La arquitectura de procesador x86 lleva muchos años presente en los ordenadores, concretamente desde el 1978 aunque hace 13 años se introdujo la variante x86-64 para mejorar las capacidades de los procesadores modernos. Esta arquitectura parece haber alcanzado casi su límite de evolución por lo que Intel estaría ya trabajando en una nueva arquitectura para sucederla.
Intel podría abandonar la arquitectura X86
El desarollo de los procesadores x86 ha sido muy escaso en los últimos años y una de las razones sería su gran madurez que hace muy complicado seguir evolucionando. Ante esta situación y el deseo de mejorar en gran medida la eficiencia de sus procesadores, Intel trabajaría en una nueva arquitectura más acorde a las necesidades actuales. La nueva arquitectura prescindirá de algunas características e instrucciones que llevan sin ser usadas muchos años y que se mantienen solo por motivos de compatibilidad, por ejemplo las características de SIMD de las que ya han prescindido los procesadores ARM.
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La nueva arquitectura de Intel llegaría entre el 2019 y el 2020, con ello tendríamos una nueva generación de procesadores más pequeños y mucho más eficientes con el uso de la energía al reducir su circuitería interna. Estos nuevos procesadores podrían no ser compatibles con x86 y llegarían tras Tigerlake, la última generación de Intel basada en x86.
La nueva arquitectura de Intel podría ayudarle en su particular guerra con ARM por conquistar los dispositivos móviles, una gran eficiencia sin renunciar a la potencia será la clave del éxito.
Fuente: bitsandchips