Tras mucho tiempo de espera por fin tenemos los primeros análisis online de los procesadores Intel Core i9-7960X e Intel Core i9-7980XE, los dos chips más poderosos del gigante de los semiconductores y que vienen para recuperar una corona que fue arrebatada por méritos propios por parte de AMD con su Ryzen Threadripper 1950X. Desde hardwarecanucks llegan las primeras pruebas a los nuevos silicios de Intel.
Intel Core i9-7980XE: tests sintéticos y aplicaciones
Para esta revisión se ha preparado una serie de diferentes pruebas que representan muchos de los entornos más populares de la actualidad. En la medida de lo posible, las configuraciones de prueba cuentan con componentes idénticos, tiempos de memoria, controladores, etc. Aparte de seleccionar manualmente las frecuencias de memoria y los tiempos, cada opción en la BIOS ha estado en su configuración predeterminada.
Para garantizar resultados consistentes, se aplican algunos ajustes a Windows 10 y al panel de control de NVIDIA:
- UAC – Desactivado
- Windows HPET – Desactivado
- Indexación – Desactivado
- Superfetch – Desactivado
- Protección del sistema / Restaurar – Desactivado
- Informes de problemas y errores – Deshabilitado
- Escritorio remoto / Asistencia – Deshabilitado
- Alertas del Centro de seguridad de Windows – Desactivado
- Windows Defender – Desactivado
- Screensaver – Desactivado
- Power Plan – Alto rendimiento
- V-Sync – Apagado
Sin más pasamos a ver las diferentes pruebas y los resultados obtenidos.
Rendimiento en juegos
Nadie va a comprar uno de estos procesadores para jugar, pues ningún juego aprovecha más de 8 núcleos por lo que con un Ryzen 7 o un Intel Core i7-7700K vamos a obtener el mismo rendimiento prácticamente o incluso superior en algunos casos gastando cuatro veces menos dinero o incluso menos. Pese a ello vamos a ver como se comportan en los títulos más importantes del mercado.
Consumo de energía y overclock
La primera consecuencia de crear unos procesadores tan potentes es que el consumo de energía, y por tanto el calor generado se dispara. Intel Core i9-7980XE llega a consumir 309W de energía en su configuración stock, casi 50W por encima del Ryzen Threadripper 1950X con lo que parece claro que Intel ha tenido que llevar las frecuencias de estos procesadores muy al límite de sus posibilidades.
Tal consumo de energía genera una gran cantidad de calor con lo que se necesita una muy buena refrigeración. A velocidades de stock, un Notcua NH-U14S con un par de ventiladores instalados mantiene una temperatura de 69ºC. En cuando se hace overclock con todos los núcleos más allá de 3.7GHz ambos ventiladores necesitan girar a máxima velocidad para mantener temperaturas por debajo de 85C.
Respecto a la fuente de alimentación, se necesita una unidad que tenga dos conectores de CPU de 8 pines. Estos nuevos procesadores pueden suponer una carga de 400W sobre el raíl de +12V cuando se overclockean a 4 GHz o incluso hasta 500W en algunos casos. Esto también pone a prueba los MOSFETs de las placas base haciendo que no todas puedan ser aptas para estos monstruos.
Palabras finales y conclusión
Cuando se habla de rendimiento bruto sin tener en cuenta el precio, no se puede negar lo que Intel ha logrado es nada menos que digno de elogio. Los procesadores Core i9-7960X y Core i9-7980X son simplemente los procesadores de escritorio más rápidos que puedes comprar, son dinámicos, adaptables a innumerables situaciones y pueden brillar a través de todas las aplicaciones imaginables sin despeinarse.
Esto puede sonar como un elogio absoluto para estos nuevos procesadores, pero ciertamente no lo es. Si bien han arrebatado la corona de rendimiento a Ryzen Threadripper, ha habido un precio a pagar por ello. En primer lugar, señalamos el elevado coste de poseer uno de estos procesadores, que no es nada más que una reivindicación de las políticas de Intel de ofrecer mejoras muy escasas y unos precios muy altos durante muchos años. La única diferencia es que ahora AMD ha saltado adelante y ofrece un competidor viable para el Core i9-7960X.
El otro aspecto negativo es el consumo de energía y por tanto la producción de calor. Mientras que Ryzen Threadripper 1950X se mantiene en un consumo bastante controlado, la arquitectura Intel Core i9-7980XE bebe literalmente toda la energía que puede de la red eléctrica con un consumo de hasta 306W frente a los 260W del Ryzen Threadripper 1950X. Intel ha necesitado empujar su silicio más allá de los límites cómodos en un esfuerzo por distinguirse de una AMD resurgente y eso significa que el consumo de energía se dispara.
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Con todo ello la plataforma X399 de AMD está un paso por delante de X299 de Intel en varios aspectos más allá del rendimiento puro y la eficiencia energética. Ryzen Threadripper cuenta con un as bajo la manga y son sus 60 lanes PCI Express en comparación con los 48 lanes que ofrecen el Intel Core i9-7980XE y el Core i9-7960X. Esto le da a AMD una importante ventaja a la hora de aprovechar las bondades de un sistema con multitud de almacenamiento NVMe de alta velocidad y varias tarjetas gráficas.
Donde el i9-7980XE e i9-7960X sobresalen, es en el mundo profesional con aplicaciones que hacen un uso muy intensivo del procesamiento multi-núcleo. En estas situaciones, estos procesadores superan a Ryzen Threadripper 1950X de AMD. Estamos hablando de una mejora en el rendimiento de un 15% a un 20% con un aumento en el precio de entre un 70% y un 100%, puede parecer muy poca mejora para tal diferencia en el precio pero en el mundo profesional el tiempo es oro y la inversión se podría rentabilizar en pocas semanas de trabajo.
