Intel confirmó durante su breve evento sobre los procesadores Coffee Lake que los nuevos chips usarán una configuración de pines muy diferente de la que había en las anteriores generaciones de procesadores, por lo que no tendrán retrocompatibilidad con las placas base de las series 100 o 200.
Según el ingeniero y analista de la industria David Schor, la razón por la que los procesadores Coffee Lake no tienen compatibilidad con las antiguas series de placas base con sockets LGA 1151 es básicamente un cambio en la cantidad de pines.
En comparación con otros chips, los procesadores Coffee Lake tienen 391 pines de tipo VSS (tensión conectada a tierra), 14 pines más que los Kaby Lake, 146 pines VCC (alimentación), 18 más que los Kaby Lake y unos 25 pines que están reservados, frente a los 46 de los Kaby Lake.
Aunque Intel provocó cierta confusión al principio al no dar demasiados detalles sobre la configuración de pines de la octava generación de procesadores Intel Core, la compañía ni siquiera se tomó las molestias de rebautizar esta nueva versión de socket con algún nombre de tipo LGA 1151 V2 para que los usuarios sepan que no podrán usar el nuevo socket en los chips más viejos.
[irp]De momento, todo lo que se sabe es que todas las placas base siguen llevando sockets con nombre LGA 1151, lo que podría llevar a algunos a pensar que los procesadores de la sexta y séptima generación de Intel pueden ejecutarse en las nuevas placas base, pero como ya se ha visto, las nuevas placas base de la serie 300 sólo tendrán soporte para los nuevos procesadores de octava generación Intel Coffee Lake.
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