos visto que la caja que nos encontraremos incorporará: la documentación, además del propio procesador muy bien protegido dentro de un blister de plástico para evitar cualquier tipo de daño hasta llegar a las manos del usuario final.
Una imagen de primer plano del Intel Core i5-8600K pone en evidencia las escasas diferencias frente a las generaciones anteriores de procesadores de Intel, al menos en lo que a su aspecto se refiere puesto que internamente si que hay diferencias y muy importantes. Intel Core i5-8600K es el primer procesador de la familia Core i5 que viene con 6 núcleos físicos, no disponen de la tecnología HT por lo que solo pueden manejar un máximo de 6 hilos de procesamiento.
El IHS va serigrafíado con el modelo exacto y su superficie es completamente plana para un excelente contacto con la base del disipador. En la parte inferior del procesador tenemos los contactos para los 1151 pines del socket de la placa base, una vez más Intel utiliza el socket LGA 1151 aunque los Coffee Lake necesitan del chipset Z370 por lo que el Intel Core i5-8600K no es compatible con las placas base de las series 200 y 100. La razón exacta de esta incompatibilidad no se ha dado a conocer oficialmente.
El Intel Core i5-8600K funciona a una velocidad de reloj de 3,6 GHz en modo base, esta frecuencia puede ascender hasta 4,3 GHz en modo turbo para mejorar el rendimiento cuando no se están usando todos los núcleos. Estas elevadas frecuencias no impiden que su TDP se mantenga en los 95W, algo que es posible gracias al avanzado proceso de fabricación a 14 nm++ Tri-Gate de Intel, el más avanzado de la industria. Las características del Core i5 8600K se completan con 9 MB de Intel Smart Cache que proporcionarán un gran rendimiento en todo tipo de aplicaciones.
En cuanto a los gráficos integrados seguimos viendo la Intel UHD 630 a una frecuencia de funcionamiento de 1150 MHz como máximo, se trata de un procesador gráfico que va enfocado al segmento multimedia y no a los videojuegos aunque podremos jugar a un gran numero de títulos del mercado si no somos muy exigentes con la calidad gráfica y la resolución. Es plenamente compatible con DirecX 12, OpenGL 4.4 y Vulkan.
BANCO DE PRUEBAS | |
Procesador: | Intel Core i5-8600K |
Placa Base: | MSI Z370 Gaming PRO Carbon |
Memoria RAM: | Corsair LPX 64 GB DDR4 @2600 MHz |
Disipador | Corsair H115 |
Disco Duro | |
Tarjeta Gráfica | Nvidia GTX1080 Ti de 11 GB |
Fuente de Alimentación |
Para comprobar la estabilidad del procesador i5-8600k en valores de stock y con overclock. La placa base hemos estresado con Prime 95 Custom y refrigeración por aire. La gráfica que hemos utilizado es nuestra clásico Nvidia GTX 1080 Ti modelo de referencia. Llega el momento de que veamos los resultados obtenidos en nuestras pruebas en diferentes resoluciones:
Hemos probado el rendimiento con la plataforma entusiasta y la generación anterior. Los resultados hablan por si solos, se nota una mejora bastante palpables en las pruebas sintéticas y que sorprenderá a más de uno 😉
La mejora que apreciamos entre el i5-7600k y el i5-8600k es abismal. La cosa es diferente cuando lo comparamos con el i7-7700k donde lo vemos más suelto en el día a día, pero en rendimiento en juegos tiene un nivel similar. Podéis ver los resultados por vosotros mismos:
En este lanzamiento sólo tres procesadores Intel Coffe Lake llegarán con el multiplicador desbloqueado. Concretamente los Intel Core i3-8350K, i5-8600k (el que estamos analizando) y el tope de gama i7-8700K. Al igual que Kaby Lake nos topamos con una leve mejora en la IGP (tarjeta gráfica integrada) que aumenta el rendimiento con HEVC y la decodificación de vídeo mediante H265 por hardware.
Este procesador encontramos una frecuencia máxima estable de 4.700 MHz en todos sus núcleos y un voltaje cercano a los 1.28v. Este empuje extra de 600 MHz ofrece un aumento más que interesante en aplicaciones como Cinebench R15. Pasamos de 1033 cb hasta los 1167 cb, aunque en ningún momento llega a la potencia bruta del i7-8700K.
Una de las mejores que más nos ha sorprendido es el consumo del equipo completo. Como podemos apreciar el i7-8700k obtiene un total de 42W en reposo mientras que a máximo rendimiento todo el equipo se queda en 326 W. Cuando practicamos overclock se queda en 50 W en reposo y 341W a máxima potencia.
Mientras que las temperaturas tenemos unas más que aceptables 27ºC en reposo y 70’ºC a máximo rendimiento de stock. Cuando hacemos overclocking subimos hasta los 33º en reposo y 73ºC a máximo rendimiento.
El Intel Core i5-8600k está diseñado especialmente para los usuarios que quieren sacar lo máximo jugando y tener un mayor rendimiento en aplicaciones simultáneas. Entre sus «ingredientes» más importantes nos topamos con: una frecuencia con turbo de 4100 MHz, sus seis núcleos físicos, 9 MB de caché L3, soporte para memoria DDR4 a 2666 MHz y un TDP de 95W.
En nuestras pruebas hemos comprobado que da un excelente rendimiento tanto en benchmark (grandes puntuaciones) con memorias DDR4 a 3200 MHz como en juegos en las principales resoluciones: 1080, 2K y 4K. Ya que en ningún momento nuestra Nvidia GTX 1080 Ti mostró falta de potencia del procesador.
Os recomendamos la lectura de nuestro artículo sobre los mejores procesadores del mercado.
Nos alegramos al ver que Intel da el paso y renueva sus modelos i3, i5 e i7 en la serie mainstream con 4, 6 y 8 núcleos de base. Aunque muchos modelos vienen con el multiplicador bloqueado y en el caso de necesitar overclocking tienes que pagar un extra (modelos terminado en -K).
¿Merece la pena pasar de un i5-7600k a un i5-8600k? ¡Sin lugar a dudas! Nos parece un salto más que notable para replantearnos un cambio de plataforma. Aunque si tenéis un i7-7700k os recomendamos que si queréis cambiar, lo hagáis al actual buque insignia i7-8700k o si no, que esperéis a la siguiente plataforma, que será lanzada durante 2018.
VENTAJAS | INCONVENIENTES |
– RENDIMIENTO EN MONO-NÚCLEO Y MULTI. | |
– IDEAL PARA JUGAR Y TRABAJAR A LA VEZ. | |
– GRAN CAPACIDAD DE OVERCLOCK. | |
– TEMPERATURAS SON MUY BUENAS. | |
– BAJO CONSUMO. |
El equipo de Profesional Review le otorga la medalla platino:
Nos topamos con uno de los mejores procesadores que ha lanzado Intel este año. Primera novedad con un i5 de seis núcleos, buenas temperaturas y un consumo muy comedido.
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