La falta de competencia produce un estancamiento en el sector de la tecnología, esto es lo que hemos vivido los últimos 6 años desde que llegaron los exitosos procesadores Intel Sandy Bridge y los fallidos AMD Bulldozer. La introducción de los procesadores AMD Ryzen ha obligado a Intel a replantearse su estrategia de pensar solo en procesadores con un alto número de núcleos en el segmento HEDT. Esto hace necesaria una fuerte reforma en sus modelos de la gama mainstream y eso es precisamente lo que suponen los nuevos Coffee Lake, el mayor salto dado por Intel en este terreno desde la llegada de Sandy Bridge en 2011.
Todas las mejoras introducidas en Intel Coffee Lake
Coffe Lake-S son los nuevos procesadores de Intel para el escritorio dentro de la gama mainstream o de consumo general. Estos nuevos silicios siguen usando el proceso de fabricación a 14nm que se estrenó con Broadwell y que va a ser uno de los más longevos y refinados de los últimos años. Lógicamente el proceso se ha ido perfeccionando con el paso de los años y ello es lo que he llevado a Intel a bautizarlo como 14 nm ++.
El gran cambio con Coffee Lake está en un incremento de los núcleos de los procesadores y la eficiencia, gracias a un proceso de afinamiento que Intel ha utilizado para sacarle el máximo partido a una arquitectura que no deja de ser Skylake con algunas modificaciones. La octava generación de procesadores Intel llega para ofrecer el procesador para juegos más potente del mercado, el Intel Core i7 8700K.
Estos nuevos Coffee Lake dispondrán de 2 núcleos más en cada gama, de esta forma los Core i3 tendrán 4 núcleos y 4 hilos, los Core i5 tendrán 6 núcleos y 6 hilos y finalmente los Core i7 6 núcleos y 12 hilos. Nuestros lectores se habrán dado cuenta de que los nuevos Core i3 ya no disponen de la tecnología Hyperthreading de Intel por lo que su número de núcleos físicos y lógicos es igual.
Intel sigue usando el socket LGA 1151 para estos Coffee Lake, aunque se necesita del nuevo chipset Z370 por lo que no se pueden usar en las anteriores placas base de las series 100 y 200. Esto es debido a que por el mayor número de núcleos y pistas PCIe, las placas necesitan más conexiones eléctricas que en las Z270 y anteriores. Algunas de las mejoras introducidas en la nueva plataforma son: mayor compatibilidad con Optane, hasta 40 pistas PCIe y mejor capacidad de overclock.
Gracias al incremento en el número de núcleos el rendimiento de estos nuevos procesadores se ve muy mejorado respecto a las generaciones anteriores, la creación del contenido multimedia mejora hasta un 32% por lo que son ideales a la hora de editar vídeo en la pesada resolución 4K. También se añade soporte para 4K HDR por hardware y carga más rápida de contenidos si usamos Optane. Intel pone mucho énfasis en el apartado multimedia, es por ello que los gráficos integrados pasan a llamarse Intel UHD para adaptarse a una era en la que el 4K es la moda y hablar de HD ya está anticuado. Pese a ello siguen siendo las mismas GPUs que las usadas en a generación anterior con algún añadido como el mencionado soporte para 4K HDR por hardware.
Estos nuevos Coffee Lake también harán las delicias de los overclockers con ajuste por núcleo, control de latencias en tiempo real, controles PLL Trim en tiempo real, utilidad Intel Extreme Tuning (Intel XTU) y compatibilidad con perfiles de memoria XMP. Todas estas mejoras deben ayudar a lograr frecuencias de funcionamiento máximas más elevadas y por tanto un rendimiento final superior en todo tipo de tareas.
Tenemos un total de 6 procesadores dentro de la nueva familia Coffee Lake-S, Core i3 8100, Core i3 8350K, Core i5 8400, Intel Core i5 8600K, Core i7 8700 y Core i7 8700K. Como siempre, los modelos K tienen el multiplicador desbloquedo para overclock. Todos ellos presentan unas frecuencias que oscilan entre los 2,8 y los 4 GHz, TDPs entre 65 y los 95 W, Smart Caché entre 6 y 12 MB, y una controladora de memoria dual channel DDR4 a 2.400 MHz para los Core i3 y a 2.666 MHz para Core i5 y Core i7. Otras de las mejoras introducidas tienen que ver con un Turbo Boost 2.0 más agresivo para lograr mayores frecuencias, una Intel Smart Cache que se gestiona por núcleo para evitar latencias y soporte para instrucciones avanzadas como Intel TSX, AVX2 y SGX.
Palabras finales y conclusión
Para resumir podemos afirmar que los nuevos procesadores Coffee Lake no dejan de ser más que los Kaby Lake con un mayor número de núcleos y algunas mejoras adicionales en el campo del overclock, la memoria y el soporte PCI Express como hemos comentado más arriba. Los nuevos Core i5 pueden ser los procesadores más interesantes para los jugadores ya que su desempeño estará por encima de los Core i7 actuales en todo tipo de tareas, 6 núcleos y 6 hilos de procesamiento parece ser la configuración que mejor son capaces de aprovechar los videojuegos de la actual generación.
[irp posts=»37866″]En el caso de usuarios que necesiten una gran potencia para otras tareas como el renderizado de vídeo exigente si que se pueden beneficiar en gran medida de los más potentes Core i7 de nueva generación. En cualquier caso, este es el primer paso para unos nuevos procesadores de Intel mucho más potentes a lo largo de los próximos años.