Una de las mayores críticas a Sony con la llegada de la PlayStation 4 Pro es que tan solo es capaz de mejorar el rendimiento de los videojuegos optimizados para ello, de forma que el 99% de su catálogo actual funciona exáctamente igual que el la PlayStation 4 original. Algo que finalmente ha cambiado con la llegada del Modo Turbo, aunque tampoco es que sea para tirar cohetes…
Este Modo Turbo permite que la PlayStation 4 Pro pueda aprovechar la mayor frecuencia de funcionamiento de su procesador para mejorar el rendimiento de todos los juegos de su catálogo, lo malo es que se limita a aprovechar la mayor frecuencia pero estos juegos no optimizados no harán uso de los Stream Processors extra de su GPU respecto a la PS4 original. Con ello la mejora en el rendimiento de los juegos viene a ser de un 38% de media, suficiente para hacer que juegos que antes iban a 22-25 FPS ahora se mantengan en unos rocosos 30 FPS y otros juegos con el framerate desbloqueado se acerquen más a los 60 FPS sin mirar al suelo.
Una mejora que debería haber estado incluida desde el lanzamiento de la consola pero como se suele decir, mejor tarde que nunca, ahora a ver si con un poco de suerte vemos un Modo Turbo 2 que aproveche realmente todos los recursos de la GPU de la consola. Sony necesita ponerse las pilas si no quiere ser comida por la Nintendo Switch y la Project Scorpio.
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