Desde hace unos años, los drones han ido ganando protagonismo en nuestro día a día. Si hace unos años se comentaba en programas y telediarios su futura utilidad, en la actualidad es extraño que no tengamos a ningún amigo o conocido que tenga uno, ya sea por la simple satisfacción de conseguir hacer volar estos pequeños artilugios o para desarrollar una actividad profesional. La versatilidad de estos objetos voladores ha hecho que muchos dediquen su vida a desarrollar ideas usando los drones como elemento principal.
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El número de ventas de estos complejos aparatos ha aumentado tanto que cada vez aparecen más tipos de drones existiendo una clara diferenciación entre los drones para uso doméstico y los que se usan con un fin profesional. Los primeros suelen presentar un precio más o menos asequible para todos los bolsillos y permiten la posibilidad de ser modelados al gusto de cada propietario. En este campo los usos suelen ser muy variopintos: desde aficionados a la fotografía que los emplean para captar increíbles instantáneas aéreas hasta aquellos que hacen de las carreras por el aire un nuevo hobby. Incluso hay quien solo los emplea para demostrar su valía, como es el caso de Neymar, que se valió de un dron para salir victorioso de uno sus desafíos. El futbolista, miembro del equipo de la sala de la pica roja, ganó al derribar un dron de un pelotazo dejando claro que su puntería no debe ser puesta en tela de juicio. La hazaña se recogió en vídeo y no deja en muy buen lugar a la aeronave.
Sin embargo, los usos más curiosos de los drones no solo se quedan en el ámbito doméstico, sino que a nivel profesional también podemos encontrar casos que llaman cuanto menos la atención:
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Rusia le ha tomado la delantera a Amazon en su idea de emplear estas aeronaves para entregar paquetes. Una pizzería rusa emplea ya desde hace un par de años drones para entregar sus pedidos. Los dispositivos se programan con la dirección de entrega y llegan a ella de manera rápida y segura gracias a un GPS.
Increíble pero cierto. En China se emplean drones para supervisar las pruebas del Gaokao, el selectivo asiático. Estos drones se centran específicamente en detectar señales de radio, de tal modo que si los estudiantes emplean «pinganillos» o gafas con cámaras incorporadas serán detectados.
Concretamente el volcán de Turrialba, en Costa Rica. La NASA facilitó estos aparatos a los investigadores con el fin de obtener información que les permita crear mapas de distribución y concentración de gases volcánicos.
En Alemania emplean drones con el fin de poder poner cara a aquellas personas que se dedican a hacer grafitis tanto en los trenes como en las instalaciones ferroviarias. Seguro que ahora más de uno se lo piensa antes de sacar el spray.
En este caso los drones cuentan con cámaras de infrarrojos, lo que permite captar a los animales también durante la noche. Esta nueva medida trae consigo una mejora en la vigilancia de la densidad y distribución de las poblaciones de animales lo que permite conocer el estado de cada especie.
Pronto se estrenará Los vigilantes de la playa, pero lo que no saben los sexis socorristas es que ahora su trabajo también lo llevan a cabo las máquinas. Su tarea es sencilla: supervisar el mar en busca de cualquier incidencia y acudir con un salvavidas en caso de que esta surja. La rapidez de las aeronaves en llegar al lugar del suceso podrá salvar muchas vidas.
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