Según un informe, Intel está reprogramando el lanzamiento de algunos de los modelos de procesadores Cannon Lake para finales de 2018, lo que está trayendo dolores de cabeza para algunos de los fabricantes de portátiles que apuestan por este CPU.
Algunos fabricantes pierden la paciencia con Cannon Lake
Cannon Lake es un procesador que viene con una GPU integrada en el mismo encapsulado y en el que Intel ha estado trabajando desde hace algunos años. La llegada de Cannon Lake significa un avance significativo sobretodo en el sector de portátiles, con un mayor rendimiento tanto en el CPU como en la GPU de nueva generación todo integrado en el mismo chip. Cannon Lake también dará el salto a los 10 nm, lo que mejorará el consumo eléctrico a la vez que será más rápido.
Debido a este retraso, hay algunos fabricantes se están pensado saltarse esta generación y apostar directamente por Ice Lake, que, al igual que CannonLake, vendrá con CPU, GPU y controladora de memoria en la misma die.
Promete mayor rendimiento y menor consumo
Después de cinco años consecutivos de caída en las ventas, la demanda de portátiles se ha estabilizado en 2017. Los jugadores de la industria esperan que las nuevas CPUs Cannon Lake de 10nm de Intel -que se espera mejoren hasta un 25% el rendimiento y reduzcan el consumo de energía en un 45% en comparación con los procesadores Kaby Lake de 14 nm existentes- puedan levantar nuevamente el mercado de portátiles, señalaron las fuentes.
De todas maneras, parece que este retraso no va a afectar tanto a Intel, que en este momento no tiene rival en el sector de portatiles.
Fuente: digitimes