El jueves pasado se presentaba el MacBook Pro 2016, el nuevo portátil de Apple que desde luego no tiene desperdicio. Lo más curioso, es que se ha llegado a decir que este MacBook Pro es el más rápido del mundo. Con todo esto, está claro que repararlo no va a ser fácil. El informe publicado por iFixit, demuestra que el nuevo MacBook Pro no será fácil de reparar, más bien todo lo contrario.
MacBook Pro 2016 es muy difícil de reparar
Los chicos de iFixit le han dado al nuevo MacBook Pro de 13» (la versión sin Touch Bar), una nota de reparabilidad de 2 sobre 10. Esto es, porque no es especialmente fácil de abrir ni de reparar. Es complicado modificar cualquier componente que se encuentre en su interior. No te pierdas el vídeo:
Esta nota empieza por los tornillos que emplea Apple, porque tendrás que contar con un destornillador especializado. Apple es especial, tanto fabricando los ordenadores como fijándolos, haciendo que sea difícil su apertura para repararlo (algo que cada vez es más difícil). Pero ojo, porque si nos centramos en la batería, vemos que cuenta con bastante pegamento para mantenerse fijada. Lo mismo para la RAM que está soldada a la placa y es muy complicada de cambiar (para muchos se considera imposible si uno quiere hacerlo desde casa).
El interior del MacBook Pro 2016 nos deja otros datos curiosos
Lo bueno de abrir el MacBook Pro nuevo, es que también se han encontrado sorpresas.
- La batería es un 25% más pequeña que en el anterior MacBook Pro.
- Hay juntas de goma en los altavoces.
- Wi-Fi y Bluetooth están integrados en la placa base.
- SSD fácil de extraer pero tiene un conector PCIe personalizado (podría no haber este tipo de conectores en el mercado).
Esto es todo lo que conocemos del nuevo MacBook Pro por dentro. ¿Qué te parece?